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Vida tras Zuloak

Concierto de Tania de Sousa

Fecha: viernes, 26 de septiembre. Lugar: AKE, Txantrea. Intérpretes: Tania De Sousa, a la voz, acompañada por Fermín Bouza, a las guitarras y a los coros, Maitane Alonso, al bajo, y Ander Del Sol a la batería. Incidencias: presentación de Tania Tank, primer CD de la artista; 1 hora de duración, bises aparte. Asistencia muy discreta.

Natural de Zestona, Tania de Sousa saltó a la palestra para el gran público hace exactamente dos años, al frente de Zuloak: power trío femenino surgido en la cabeza de Fermin Muguruza y de fugaz e intenso recorrido, a caballo entre la gran pantalla y los escenarios. Banda esta, Zuloak, que en 2012 visitó AKE con motivo de la presentación de su primer CD y de su sorprendente debut en directo: a una con la puesta de largo del documental protagonizado por el trío y dirigido por Fermin.

El pasado viernes, ante una audiencia ciertamente discreta (tal vez por la coincidencia con el primer día de San Fermín Txikito), volvimos a saber de la que fuese vocalista de Zuloak, presentándose la misma en el referencial local de la Txantrea con un primer trabajo en solitario. Con un disco de ecléctico, enérgico y eléctrico contenido: con la fuerza inherente a semejante trío de esdrújulas latiendo así, con idéntica fuerza, a lo largo y ancho del CD.

Las canciones que sonaron, las incluidas en el disco más alguna versión, lo hicieron erigidas sobre una concepción musical de raíz muy pop, luciendo, eso sí, elegante y personalmente rockerizadas; firmemente asentadas las mismas sobre la base rítmica, denotando Tania y sus acompañantes espíritu rompedor, moderno y vanguardista por igual. Dejando que la guitarra, surfeando alrededor de la argamasa tejida por bajo y batería, acompañara, redondeara o arañara incisivamente según fuese menester: según la sonoridad de unas composiciones que unas veces tiraron más hacia el rock alternativo -con evidentes toques disco incluso- y otras, hacia el punk-pop, el punk rock o el folk tintado de cierto aroma americano. Y sin olvidarnos de las baladas, qué niveles de densidad e intensidad los generados. Y todo ello, mostrándose cada tema como un mundo musical en sí mismo, esbozado y plasmado sobre el escenario sin prejuicios, encasillamientos ni complejos, por lo que no seremos nosotros quienes, intentando definir lo visto, lo etiquetemos: mucho menos el hacer de los músicos a la hora de desenvolverse en semejante mar de estilos y sonidos, demostrando atesorar soltura y versatilidad para ello. Ser lo que demostraron, avezados y capacitados sastres para vestir las canciones como las vistieron, en función de su demanda artística. Así las cosas podemos decir que sí, que gustaron en general: aquellas y aquellos.

Llegados a este punto, antes de terminar no podemos menos que preguntarnos lo siguiente; el presente proyecto, ¿tendrá continuidad? Por el contrario, ¿quedará en flor de un disco (de un día -hemos querido decir-)? Futuro sí que puede tener, por lo que a tenor de lo visto pensamos que hay mimbres como para que la tenga. En cualquier caso el tiempo lo dirá.