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El arte de la forja y los metales revive en la Ciudadela

Una exposición en Mixtos recupera la figura y obra de Constantino Manzana, fallecido en 1993

El arte de la forja y los metales revive en la Ciudadela

pamplona - La figura y obra de Constantino Manzana (Fonz, Huesca, 1907-Pamplona, 1993), artista de la forja y los metales y personaje muy conocido en la Pamplona de su tiempo, revive en la Ciudadela en una exposición que acoge el Pabellón de Mixtos hasta el 16 de noviembre, y que forma parte del programa expositivo del Ayuntamiento de Pamplona Revisiones. Artistas navarros del siglo XX.

Es, en palabras del comisario y autor del catálogo de la muestra, el historiador del arte José Mª Muruzábal, “una exposición diferente, no al uso, que enriquece esta parte que físicamente se exhibe en la Ciudadela con un itinerario, del que se ha editado un folleto, por doce enclaves de la ciudad donde se encuentran otras tantas obras de Constantino Manzana”. Un artista ligado a la historia pamplonesa en especial por su gran obra que es la cruz monumental de 4 metros de altura construida en 1932 y que luce en la plaza de la Cruz. Precisamente ahora, con motivo de esta exposición, el ayuntamiento ha encargado la restauración de dicha pieza, que se está llevando a cabo estos días in situ. De la mano de Constantino Manzana también salieron el escudo de Pamplona colocado en el Paraguas del bosquecillo, la decoración del portal nº 49 de la calle San Fermín o el símbolo de San Juan de Dios en el hospital que lleva su nombre. También hay obras suyas en las iglesias de San Nicolás y San Agustín, la Hermandad de la Pasión del Señor o el Cementerio de San José. En Mixtos se exhiben piezas de índole artística como esculturas, cobres repujados, junto a otras de artesanía mucho más funcionales como faroles, objetos de cocina, lámparas, mobiliario, paragüeros, etc. Piezas de colecciones particulares de familias en su mayoría pamplonesas que han sido cedidas para la ocasión. “El objeto de la exposición es recuperar la figura de este artista oscense de nacimiento pero pamplonés de adopción, que fue un personaje peculiar dentro de la Pamplona de gran parte del siglo XX”, comenta José Mª Muruzábal, quien destaca de Manzana su cantidad de registros artísticos, que se mueven entre la artesanía y el arte. “Para mí no cabe duda de que es un artista. Un artista del modernismo. Se formó en Barcelona en los años 20, dentro del sistema modernista que todavía funcionaba en la ciudad condal, y es lo que practicó a lo largo de su vida, con un predominio en sus obras artísticas de las líneas curvas, de lo decorativo, de las formas complejas, enroscadas... la cruz de la plaza de la Cruz es un magnífico ejemplo”, apunta el comisario. En cuanto a la “singular personalidad” de este artista, subraya que “fue un librepensante, un hombre muy conservador en lo social y en lo religioso, pero que siempre dijo lo que pensaba, y eso le trajo líos con el franquismo -estuvo encarcelado en los años 50 por su “peculiar” oposición al régimen franquista- y con la iglesia misma”.