Epaltza cierra la trilogía ‘El reino y la fe’ con ‘Nuestra Jerusalén perdida’
Joannes Mailu llega a Pamplona en la última entrega de esta saga de “épica sucia”
pamplona - El escritor pamplonés Aingeru Epaltza ha llegado a la cima de su ochomil particular con la publicación de Nuestra Jerusalén perdida, la traducción del último volumen (Gure Jerusalem galdua) de la trilogía histórica El reino y la fe (Erresuma eta fedea), en la que ha empleado doce años. El resultado, tres libros que son seis gracias a las traducciones al castellano de Ángel Erro y que han inmortalizado las aventuras de un personaje muy peculiar, el caballero bastardo Joanes Mailu.
Con un lenguaje impregnado de ironía, malicia y amor, Epaltza vuelve a mezclar historia y ficción en esta entrega en la que sigue la línea de mostrarnos “lo que no fue, pero pudo ser” del Reino de Navarra, tal y como explica Idoia Arozena, editora de Ttarttalo. En su opinión, se trata de una saga “magnífica”. “Hay pocas publicaciones sobre este tema con el universo político, geográfico, histórico y hasta poético” de estos libros, que “consiguen sumergirte en el siglo XVI gracias a la abundante documentación que manejan” y a que el autor “no da puntada sin hilo”. “Se acerca de manera fidedigna a lo que pudo suceder y plasma guerras de poder muy parecidas a las que estamos viviendo hoy en día”, añade Arozena, que si bien admite que ha pasado bastante tiempo entre un tomo y otro, “y toda adicción necesita su dosis”, estas obras “no se escriben en una sentada” y a Epaltza le han supuesto “robar muchas horas” a la familia y a otros quehaceres. La editora alabó, asimismo, la tarea de Ángel Erro por haber logrado que las traducciones respiren “su propia melodía”.
una “hazaña” Erro comenta que haber completado la trilogía “es la hazaña más grande que he abordado” y dice, con gran sentido del humor, sentirse “agradecido por haber entrado en el proyecto, pero también por haber salido, teniendo en cuenta que cada volumen iba sumando páginas”. “Como el protagonista, que es el hijo bastardo de un rey, recomiendo esta obra como si la hubiera escrito yo, como bastardo de los méritos de Aingeru”, bromea.
Epaltza agradece el trabajo de Erro y le pide “perdón por haber ejercido mi derecho de autor para darle mis opiniones”. También valora el apoyo de Ttarttalo, “por confiar en esta propuesta en un momento difícil para el mercado editorial”. Empezó la trilogía hace 12 años. El primer título en euskera se publicó en 2006, el segundo en 2009 y el tercero en 2013, y, en medio, salían las traducciones. Así que ahora, con la última ya en las librerías, “siento que suelto lastre”. “Cuando llevas tiempo en un proyecto, quieres cambiar, se te agolpan ideas en la cabeza te apetece darles salida, pero yo soy muy disciplinado y quería acabar esto primero y acabarlo bien”, cuenta. El trabajo ha sido ímprobo, “si llego a saber lo que suponía, igual no me habría metido en este berenjenal”. “Cuando escribes un libro histórico, te interrogas todo el rato si esa acción, esa forma de pensar o ese objeto eran posibles en la época; los procesos de verificación, reflexión y consulta generan un suplemento de estrés importante”, indica, contento con el resultado de esta trilogía cuyo final tenía claro desde que escribió la primera línea del primer libro. “Sino, no habría podido escribir nada”.
última aventura Después de pasar por Baja Navarra, Bearne y París, en Nuestra Jerusalén perdida, Joanes Mailu llega a Pamplona. “Para él es un lugar mítico, casi como La Meca o Jerusalén, de ahí el título”. Sin embargo, ya no es el ardoroso niño del primer relato, ni el joven idealista del segundo. “Ya es un hombre maduro, cada vez más escéptico y descreído”, que vivirá intrigas, amores fugaces, traiciones... Y, como sorpresa, Axular. Todo, en medio de una épica diferente, una “épica sucia”.
Título. Nuestra Jerusalén perdida.
Autor. Aingeru Epaltza.
Editorial. Ttarttalo.
Sinopsis. Pamplona, ciudad cuya reconquista ha soñado mil veces, es el lugar por donde pasea un maduro Joanes Mailu. Ha llegado enviado por el rey, Enrique de Navarra. Su misión, alzar a los habitantes del reino perdido contra el conquistador castellano. Pero la realidad se parece poco a lo que le han contado.
Títulos anteriores. Casta de bastardos y Yo que fui rey de Navarra.