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Sondeos y cotilleos

Sondeos y cotilleos

Hay algo de las encuestas electorales que se comienza a parecer a los datos de audiencia televisivos. Hasta tal punto, que lo que uno ha hecho en las últimas horas puede variar los datos de las encuestas que se publiquen mañana. Y eso estaría bien si no fuera por que las encuestas tienen que estar bien hechas y responder a criterios sociológicos rigurosos. Pero lo que estamos viendo en esta campaña es que la seriedad no nos está acompañando. Ni son todos los candidatos ni están todas las televisiones. Y no lo digo por el paripé de Rajoy y Sánchez de ayer. No. Lo digo porque de un tiempo a esta parte parece que la política ha vuelto a interesar a los espectadores de televisión. Bueno, interesa a quienes pueden seguirlo, por que el grupo Mediaset (Cuatro + Telecinco y sus canales temáticos) prefiere hacerse los suecos. Es como si hubieran decidido que las elecciones no van con su estilo de hacer televisión. Y es que puede ser que no vaya con ellos esto de la política. No hay más que ver que en plena batalla de debates entre las cadenas, en Cuatro va y retiran Un tiempo nuevo. Un programa que nació con cierta lógica para liderar estos días de confrontación política. Pero al mismo tiempo apenas lo han dejado crecer. Se trajeron de ETB 2 a Silvia Intxaurrondo y todos pensaron que su finalidad debería ser batir a Iñaki López y La Sexta Noche, probablemente el espacio que mejor haya sabido sacar partido a los nuevos gustos del público por el espectáculo de la política en la tele. Si antes no lo consiguió Sandra Barneda no sé a qué viene seguir intentándolo con el mismo formato. El dato del sábado pasado no alcanzó ni siquiera un 4% de audiencia. Y es que esto de que la competencia televisiva te la hagan tus propios compañeros es alucinante. Al programa de Silvia le programaron a la misma hora el vuelve Belén Esteban, vuelve en Sálvame de Luxe. Vasile hace televisión al margen de frivolidades como debates políticos y elecciones generales.