Haciendo el paquirri

Digamos que la verdad estaba ahí fuera y de pronto estallaron los aviones contra las Torres Gemelas y resultó que no. La verdad estaba aquí dentro, en la cabeza de algún maquiavelo capaz de convencer a una legión de descerebrados que podían inmolarse y llevarse el mundo por delante. La ficción Expediente X no superó aquel golpe de realidad que fue ver cómo ser derrumbaron las torres atrapando y abduciendo a cada una de las 10.000 personas que desaparecieron en el monumental derrumbe. Han pasado muchos años desde aquello y hoy los agentes Scully y Duchovny regresan a un mundo que tal vez ya no los reconozca. En plena vorágine yihadista, los extraterrestres son seres simpáticos porque ni manejan kalashnikov ni detonan sus cinturones en un alarde de descorche de vísceras contra la razón y la vida. Ya hablaremos de si los nuevos episodios de Expediente X que hoy estrena la Fox creados por el mago del guión Chris Carter han dejado las abducciones extraterrestres para centrarse en los excesos terrenales.

Los que no abandonan sus manías son los toreros como Francisco Ribera Ordóñez. Ayer colgó en su Instagram una foto toreando un novillo mientras llevaba en su brazo izquierdo a su hija de 5 meses. No seré yo quien lo critique, al fin y al cabo en Estella-Lizarra la precocidad de las chicas para correr delante de los novillos es más antigua que las ramas toreras de los Ordóñez. Le ocurrió algo parecido a Michael Jackson cuando al presentar a su vástago no tuvo otra ocurrencia que colgarlo de un balcón altísimo, de tal manera que la gente pensó que estaba a punto de dejarlo caer. La vida está llena de expedientes X para los que ni hay palabras ni excusas. Los famosos también sufre abducciones pasajeras como el resto de los mortales. Antes ellos estaban más vigilados. Ahora con esto de las cámaras en el móvil a cualquiera nos sacan haciendo el paquirri.