pamplona - El reportero y deportista Miguel de la Quadra-Salcedo falleció ayer en su domicilio de Madrid, a los 84 años de edad, informó su hijo Rodrigo de la Quadra-Salcedo.

Nacido en Madrid el 30 de abril de 1932 y perito agrícola de formación, fue reportero de TVE, destacó como atleta -representó a España en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, en lanzamiento de disco- y será recordado, sobre todo, como aventurero.

A partir de 1979 impulsó la llamada Aventura 92, hoy conocida como Ruta Quetzal o Ruta BBVA, un programa de intercambio cultural entre los países latinoamericanos declarado de interés universal por la Unesco. Su enfermedad se agravó desde la pasada Navidad y falleció “tranquilo”, junto a su esposa y su hijo.

Formó parte de la Sección de Atletismo del Real Madrid CF y consiguió un total de nueve campeonatos de España, seis en disco, dos en peso y uno de lanzamiento de martillo, además de varias plusmarcas nacionales en lanzamiento de martillo y disco.

técnica vasca Logró la mejor marca mundial de jabalina, pero la Federación Internacional no homologó su récord porque utilizó una nueva técnica, el estilo Erauskin. Lo inventó un vasco, Férlix Erausquin, dominador de los lanzamientos de peso y disco tras la Guerra Civil, y así lo narraba De la Quadra Salcedo en la revista Atletismo español, y recogidas ayer por el diario El Mundo: “En las minas de hierro del valle vizcaíno de Somorrostro, los mineros tenían una palanca metálica con la que golpeaban para extraer el mineral. Los deportes vascos siempre tienen su origen en actividades laborales que se convierten en actividades deportivas mediante la competencia y así los palankaris comenzaron a apostar a ver quién lanzaba la barra vasca más lejos. Sus competiciones se hicieron populares y, viéndolos, a Erausquin se le ocurrió aplicar a la jabalina el giro rotatorio que utilizaban aquellos hombres. Él fue quién me enseñó”.

Junto a su maestro, 25 años mayor, empezó a perfeccionar la técnica, a lanzar la jabalina rotando como se hace con el disco, y pronto llegaron las marcas de impacto. El 23 de septiembre de 1956, en la Journee du Sorvenir de París, clavó 66,25 metros; el 14 de octubre, Erausquin ya alcanzó los 83,40 metros en un encuentro España-Francia en Montjuïc mientras Miguel se recuperaba de una lesión y cuando llegaba el momento...

El 24 de octubre, ante la inminencia de los Juegos y después de que algunos medios franceses hablaran del peligro de la nueva ejecución en el lanzamiento de jabalina -la prensa de la época recuerda algún espectador herido-, la IAAF decidió proscribir el estilo y borrar todos sus registros. De nada sirvió que después De la Quadra Salcedo alcanzara los 83,80 metros, que hubiese supuesto un récord mundial, o que Erausquin modificara la técnica para que nunca se llegara a apuntar al público. La decisión del organismo fue rotunda y España, con escasa presencia internacional, nada pudo hacer para cambiarla.

Tras los Juegos Olímpicos de Roma, trabajó para el Gobierno colombiano como etnobotánico en la selva, y a su regreso a España, en 1963, fue contratado por TVE. En esa casa fue reportero de guerra, en primer lugar en Congo (hoy República Democrática del Congo). Allí fue hecho preso y condenado a muerte por sus grabaciones, pero lo rescataron de prisión unos soldados cubanos con los que había hecho amistad, según relató RTVE en una recopilación de sus trabajos.

Entre ellos se cuentan también reportajes sobre la muerte del Che Guevara, la guerra de Vietnam, Biafra, la guerra del Yom Kippur, el regreso de Juan Domingo Perón a Argentina o el golpe de Estado de Pinochet en Chile. El documental Chile, toque de queda, sufrió la censura y no pudo verse en España hasta 18 años después de su realización, explicó RTVE.

de la guerra a la aventura A mediados de los setenta cambió el reporterismo de guerra por el de aventura. “Eran otros tiempos y otros medios. Tenías que convivir con la tentación de tomar partido por un bando, algo que no es recomendable, ni siquiera en el caso de las causas más justas. Por eso cambié el reporterismo por la aventura. Preferí a Orellana y Amundsen”, explicaba. “Mi experiencia me mostró que hasta los frentes de liberación popular más puros acaban corrompiéndose”, añadía.

En 1979 y a sugerencia del rey Juan Carlos creó el programa Aventura 92, hoy Ruta BBVA. A lo largo de treinta ediciones, más de 9.000 jóvenes de todo el mundo han tenido la oportunidad de viajar por los países latinoamericanos. “La Ruta se inspira en un programa socrático que se resume rápido: descúbrete a ti mismo y luego proyéctate”, explicaba el aventurero, que dejaba claro que eso es lo que él intentó con estos jóvenes: “Del viaje vuelven huérfanos, pero enriquecidos por la experiencia de haber conocido otras civilizaciones y, sobre todo, de haber aprendido a respetarlas. Me siento como el flautista de Hamelin, llevando a los jóvenes tras mis pasos”.

Su impresionante legado deportivo o periodístico palidece junto a su programa académico, reconocido por la Unesco al máximo nivel, con la única intención de acercar a jóvenes de mundos diferentes a realidades desconocidas. - D.N.