PAMPLONA. La Dirección General de Cultura ha editado el libro "El espíritu ilustrado en Navarra. Los marqueses de San Adrián y la Real Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público", obra que es fruto de una tesis doctoral del historiador Pablo Guijarro Salvador.
La obra aborda el grupo surgido en Tudela en la segunda mitad del siglo XVIII, formado por nobles y eruditos imbuidos por las ideas ilustradas, que introdujeron novedades culturales, impusieron reformas y fundaron en 1778 una Sociedad económica de Amigos del País de Tudela, que adoptó el nombre de Real Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público.
Los marqueses de San Adrián fueron los verdaderos promotores de esta sociedad y acogieron en su palacio una tertulia erudita a la que asistía la nobleza tudelana, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado.
Se trataba de una sociedad económica con la que pretendían tomar parte en el programa reformista patrocinado por el gobierno de la monarquía.
Esta obra analiza, en primer lugar, el linaje de los Magallón, con capítulos específicos dedicados a la personalidad, infancia y juventud, educación, matrimonio y vida pública de Francisco Magallón y Beaumont, V marqués de San Adrián (1753-1778), José María Magallón y Mencos, VI marqués de San Adrián (1778-1799), y José María Magallón y Armendáriz, VII marqués de San Adrián (1799-1845).
Aunque el linaje recibe en 1696 el título de marqueses de San Adrián, protagonizan en la segunda mitad del siglo XVIII un proceso de ascenso social encarnado por José María Magallón y Armendáriz, el famoso marqués de San Adrián retratado por Goya, quien se erigía en verdadero protagonista de la Ilustración tudelana.
Educado en París, contrajo matrimonio con la marquesa de Santiago (también retratada por Goya), uno de los títulos más importantes en aquel tiempo, sumándose al grupo de afrancesados que defendió la nueva dinastía impuesta por Napoleón.
El autor describe su perfil y mentalidad pero también su actuación pública, que apoya con una cantidad ingente de documentación que comprende materiales obtenidos en el archivo particular del marquesado, pero también en archivos municipales, notariales, eclesiásticos y nacionales.
La segunda parte, dedicada a la Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público, incluye los capítulos destinados a la tertulia precursora de la Sociedad Económica, en la que sus miembros (unos cuarenta tudelanos con el marqués de San Adrián al frente como secretario), participaban primero en las reuniones que llamaron "La Conversación" y constituyeron después su Real Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público.
El libro describe también el espíritu ilustrado en Navarra, la organización, funcionamiento y decadencia de la Sociedad, las lecturas, discursos y proyectos, el sistema de trabajo, su proyección pública y los proyectos impulsados por esta entidad, como la Real Casa de Misericordia que hoy subsiste y otros que no se realizaron, como el Seminario de Nobles o la conducción de agua desde el norte de Soria.
Las ideas motrices de la Sociedad Tudelana, compartidas por la generalidad de los ilustrados, fueron el logro de la felicidad, término definido por Jovellanos como "aquel estado de abundancia y comodidades que debe procurar todo buen gobierno a sus individuos", y la mejora de la educación.
Esta sociedad era, por otra parte, el único ejemplo en Navarra de la institución más característica y original de la ilustración española.
La Dirección General de Cultura ha encargado una tirada de 400 ejemplares de este libro, de 424 páginas.