pamplona - Navarra acaba de convertirse en la primera comunidad del Estado que crea un IAE (Impuesto de Actividades Económicas) propio y exclusivo para escritores. Hasta ahora, estos profesionales tenían que inscribirse en el epígrafe 861, referido a pintores, escultores, ceramistas, artesanos, grabadores y artistas similares o en el 862, de restauradores de obras de arte, y, a partir de ahora, ya pueden hacerlo en el 863, como escritores.
El Gobierno foral acaba de acometer, asimismo, una modificación de del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, en el sentido de que los rendimientos derivados de la elaboración de obras literarias, artísticas o científicas tendrán la consideración de rentas de trabajo y no de rentas profesionales o empresariales, como sucedía hasta ahora y provocaba que los autores tuvieran que darse de alta en el régimen de autónomos. De este modo, se homologa la regulación foral con la regulación estatal, más beneficiosa, en este punto, para los escritores.
La junta directiva de la Asociación Navarra de Escritores y Escritoras/Nafar Idazleen Elkartea (ANE-NIE), fundada en noviembre de 2016, ha expresado su “satisfacción por las recientes modificaciones de la legislación tributaria aprobadas por el Parlamento de Navarra que afectan a la actividad de creación literaria”. En concreto, su presidenta, la poeta Fátima Frutos, explica que esta entidad “ha tenido muy claro desde el principio que trabajaríamos en positivo; aportando nuestro trabajo y nuestros conocimientos a la sociedad navarra y a su cultura”. Y añade: “Este trabajo en positivo ha traído consigo una buena reacción por parte de los grupos parlamentarios, ya que apoyan mayoritariamente nuestras reivindicaciones”. “Estamos enormemente satisfechos de que se reconozca nuestra labor de pioneros a nivel estatal y de contribuir a que las nuevas generaciones de literatos en Navarra tengan el camino un poco más allanado. Todo nuestro quehacer como asociación está encaminado a que gane Navarra y gane la literatura en euskera y en castellano”, termina Frutos, que comenta, asimismo, que varias asociaciones de otras comunidades ya se han hecho eco de esta noticia y “van a moverse para seguir nuestro ejemplo”. De paso, Frutos anima a autores y autoras navarras que aun no conozcan la entidad a informarse y, si lo desean, a asociarse. Todo, a través del correo escritoresnavarros@gmail.com.
no hace falta ser autónomo Y es que esta asociación planteó en una sesión de trabajo parlamentaria varias propuestas de enmiendas a los grupos parlamentarios, de las cuales han tenido favorable acogida las relativas a cuestiones fiscales ya citadas, y que que se han incorporado a la Ley Foral 25/2016, de 28 de diciembre, de modificación de diversos impuestos y otras medidas tributarias, “mientras que otras relativas a las incompatibilidades de los empleados públicos han quedado remitidas al nuevos estatuto en fase de elaboración por el Gobierno de Navarra”.
En concreto, la modificación del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, en el sentido de que los rendimientos derivados de la elaboración de obras literarias, artísticas o científicas tengan la consideración de rentas de trabajo siempre que se ceda el derecho a su explotación resulta importante porque, hasta ahora, en Navarra esos rendimientos se consideraban como rendimientos de actividades empresariales o profesionales, lo cual en teoría exigiría que los autores estuvieran, en todo caso, de alta en el IAE y en el Régimen de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. Y estos requisitos son “exagerados para la mayoría de los escritores que tienen otra actividad laboral principal y para los que los derechos de autor suponen unos ingresos muy modestos”. Con la regulación que ha entrado en vigor el 1 de enero de 2017, solo se consideran como rendimientos de actividades empresariales o profesionales aquellas que supongan la ordenación por cuenta propia de medios de producción o de recursos humanos con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios, esto es, cuando el escritor no se limita a ceder sus derechos a una empresa editorial sino que participa de algún modo en la actividad de edición. “Se corrige, de este modo, una situación que perjudicaba a los escritores que tributan en Navarra en relación con los que tienen su domicilio en otras comunidades autónomas”, explican desde ANE.
En cuanto al IAE propio de escritor o escritora, hasta la fecha, y al igual que sigue sucediendo en la normativa estatal, no existía un epígrafe específico para los escritores que tributen por este impuesto. Tan solo existía una agrupación de “profesiones liberales, artísticas y literarias” que comprendía dos grupos: 861 y 862. A partir de ahora, se crea el Grupo 863. Escritores, con una tarifa igual a la de otros artistas, pero que clarifica su situación.
Estas medidas son “un primer paso para dotar a los creadores de un régimen jurídico adaptado a sus necesidades y a los tiempos”. ANE-NIE, junto con otras asociaciones estatales y autonómicas con las cuales celebró un encuentro en diciembre para coordinar actuaciones, “reclama la elaboración de un estatuto para los creadores que contemple medidas, a nivel estatal y autonómico, en cuanto a la propiedad intelectual, el fomento de la edición y de la traducción, la plena compatibilidad entre pensión de jubilación y percepción de derechos de autor, adaptación del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social a las características del trabajo del escritor, etcétera”.