Brico Venus al servicio de la mujer. ¿Mis pezones parecen apuntar hacia abajo? ¿Son mis pechos asimétricos o de forma inusual? ¿Estoy contenta con el tamaño de mi pecho cuando llevo sujetador? ¿Mis pezones se asientan debajo del borde superior del papel? Si la mayoría de respuestas es sí, tiene la flacidez suficiente para justificar un lenvantamiento de senos.

Esta es la encuesta, ficticia, impregnada de humor e ironía, pero basada en hechos demasiado reales, con la que el visitante se encuentra al integrarse en Tu cuerpo es un campo de batalla 3.0, la propuesta artística que han comenzado a desarrollar Marisa Mantxola y Marian Esteban en el Centro Huarte, dentro de su proyecto Habitación 4.

Las últimas tendencias quirúrgicas que, bajo el simulacro de la libertad de elección, refuerzan y construyen estereotipos estéticos femeninos, son algunas de las cuestiones que abordan Mantxola y Esteban en su proyecto, cuya evolución puede seguirse hasta el 2 de julio, ya que Tu cuerpo es un campo de batalla 3.0 está abierto al público los viernes de 17.00 a 20.00 horas y los sábados y domingos de 11.00 a 14.30 horas.

Origen y reflexión “A raíz de un artículo publicado en eldiario.es, titulado El negocio alrededor de la vagina, en el que se describían las últimas operaciones de cirugía que se hacen en los genitales femeninos, como la labioplastia o la vaginoplastia, o se leían términos como pata de camello, vimos que era un campo interesante desde el que trabajar creativamente a la par que reflexionar sobre la cirugía estética”, explicó Esteban, quien apuntó, respecto al título de su proyecto, que se reapropia del texto concebido por Barbara Kruger para acompañar la fotografía de un rostro frontal dividido en dos mitades simétricas. “Una imagen icónica que reflexionaba, hace ya más de 25 años, sobre los límites del poder de decisión de las mujeres con su propio cuerpo y defendía el derecho al aborto. Pero este eslogan nos sirve también para hablar de diferentes cuestiones concernientes a los conceptos estéticos y al cuerpo de las mujeres”. Un punto de partida, que arrancó el pasado 12 de mayo, y que actualmente les tiene centradas en un trabajo colaborativo, de forma que lo que hoy se ve en el Centro Huarte no se puede calificar como obra “sino como parte de un proceso de creación en común, que queremos compartir pero que todavía no sabemos a dónde nos va a llevar, porque lo importante es la reflexión”, apuntó Mantxola.

Ahora mismo, en su particular Habitación del Centro Huarte, se pueden ver fotografías de modelos con eslóganes utilizados por clínicas de cirugía estética como “conviértase en una obra maestra” o “se la mejor versión de ti”, que, a modo de mural, decoran una de las paredes mientras que en otra aparece el anuncio de su propia clínica de cirugía, BricoVenus.

¿Concienciar? Las reflexiones, que ahora son el caldo de cultivo del proceso y de lo que puede llegar a ser la obra final, “de momento se quedan entre nosotras dos, y en una especie de cuaderno de bitácora en el que las vamos volcando. Y, en principio, esta es la manera en la que las vamos a compartir”, afirma Mantxola, matizada por su compañera en el sentido que “el que venga a vernos captará al reflexión a través de las cosas que vayamos materializando”. Respecto a si pretenden concienciar o denunciar, Esteban remarcó que “esas son palabras que impresionan mucho... Sí es verdad que con las cosas que vamos investigando y con las que sacamos, nuestra posición está clara. Sobre todo se trata de preguntarnos el por qué de la cirugía estética, el porqué a través de la cirugía estética se alude a conceptos como la autoestima, el bienestar, la felicidad o la belleza... Se trata de interpelar y de cuestionar, por qué no, esas practicas, que no se hacen con un objetivo de salud, sino con la meta de que la mujer tiene que adaptarse a cumplir ciertas normas o patrones”.