Dioses entre nosotros

El también jefe de Contenidos Didácticos, Área de Educación del Prado explicó que la exposición, que permanecerá en San Sebastián hasta el próximo 28 de octubre, está compuesta por 50 obras, que se dividen en 31 pinturas, 17 esculturas y dos medallones. Todas pertenecieron en su día a la Colección Real española, luego asumida por el Prado. Algunas de las piezas se han extraído de la exposición permanente del Museo Nacional, mientras que otras “se han levantado” de los depósitos que este tiene en otros centros.

Según explicó la directora de San Telmo, Susana Soto, con Arte y mito se ofrece una “mirada amplia a la mitología” mediante su representación a lo largo de la historia. Suescun, por su parte, detalló que una de las peculiaridades de la representación de las leyendas grecorromanas es que los rasgos que se atribuyen a los dioses, semidioses, espíritus o héroes son siempre los mismos, por lo tanto, no existe una “evolución” en la manera de representarlos, más allá del movimiento artístico de cada época. “Los dioses tienen la misma apariencia desde el principio, son inmutables”, afirmó el comisario.

Por su parte, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, que también asistió a la presentación, afirmó que el Museo San Telmo “lo ha echado todo” para poder programar una “exposición de primer nivel” en verano, “en el periodo que más visitantes recibe” la pinacoteca. En este sentido, indicó que muestras de esta talla consolidan a San Telmo como “el principal museo del territorio”, al tiempo que alabó el buen hacer de los técnicos de la casa: “Nadie te presta obras si no saben que las vas a cuidar”.

Arte y mito. Los dioses del Prado es una exposición temporal itinerante. Antes de recalar en San Sebastián ha pasado por Mallorca y Oviedo y, posteriormente, viajará hasta Sevilla Zaragoza y Cádiz.

19 siglos Se trata de medio centenar de obras de arte, fechadas entre el siglo I aC hasta finales del XVIII, y fruto del trabajo de nombres tan reconocidos como José de Ribera, Pedro Pablo Rubens y Francisco de Zurbarán, entre otros.

La obra más antigua con la que cuenta Arte y mito es un relieve en mármol de estilo neoático fechado entre el año 50 y 40 aC, titulado Éxtasis dionisiaco, en el que se muestra un sátiro muy antropoformizado que acompaña a una ménade -una ninfa-.

Por otro lado, la más reciente sería una pequeña escultura de bronce que lleva por título Hércules y el centauro, creada en el siglo XVIII en el taller de Ferdinando de Tacca. Se trata de una reproducción de un modelo monumental ya perdido realizado en Florencia por Giambologna, escultor de la familia Médici.

descubrimiento Suescun comentó que exposiciones de este tipo les permiten no solo revisitar las obras de los fondos del Prado, sino también restaurarlas. Fruto de ese amejoramiento, de vez en cuando, se encuentran con alguna sorpresa, como es el caso del cuadro Apolo persiguiendo a Dafne.

Este cuadro, que es el que encabeza el catálogo y es la imagen principal de la exposición, es un óleo sobre lienzo que se encontraba en la Torre de la Parada de Madrid -casa de recreo real situada en el Pardo-, fechado entre 1636 y 1638. Durante años este cuadro se atribuyó erróneamente al pintor barroco Cornelis de Vos. No obstante tras su restauración en 2017 apareció la firma del autor original, la del flamenco Theodoor van Thulden, colaborador de Rubens.

Siguiendo el mito recogido en La metamorfosis del poeta romano Ovidio, la pintura muestra a Dafne, que huye de Apolo. Eros (Cupido), harto de las ofensas del dios del sol, lanzó una de sus flechas doradas a Apolo para que este se enamorase perdidamente de Dafne, mientras que a esta le lanzó una de plomo para que sintiese rechazo sobre su nuevo pretendiente. En su huida, Dafne pidió a su padre Peneo que le ayudase a huir y este la convirtió en laurel -desde entonces este arbusto es el símbolo de Apolo-.

del olimpo a troya Suescun explicó que la exposición no está ordenada de manera cronológica, sino temática, desde el plano divino hasta el humano. De esta manera, Arte y mito se abre con el apartado Una historia que contar que incluye un solo busto de mármol, el del poeta griego Homero -sobre el siglo VIII aC-, autor de la Iliada y la Odisea, y que junto a Hesíodo, fue uno de los primeros en recoger por escrito la tradición mitológica, hasta ese momento, oral.

De forma inmediata se pasa al segundo apartado de la exposición: Los dioses del olimpo. Aquí son los bustos de parte del panteón grecorromano quienes dan la bienvenida a los visitantes: Júpiter, Apolo, Venus, Marte, Atenea y Hermes -este último es el único hecho en bronce, los anteriores son de mármol-. El propio Suescun apuntó que en la exposición se mezclan tanto la nomenclatura griega como la romana, en función “del éxito de una determinada versión de un mito o de los títulos de las obras” del Prado.

Una de las pinturas que más destacan en este apartado es el Detalle de la cabeza del dios Baco. Se trata de un óleo de José de Ribera, uno de los tres trozos de un lienzo mayor que sobrevivieron al incendio del Alcázar de Madrid en 1734.

Entre los dioses, los héroes y los humanos se encuentran los Espíritus libres, los seres que dan nombre al siguiente área de Arte y mito -Éxtasis dionisiaco se exhibe aquí-, antes de pasar a la zona del Amor, deseo y pasión, dedicada a obras que representan leyendas como la del enamoramiento de Eros hacia Psique o la de Orfeo y Eurídice, que hizo que tras la muerte de esta el primero viajara hasta el infierno para rescatarla.

Pasando a un plano más terrenal, en Faltas y castigos se muestra cómo los dioses condenan los hombres u o a otras deidades menores. Es el caso de Ticio (Prometeo), donde De Ribera le muestra encadenado y con el ave que devora sus entrañas día a día en un ciclo sin fin. Esta obra, una copia del siglo XVII, se encuentra bastante oscurecida, dado que, según explicó Suescun, no ha podido ser restaurada aún. Asimismo, el comisario quiso quitar la atribución peyorativa a la palabra “copia”, dado que los artistas hacían varios duplicados de la misma obra que tenían igual valor que el original.

San Telmo también guarda un espacio destinado a las Metamorfosis divinas y humanas, en referencia, sobre todo, a esta tendencia de los dioses de cambiar de forma. El caso más recurrente es el de Zeus, que se transformaba en animales, personas o fenómenos atmosféricos para secuestrar a quien deseaba o para seducir a sus amantes.

La exposición incluye un apartado dedicado a obras que representan pasajes de los héroes. A tres en concreto: Hércules, Perseo y Aquiles, que es quien luchó en la Guerra de Troya, contienda que da nombre a la última parte expositiva y en la que se muestra el lienzo del siglo XVII titulado El incendio de Troya y pintado por Francisco Collantes, una obra que pone el énfasis en la familia de Eneas, una de las que escapó de la ciudad y que, según se cuenta en La Eneida de Virgilio, fundó Roma. Pero eso es ya otra leyenda.

actividades

25 de agosto (20.30 horas): Apertura especial de la exposición temporal, el claustro y la iglesia, con entrada gratuita y servicio de bar. Mikel Chamizo pinchará música clásica en una sesión de DJ.

Martes y sábados: Visitas guiadas, a las 11.00 horas en euskera y a las 18.00 horas en castellano. Durante el mes de agosto estas visitas incorporarán la audición de fragmentos de las piezas seleccionadas por la Quincena Musical.x

con la quincena musical

Agosto. La entrada a la exposición será gratuita presentando una entrada de alguno de los conciertos englobados bajo el título Mito y tradición de Quincena Musical.

Spotify. Se ha preparado un setlist (lista de canciones) de la aplicación Spotify con piezas que se podrán escuchar en la visita y que del mismo modo estará disponible en la web del museo San Telmo.