CONCIERTO DE ALFREDO & IKER PIEDRAFITA

Fecha: 01/09/2018. Lugar: Esquíroz (parque junto al río).

Incidencias: Concierto (acústico) gratuito enmarcado dentro del ciclo Con el rumor del agua.

El plan era de lo más apetecible: disfrutar del atardecer, templado y apacible, en Esquíroz, concretamente en un parque al lado del río, escuchando la música de dos auténticas leyendas de nuestro rock: Alfredo e Iker Piedrafita. Los dos han tenido algún problema de salud en los últimos tiempos y los dos lo están superando, cada uno a su propio ritmo y velocidad. Lo verdaderamente importante es que están de vuelta, y para ir poniéndose a tono han recuperado el formato acústico que ya utilizaron años atrás. Varias decenas de personas acudieron a la cita, muchas de ellas con sillas, neveras, comida y bebida. El escenario era sencillo, pero bien iluminado y con todo lo necesario para la actuación: un par de guitarras acústicas, los micrófonos y tres sillas, lo que hacía presagiar que, además de los dos Piedrafita, también subiría algún invitado.

A las ocho y media, padre e hijo, que llevaban un rato saludando y departiendo con el público, ocuparon su lugar sobre las tablas y dieron comienzo a la actuación. Empezó cantando Iker Another perfect day, de los alternativos American Hi Fi. A pesar de que bromeó sobre su macarrónico inglés, la interpretación fue más que correcta, lo cual es una grandísima noticia (recordemos que Iker abandonó los escenarios en 2017 por problemas en las cuerdas vocales que le impedían cantar). Continuó Alfredo, tras unos pequeños desajustes técnicos que fueron rápidamente solventados. Lo hizo con los dos primeros himnos de la noche, Pon esa música de nuevo y Deja que esto no acabe nunca, de los inolvidables Barricada. Al final de esta última, incluyó un verso de Al alba, de Luis Eduardo Aute.

Salió entonces la primera invitada, Ana, antigua cantante de The Black List Soul Band, que deleitó a la concurrencia con su magnífica voz. La noche había caído ya sobre Esquíroz cuando Iker rescató Dale gas, de Dikers, a la que respondió Alfredo con Cada noche, de los Barri. “Una de las mejores canciones de la historia”, dijeron para presentar With or without you, el clásico de U2. Después llegaría el momento más emotivo del concierto, cuando dedicaron Eclipse a Boni y a Aurora Beltrán, ambos recientemente convalecientes y afortunadamente ya en proceso de recuperación. Aquí se escucharon los mayores aplausos de la noche.

No podía faltar el perejil de todas las salsas, el romero de todos los conciertos: Kutxi Marea, que dejó su voz de aceite hirviendo en Ya nos veremos y Ronco invierno, dos letras que escribió para Barricada y Dikers, respectivamente, hace ya bastantes años. Y también tenía que estar presente el actual grupo de Alfredo, que está a punto de publicar su segundo disco y de cuyo debut recuperaron Miss Octubre, el tema del que sacaron el nombre de la banda. Una de las sorpresas fue Don’t look back in anger, de Oasis, con la que demostraron que lo verdaderamente importante es la calidad de las canciones y no las etiquetas que a estas les colguemos, ya sea rock o (brit) pop.

Y si hablamos de grandes canciones, ineludiblemente tenemos que hablar de Barricada, de cuyo colosal repertorio salieron los últimos cinco temas de la velada: Mañana será igual, Oveja negra, y en los bises, Pídemelo otra vez, Animal caliente y No hay tregua. En esta parte, el público, que hasta ese momento se había dedicado a disfrutar silenciosamente de la actuación, abandonó su timidez y coreó los estribillos. Fue una inmejorable forma de pasar la tarde del sábado, una oportunidad única para disfrutar de un repertorio variado, lleno de clásicos y en un ambiente de inusual cercanía. Y lo mejor de todo: los Piedrafita están de vuelta. Seguiremos con atención todos sus movimientos.