Chicote amplia el campo

Alberto Chicote irrumpió hace un buen puñado de temporadas como fenómeno telúrico de la tele y cocina con un programa de acertado y celebrado título Pesadilla en la cocina, que se mantiene en antena gracias a la habilidad comunicativa de este pequeño aprendiz de brujo televisual, que ahora se ha metido en más harina con el nuevo espacio Me lo como todo y que tiene buena pinta para mantenerse en parrilla, aunque ahora mismo la apuesta de productora y canal La Sexta es producir seis espacios y luego verlas venir, que acertar en la tele es supervivencia empresarial y no están los tiempos para arriesgar en exceso.

Sin gritar, ni agitarse ,ni pelearse con los miembros de cocinas para desatrancar, el nuevo programa es un intento de cocinero metido a periodista de investigación buscando empresarios corruptos que actúan impunemente, traficantes mafiosos vendiendo atunes insanos, robados y maltratados con serio peligro para consumidores ingenuos que caen en la trampa y pagarán caro lo que compraron barato. Chicote con la compañía del Cuerpo participa en operaciones de detenciones y descubrimiento de prácticas nada honradas y saludables.

Alberto Chicote asume el nuevo rol, y en el entorno de la cocina y cocinar, va olfateando prácticas irregulares con los alimentos, en un ejercicio de periodista detective, que terminará por hacerse un hueco en la nómina de personajes-protagonistas contra el imperio del hampa y la maldad. Un posible hallazgo de personaje desdoblado en sus quehaceres y funciones de entretenimiento e información. Mientras sigue sacudiendo estopa en las maltrechas cocinas que le toca visitar para agobio de propietarios y cocineros, prepara nuevos casos de fraude y delincuencia. Genial maestro de cocina, que como unos cuantos más, ha encontrado con habilidad un par de huecos en las parrillas de programación.