PAMPLONA - El Parlamento aprobó ayer, con los votos a favor de Geroa Bai, EH-Bildu, Podemos-Orain Bai, Izquierda-Ezkerra y PSN, la Ley Foral de Derechos Culturales de Navarra, una normativa “pionera” en el Estado y en Europa que termina con la fragmentación legislativa que existe en torno a esta ámbito en el territorio foral y ofrece “garantías comunes a los sectores creativos y fija los principios de igualdad de acceso a la cultura -físico, psíquico, sensorial y virtual- y de participación en el desarrollo cultural de la comunidad”. En su texto destacan algunas medidas como el tratamiento fiscal “razonable, ecuánime y equitativo” que atienda a la “especificidad”, “irregularidad” y “naturaleza intermitente” de los ingresos que proceden de la creación cultural. En definitiva, se reconoce que la fiscalidad navarra “se adaptará a las propuestas y recomendaciones incluidas en el Informe de la Subcomisión para la elaboración de un Estatuto de Artista”. Del mismo modo, la ley regula el nuevo Consejo Navarro de Cultura y las Artes, cuyos vocales serán remunerados en función de su actividad. Votó en contra UPN y se abstuvo el PP.

En un pleno en el que no intervino la consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, los grupos favorables a esta ley reconocieron su carácter visionario e inédito en la mayor parte del mundo, a pesar de que su objeto está recogido en importantes tratados internacionales como la Declaración Internacional de los Derechos Humanos (1948) o, más recientemente, la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de la Unesco (2001) y la Declaración de Friburgo (2007), tal y como hizo constar ayer durante su intervención la portavoz de Cultura de Geroa Bai, Consuelo Satrústegui.

Esta ley, dijo, es “oportuna y necesaria” y las razones por las que Navarra debe dotarse de una Ley de Derechos Culturales tienen que ver con “el cumplimiento del acuerdo programático del cuatripartito en materia cultural”, que apuesta por “promover valores y formas de pensar que cohesionen la sociedad y conformen marcos de convivencia basados en la libertad, la pluralidad, la creatividad, la justicia social, la participación y la democracia”. Otra de las motivaciones se refiere a “la necesidad de superar la actual fragmentación normativa” que provoca “desajustes”, puntualizó Satrústegui, que hizo hincapié en que esta es una ley que surge como respuesta a una petición del sector, que se materializó en la Conferencia Estatal celebrada en 2015 en Baluarte, que exhortaba a las instituciones públicas a desarrollar esta clase de instrumentos legales. Instrumentos que empujarán a las administraciones públicas a “implementar medidas” que generen “un posicionamiento de Navarra, “garantizando una financiación acorde con las regiones europeas que son referencia”. La parlamentaria subrayó el “proceso participativo y transparente” con el que se ha gestado esta norma, agradeció el esfuerzo realizado por numerosos colectivos para hacerla posible , varios de cuyos representantes asistieron al pleno, y terminó: “Hoy es un día bonito para la cultura. Votamos a favor convencidos de que colocamos a Navarra en el mapa de las políticas culturales europeas más vanguardistas”.

la cultura ya no es de segunda Miren Aranoa (EH-Bildu) destacó la postura de su grupo respecto a la cultura como “motor de desarrollo y de pensamiento crítico”; como “creadora de identidad”, como “generadora de inclusión social”, como “impulsora y catalizadora de diversidad, como “propiciadora de redes sociales”, como “promotora de participación” y “eje central en la estrategia de desarrollo socioeconómico”. Aranoa lamentó que los derechos culturales hayan sido “los grandes olvidados” y se congratuló por la aprobación de esta ley. “No existe en todo el Estado ni en Europa ninguna normativa de las características como la ley que se presenta hoy (por ayer) en este Parlamento”, señaló Aranoa, e insistió: “Aprobarla supone un punto de inflexión, un cambio de paradigma; este nuevo estatus que Navarra otorga a los derechos culturales impedirá que vuelvan a ser marginados, ignorados, cuando no pisoteados. A partir de hoy, la cultura en todas sus vertientes es un derecho que asiste a toda la ciudadanía de nuestra comunidad; se acabó que la derecha vuelva a hacer lo que hizo bajo la excusa de la crisis, con premisas perversas y falsas como cultura o camas de hospital. Un pueblo culto que proteja sus derechos tendrá más camas de hospital, porque un pueblo culto exige mejores servicios. Un pueblo culto es un pueblo crítico y por tanto dueño de sí mismo y más difícil de manipular”.

En la misma línea, Mikel Buil (Podemos) afirmó que, hasta ahora, la cultura en Navarra “ha sido una política de segunda. Esta es una ley para décadas”, que requiere, eso sí, del impulso y del compromiso del Parlamento y de este y de futuros gobiernos. Así, este es “un momento histórico” porque los derechos culturales “pasan a ser un derecho más en nuestra comunidad”. Buil llevó la normativa a lo concreto, destacando lo relacionado con “el acceso, la creación y la democratización”. En el primer caso, destacó la digitalización de la cultura, la posibilidad de disfrutar de los bienes patrimoniales, incluidos los que están en manos privadas, y las licencias procomún de las publicaciones de las Administraciones. Asimismo, subrayó la aprobación en comisión de una enmienda que queda reflejada en las disposiciones finales de la ley y que implica que los menores de 16 años podrán acceder a conciertos en discotecas y salas de fiestas acompañados de sus padres o tutores. En cuanto a la creación, destacó las medidas fiscales relacionadas con el Estatuto del Artista, que atienden la especificidad de los oficios creativos. Y apuntó lo importante que es “haber incluido por primera vez en una ley navarra la palabra autogestión” y el plazo de un año que tiene el Gobierno para desarrollar las Cartas de Servicios que concretan esta ley y permitirán a los ciudadanos “reclamar” el cumplimiento de estos derechos.

Por PSN, Guzmán Garmendia celebró la creación de esta ley, de la que dijo que “tiene alma socialista”, y recordó las siete enmiendas que su grupo ha introducido, referidas, fundamentalmente, a la “digitalización, modernización y nuevas tecnologías”. E incidió en la enmienda relacionada con los Bienes de Interés Cultural propiedad de la Iglesia. “A partir de ahora, los navarros y las navarras tendrán derecho al uso y disfrute de esos bienes”. Y agregó: “Navarra también tiene que estar en la media europea en financiación de la cultura, porque cultura sin financiación no sirve para nada”. La generación de empleo es una de las metas que debe alcanzar este nuevo instrumento, terminó.

“Es un gran día”, comentó Marisa de Simón (I-E). “Esta ley hace camino al andar, desde el reconocimiento de la cultura como elemento fundamental de transformación y progreso social”.

en contra Luis Zarraluqui justificó el voto de UPN en contra de esta ley por considerarla “innecesaria” cuando no “presuntuosa”, pues contempla derechos que, a su juicio, ya están regulados. “Cuando uno va al apartado de incentivos fiscales o de contenido presupuestario encuentra un vacío que da que pensar que esta ley va a andar poco”, declaró. Del mismo modo, afirmó que el proyecto es “retórico” y “excesivo” en muchos aspectos.

Y Javier García (PP) explicó que su grupo se abstiene dado que “quizá, la mejor fórmula para apostar la cultura es no reducir el presupuesto del departamento” correspondiente.