madrid - Estrella Morente ha vuelto a grabar, cinco años después, un disco de estudio y ha decidido que aunque ella “es” flamenca éste sea de copla porque así es ella, libérrima, tanto que le da pena que se metan con colegas que se salen del camino trillado: “¡Pobre Rosalía!... No debe de ser fácil”!, asegura.

Morente presentó ayer en el Teatro Real, “muy orgullosa” y como homenaje a su abuela Rosario, su disco (Concert Music), el último trabajo que preparó con su padre, Enrique Morente (1942-2010), y para el que sacaron del “baúl de la vida” doce “temazos” clásicos. Son “novelas en tres minutos” que llevan por título Madrina, Antonio Vargas Heredia, Soledad, Ay pena, penita, pena, La niña de puerta Oscura, El día que nací yo, Amante de abril y mayo, Triniá, Yo soy esa y Suspiros de España. “Pertenecen a varias generaciones de artistas diferentes e igual que cambia el reloj, el género se ha ido adaptando. La copla es todo un movimiento cultural, una fórmula para expresar sentimientos y que hay que descifrar como un jeroglífico”, explicó la artista (Granada, 1980).

Ahora, esas canciones, muchas de ellas de los compositores Quintero, León y Quiroga, se reciben “con otra relajación”, sin el sentido trágico de la vida que había en España cuando fueron compuestas, algunas hace más de ochenta años. “El amor es de otra manera, se expresa de otra manera y el desamor y la tragedia se entienden de otra forma”, recalcó. - Efe