PAMPLONA. El Departamento de Cultura, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra ha editado la publicación 'La fragilidad de un legado: patrimonio industrial en Navarra', una primera aproximación a las diversas manifestaciones que la industria ha dejado en la Comunidad foral.

Las autoras, Amaia Apraiz (coordinadora), y Ainara Martínez y María Romano como coautoras, lo definen como un punto de partida para futuras investigaciones "siendo conscientes de la imposibilidad de acometerlo sin que queden espacios incompletos y sabiendo que aún queda mucho por hacer en el tema de protección y difusión".

La obra, que ha sido presentada este jueves por la directora general de Cultura, Dori López Jurío, y por el director del Servicio de Patrimonio, Carlos Martínez Álava, se muestra como "una reivindicación del papel del patrimonio industrial en el territorio de Navarra, incidiendo en su preservación y protección, como algo no sólo del pasado (un conjunto de viejas fábricas, máquinas y artefactos), sino una manifestación cultural del presente que define a la sociedad del siglo XXI, así como testimonio de una historia reciente".

Para ello, las autoras se detienen en aspectos como el aprovechamiento de los recursos (agua, tierra, materiales forestales, hierro o piedra), la articulación de canales, caminos y vías férreas y la conformación de los espacios productivos. De esta forma, no sólo se refleja el patrimonio construido, a través de edificios e infraestructuras, sino que también se pone el interés en la maquinaria, la documentación y los paisajes que se han generado en torno a la industria.

El libro se divide en cinco capítulos, a lo largo de los cuales se profundiza en los principales hitos de la industrialización en Navarra.

En primer lugar, distinguen entre paisaje cultural, patrimonio construido, patrimonio mueble y patrimonio documental, "como los cuatro pilares de la industria, entendiendo que trabajar en patrimonio industrial supone enfrentarse a un complejo entramado en el que coinciden disciplinas aparentemente tan diversas como la arqueología, las ciencias aplicadas, la ingeniería, la economía, la historia o la sociología".

En segundo lugar, se abordan los paisajes industriales ferroviarios, como "ejes vertebradotes del territorio". Las autoras subrayan que "el desarrollo de los ferrocarriles fue fundamental para el despegue industrial de la provincia desde finales del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX".

El tercer capítulo desarrolla el patrimonio generado en torno al agua (molinos, canales, centrales hidroeléctricas, complejos hidráulicos, etc.). En el libro queda patente que el uso del agua en Navarra, como recurso hídrico, ha ido generando a lo largo de la historia "un interesantísimo patrimonio cultural vinculado a formas de hacer tradicionales, pero también a las más avanzadas tecnologías".

Por su parte, los paisajes agrícolas y forestales ocupan el capítulo cuarto. Así, harineras, trujales, industrias conserveras, industrias cárnicas, cooperativas y bodegas privadas, silos, azucareras, industria de la madera y del papel, son objeto de análisis en este apartado del libro.

Finalmente, el quinto capítulo está dedicado a la industria de la siderurgia, los altos hornos, arcilla, piedra y derivados. El Gobierno de Navarra ha editado 700 ejemplares de la publicación, que puede adquirirse a un precio de 22 euros.