Para el gran público, Navarra siempre será conocida, musicalmente hablando, por sus icónicos grupos de rock (duro, urbano... pongan la etiqueta que más les guste). Es obvio que el éxito multitudinario de bandas como Barricada o Marea ha traspasado nuestras fronteras. Sin embargo, esta tierra es también cantera de otro tipo de grupos (en realidad, siempre lo ha sido). Ahí están para demostrarlo los legados sonoros del “bicho” Josetxo Ezponda, Roberto C. Meyer y sus Brillantinas, Souvenir, Muy Fellini o, actualmente, Kokoshca o El Columpio Asesino. Esta segunda vertiente cada vez cuenta con más adeptos y, aunque no se puede decir que a todas las bandas aquí englobadas les una un mismo estilo, sí que comparten una cierta actitud de libertad formal, moviéndose muchas veces por los márgenes de la industria musical. El viernes pasado, dos de esos grupos actuaron en dos bares de Pamplona.

Los primeros en hacerlo fueron los chicos de Río Arga. El cuarteto está muy bregado en la escena musical de Pamplona (sus miembros han formado parte de Almanaque Zaragozano o Exnovios, por ejemplo). Facturan un pop sencillo y efectivo (dos guitarras eléctricas, bajo y batería) y lo interpretan de manera desapasionada, con cierta desidia, algo que puede recordar, por ejemplo, a algunos nombres del Donosti Sound como Aventuras de Kirlian o Le Mans. En sus letras, sin embargo, despliegan grandes dosis de ironía, como esa en la que esa en la que afirman “no me gustan mis canciones, todas suenan igual, no me gustan mis canciones, tres acordes y ya”. Evidentemente, en esos tres acordes reside toda la magia de la música pop, así como la de los propios Río Arga, que los combinan a las mil maravillas para crear sus cautivadoras melodías. En un par de canciones contaron con la voz de Oihana, del grupo Melenas, que pocos minutos después actuaban en el Nébula (los dos grupos comparten, además de amistad, a Laura en la batería). Antes de ir para allí, Río Arga se despidió con No te aguantó más.

Poco después, en el sótano del Nébula se presentaron las cuatro chicas de Melenas, que presentaban su nuevo epé, Ya no me importa / Si tú me quieres. Se trataba de un fugaz regreso a su ciudad natal después de tocar en Madrid y antes de emprender su segunda gira por Estados Unidos. Desde la parte de atrás del sótano abarrotado, público y músicos se confundían en un confuso baile al son de melodías tan irresistibles como las de Sales, con la que abrieron, Tú me haces lo mismo o la cuasi surf Volaremos, todas ellas incluidas en su primer disco (de título homónimo). Power pop contundente, con sugerentes dibujos de guitarra y el teclado subrayando las melodías, formando así un bloque sonoro homogéneo y contundente que causaba gozosos efectos en su público. Melenas y Río Arga se valen del mismo talento innato para crear, cada grupo a su manera, excelentes piezas pop. Dos grupos jóvenes, dos personalidades acusadas y un esplendoroso futuro por delante.