pamplona - El Orfeón Pamplonés ha presentado esta semana el coro intergeneracional formado por los niños del Coro Infantil (casi 70 voces entre los 6 y los 10 años) y por un grupo de quince residentes en Solera Urban, instalaciones que pertenecen al grupo Solera Asistencial, organización especializada en servicios a la tercera edad.

Los ensayos, que comenzaron a finales de enero, se celebran en la sede del Orfeón los martes de 18.00 a 19.30 horas. La idea es culminar con dos conciertos que tendrán lugar en el mes de mayo abiertos a todo el público. El trabajo conjunto entre ambos colectivos, tan dispares al menos en edad, está siendo muy positivo, cuentan la directora del Coro Infantil, Teresa Apesteguía, y la directora y trabajadora social de Solera Urban, Beatriz Apesteguía. Según la primera, “este proyecto intergeneracional ayuda, a través de la música, a superar posibles prejuicios entre ambas generaciones, favorece el entendimiento de mayores y pequeños. Queremos que los niños vean a los mayores como fuente de sabiduría y experiencia, pero que a su vez ellos se sientan útiles también compartiendo su frescura, alegría, a través del canto coral”, afirma Teresa Apesteguía, que añade: “Queremos que el coro infantil integre en su vida, a través de esta convivencia, valores tan importantes como la tolerancia, paciencia y empatía y a su vez que tengan una percepción menos sesgada de sus mayores”.

compartir emociones Por su parte, Solera Urban apuesta por “generar actividades dinámicas, atractivas y prácticas para todos ellos. Se trata de crear un espacio de interacción entre adultos mayores y niños con el fin de sensibilizar al público sobre la importancia de las relaciones niño/adulto. Entre los séniors, la actividad tiene múltiples beneficios como aumentar la responsabilidad, ya que tienen que trabajar para conseguir un resultado. Igualmente fortalece la memoria; recordar las canciones, las entonaciones, los tiempos de entrada, es un buen ejercicio de memoria. Por otro lado, fomentan las relaciones sociales, ya que en los ensayos hablan con ellos, les cuentan sus anécdotas de cuando eran jóvenes, comparten experiencias? y afloran emociones entre ellos”. Los residentes se desplazan “con mucha ilusión” hasta el centro de la ciudad para compartir con los pequeños las tardes de canto (los ensayos tienen lugar en la sede del Orfeón). Una vez finalizado el ensayo, practican en Urban las canciones para retener todo lo aprendido. - D.N.