hernani - El ministro de Cultura, José Guirao, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, presidieron ayer el acto de reinauguración de Chillida Leku, cuya reapertura es para el Gobierno de España “la gran noticia cultural de este periodo”.

Así habló ayer Guirao durante la ceremonia institucional, celebrada en el interior del caserío Zabalaga ante las autoridades locales y autonómicas, y personalidades de la cultura, la política y la sociedad vasca, mientras en el exterior, en las campas de Zabalaga, la lluvia caía sobre las grandes piezas de hierro y acero del artista donostiarra. Fue un acto mucho más sencillo, muy distinto, al de la inauguración del museo hace 18 años, el 16 de septiembre de 2000. En primer lugar, porque Chillida, que padecía ya Alzheimer, aún vivía, al igual que su mujer, Pilar Belzunce, tan importante para él en toda su trayectoria vital y creativa. Diferente también porque acudieron las más altas autoridades, los Reyes Juan Carlos y Sofía, y el entonces presidente, José María Aznar, junto al canciller alemán en esa etapa, Gerhard Schoeder. Y muy alejado además, en estos tiempos de paz, de aquella jornada en la que se descubrieron unos lanzagranadas colocados por ETA apuntando al museo, que no tuvieron mayores consecuencias, solo unas horas después de que la banda terrorista intentara asesinar al exconsejero socialista José Ramón Recalde.

“un lugar único en el mundo” Si aquel día la apertura oficial de Chillida Leku tuvo también su parte de alegato contra la violencia y el terrorismo etarra, ayer la atención se dirigió única y exclusivamente al nuevo proyecto del museo. El ministro de Cultura recordó que conoció Chillida Leku durante su etapa como director del Museo Reina Sofía, en una visita privada junto al escultor y su mujer. Para los amantes del arte, afirmó, es “como un lugar sagrado”. “Es un lugar único en el mundo, por la obra de Eduardo, que perdurará durante siglos, y único por cómo Eduardo consiguió la comunión entre la naturaleza y su obra. Pocos lugares en el mundo reflejarán de forma tan fiel el espíritu de un artista y de un lugar”, subrayó. Y aseguró que su reapertura “es la gran noticia de este periodo desde el punto de vista cultural”. “No exagero, quizá me deje levar por mi anterior vida, por mi recuerdo de Eduardo y Pilar y la relación con ellos, pero tratando de ser objetivo, y creo que lo soy, pocos lugares en este país representan cómo este lo que es el amor al arte, y lo que es mostrar el arte a la ciudadanía de la mejor manera posible”.

El lehendakari, por su parte, manifestó que “el mundo de la cultura y la escultura celebran la recuperación de este espacio único, soñado, ideado y creado por un artista excepcional de talla universal”. “Abre sus puertas para contemplar, caminar y sentir la obra de Eduardo Chillida, para investigar, contextualizar y difundir su legado”, añadió. “La imagen que Euskadi Basque Country proyecta al mundo se ha transformado profundamente a lo largo de los últimos años” y “buena parte de esa transformación se la debemos a la cultura y al arte, a la trayectoria y tesón de Eduardo Chillida y al compromiso de su familia”, terminó. - Efe