donostia - La actriz, guionista y directora de Vida perfecta, Leticia Dolera, estrenará esta tarde en el cine de Tabakalera de Donostia la nueva dramedia que la plataforma Movistar+ exhibirá en su plataforma a partir del 18 de octubre. Antes de llegar a la capital, la serie fue premiada en el festival Canneseries de la localidad gala con el galardón a Mejor serie y el Premio especial de interpretación para su trío protagonista. Precisamente, tras la exhibición del primer capítulo esta tarde -a partir de las 17.00 horas se repartirán en el punto de información las 20 entradas restantes-, Dolera y las actrices Celia Freijeiro y Aixa Villagrán participarán en un coloquio moderado por la periodista María Guerra.

Presenta en Donostia su nueva serie, ‘Vida perfecta’. Sin haberse estrenado ya acumula premios.

-Es maravilloso. Ha sido una sorpresa y estoy muy contenta por la serie y por todo el equipo.

Originalmente se llamaba ‘Déjate llevar’, pero tras el pase en Cannes han decidido mantener el título internacional de ‘Vida perfecta’.

-A la hora de plantear el título para el mercado internacional Déjate llevar en inglés no nos gustaba mucho. Siempre pensamos que el título en sí era algo que podía cambiar en cualquier momento. Es lo típico que vas dejando porque no encuentras algo mejor. En una reunión con el equipo de comunicación de la serie estuvimos hablando mucho rato. Si bien las protagonistas en un momento dado se dejan llevar, de lo que realmente habla la serie es de tres mujeres que buscan la vida perfecta, encajar en un estereotipo que les han enseñado. Trata sobre qué es lo que pasa cuando esa vida perfecta acaba boca abajo y te quedas sin ese plan o qué pasa si te obsesionas por conseguir esa vida perfecta y no la consigues.

Lo enfoca a través de tres personajes: María, interpretada por usted; Cristina (Celia Freijeiro) y Esther (Aixa Villagrán).

-María sueña con tener la familia perfecta. A través de este personaje analizamos cuáles son los nuevos modelos de familia. Mediante Cristina analizamos la figura de la superwoman: una mujer que llega a todo, buena madre, esposa, amiga, amante, que va al gimnasio, que viste siempre súper bien... Vemos qué es lo que pasa cuando esa vida aparentemente perfecta no te hace feliz. Con Esther analizamos el concepto de éxito. ¿Qué es una artista perfecta? ¿Una que vende mucho, que le gusta a un público mayoritario, a la crítica o a sí misma? En las imágenes promocionales el título de la serie lo escribimos del revés, porque la serie habla sobre cómo los cimientos que has construido acaban dados la vuelta. Además, creo que tiene mucho que ver con una crisis de edad, con la de los 35.

¿Usted ha sufrido esa crisis?

-(Ríe). Claro. Creo que estoy en crisis permanente. Cada cinco años hay un ciclo en el que te haces preguntas. Tengo la suerte de poder dedicarme a contar historias y esas preguntas las comparto con más gente.

Comenta que es una serie sobre encajar en determinadas etiquetas. Es un concepto que ya exploró en su primer filme, ‘Requisitos para ser una personal normal’.

-Totalmente. Me he dado cuenta de que yo tengo un temita con esto. No pasa nada, me parece bien. En mi primera película la protagonista quería encajar en un concepto de normalidad y aquí las protagonistas tienen que asumir que la vida perfecta no existe. También hay algo que transita a lo largo de la serie que es la sexualidad. Los tres personajes son mujeres con una vida sexual activa, donde toman la iniciativa y disfrutan de ella.

¿Los creadores de su generación están abordando historias que les son cercanas?

-Hay algo, sobre todo, en el mercado americano y anglosajón. En Noruega hay una serie, Young and Promising, que fue referente para nosotros. Hay muchas mujeres que son actrices, guionistas y directoras de sus proyectos y hablan de lo que les preocupa a ellas. Yo hablo de lo que me inquieta a mí, a las mujeres de mi entorno y a mis amigas. Todo nace de compartir la vida con amigas, las reflexiones, las preguntas y de sentir la necesidad de usar el lenguaje audiovisual para seguir profundizando en eso que nos remueve. Si bien las protagonistas son mujeres y trata temas como ser una superwoman, que es algo muy de género, pero además de esta visión de la serie, creo que tanto hombres como mujeres nos hemos sentido así en la vida, de plantearnos cuáles son los cimientos que estamos construyendo para nuestra vida, si van a ser definitivos, si van a poder cambiar... Todos intentamos encontrar nuestro lugar en la vida, de eso va la serie, porque la vida tiene luces y sombras y momentos llenos de imperfección.

¿El proceso creativo ha sido muy distinto al de su opera prima?

-Fue distinto en el sentido que ha sido mucho más mastodóntico. El proceso de escribir la Biblia de la serie, que lo hice sola antes de tener una cadena interesada, fue un proceso muy largo porque tenía que ver si realmente había una serie. Tenía una idea, unos personajes y la primera versión del piloto la tuve escrita bastante pronto pero tenía que ver si había un arco suficiente de recorrido para una serie. La Biblia me costó un año y los guiones, otros dos.

¿Cómo ha planteado la serie?

-He intentado que cada capítulo tuviera una temática concreta y que fuera autoconclusivo y, a la vez, te dejara con interés para el siguiente. Quería que cada episodio fuera como una minipelícula y que los personajes tuvieran un arco que se desarrollase durante toda la serie.

¿Es, entonces, una temporada única?

-Es una serie de personajes, no de trama. No es un thriller en el que haya que resolver un caso. Está construida desde los personajes, lo que te permite seguir ahondando en la vida de estas mujeres durante más tiempo. También es verdad que para mí era muy importante que cuando acabase la primera temporada, diese la sensación de que habíamos contado la historia de principio a fin, que no parezca que ha quedado inacabada. La vida sigue, pero se cierran los arcos de los tres personajes.

¿Está preparando algún otro proyecto?

-Acabo la posproducción de Vida perfecta la semana que viene, lo que significará culminar un proyecto de cuatro años. Tengo ideas en la cabeza de cosas que me apetece hacer, pero primero voy a parar, irme de vacaciones y luego lo que necesito es leer mucho y ver mucho cine. Estoy necesitada de nutrirme.

¿Le molesta que los periodistas le preguntemos como referente del feminismo y que eso oculte, en cierta manera, sus obras?

-Nunca he evitado una pregunta a un periodista. Me parece bien que la prensa me pregunte sobre lo que considere necesario y yo contestaré lo mejor que pueda. Es cierto que el libro de Morder la manzana que publiqué era un libro sobre teoría feminista y en las entrevistas únicamente hablaba de ello. Ahora he estrenado la película ¿Qué te juegas? y este año estrenaré la serie, así que sí, supongo que está bien hablar de lo que una hace.