En la Finca La Noria, ubicada en el mismo corazón del valle del Ebro, en Buñuel, cultivan más de 60 productos ecológicos de la huerta navarra en sus 100 hectáreas de extensión y distribuyen directamente a particulares a domicilio, tiendas y restaurantes bajo la marca Bio Trailla. Un proyecto que incluye no sólo la producción ecológica de verduras, también la recuperación del ecosistema con un tratamiento integral, en el que caben desde la introducción de insectos polinizadores o controladores de plagas, como las mariquitas, hasta la instalación de postes para rapaces y el control natural de roedores, la plantación de árboles que recuperen el entorno tal y como fue en el pasado o un sistema de gestión inteligente del agua.

Espárragos, guisantes, remolacha, tomate, melones, acelgas, brócoli, guisantes, kale o peras son algunos de los productos que Carlos Álvarez junto a su hermana Natuca cultivan, todos ellos certificados por el CPAEN, el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra.

“Desde siempre hemos cultivado nuestras verduras ecológicas para consumo familiar: sin pesticidas, ni herbicidas, ni abonos químicos y, por supuesto, sin transgénicos. Son alimentos sanos, con su sabor y aroma naturales”, cuenta Carlos Álvarez, gerente de Bio Trailla. Además de comercializar las hortalizas, verduras y frutas a particulares de toda España y a tiendas y restaurantes, puntualmente exportan los productos frescos y de temporada a Europa y también suministran a la industria conservera y congeladora. Una treintena de personas se encargan de recoger los alimentos cada mañana, preparar los pedidos y hacer los envíos. “Toda nuestra producción y elaboración se hace en ecológico”. Álvarez cogió hace diez años las riendas de la finca familiar y decidió “darle una vuelta” al negocio. Hasta entonces, varias generaciones se habían encargado de cultivos extensivos, sobre todo, de cereales. “Mi bisabuela Eufrasia puso la finca en regadío en 1914”, recuerda.

Cuando él se incorporó decidieron transformarla en ecológico: “Por convicción, por cuidar el medio ambiente y porque queríamos hacer las cosas de otra manera”. De esta forma, reconoce que es el modo de vida en el que creen y el que llevan a cabo, más allá del interés económico. “La gestión eficiente del agua, cuidar la microfauna y favorecer el equilibrio natural, la biodiversidad... Es nuestra forma de vida”, sostiene. Y es que en La Noria no sólo se producen verduras, también se cuida de manera exquisita el ecosistema. “No se trata sólo de obtener verdura ecológica, nuestro compromiso con el medio ambiente va más allá, por lo que tratamos de recuperar el ecosistema y dejarlo como era en tiempos de nuestra bisabuela plantando árboles, cuidando la polinización con colmenas, introduciendo insectos que controlan las plagas, como las mariquitas, o favoreciendo la presencia de rapaces con postes de nidificación para que haya un control natural de las plagas de roedores”. Como ejemplo de su trabajo está también el de recuperar árboles como los almendros centenarios. “Lo normal es que un almendro tenga una vida en torno a catorce años, cuando los nuestros tienen 120 años y siguen produciendo; puede que no den la cantidad que se obtiene en convencional, pero la calidad y el hecho de ponerlos en producción a nosotros nos motiva, y eso nos basta”.

Cestas a domicilio para toda España A través de un sistema de entrega de cajas de verdura ecológica a domicilio, bajo la marca Bio Trailla, llegan a todos los domicilios de la geografía española los manjares de la huerta ribera. “Llevamos el nombre de Navarra por toda España, principalmente en Madrid y Barcelona, que es donde están nuestros clientes”. Reconoce que el origen navarro “es un pasaporte que te abre puertas”. Para ello, tienen disponibles diferentes tipos de cestas, ya sean cerradas o al gusto del consumidor y de diferentes kilos. “La gran ventaja de nuestro servicio es que al ser los alimentos 100% nuestros, recogemos el producto en el campo a diario y al día siguiente se entrega en el domicilio sea donde sea. Nuestro eslogan es de la huerta a tu casa en 25 horas”.

Conscientes de la importancia de consumir alimentos ecológicos, frescos, naturales y de temporada, ofrecen un servicio sin intermediarios que hace que los costes no sean muy elevados. “La compra nos la hacen directamente a nosotros, al productor”. Aunque repartan por toda la geografía navarra, los “esfuerzos comerciales” de Carlos y Natuca han hecho que sus principales clientes se repartan por toda España. Semanalmente, envían “varios cientos” de cestas ecos. Entre su clientela, también, se encuentran restaurantes y tiendas que no forman parte de las grandes cadenas. “Nuestra filosofía es el trato cercano y directo y, por eso, distribuimos a los restaurantes y las tiendas que valoran al productor y a los alimentos ecológicos”. Tanto es así que, en varios restaurantes madrileños la clientela sabe que el cardo y los cogollos que comen son producidos por Carlos en Buñuel. “No queremos ser un mero productor, sino con nombre y apellidos, con una marca y que llega directamente al final, al consumidor”.

Carlos y Natuca no entienden el concepto de finca ecológica sin ganadería y en su finca de más de 100 hectáreas conviven ovejas, patos, pavos, cisnes, gallinas y hasta hace poco ciervos. “Nos permiten completar el círculo ecológico dado que se alimentan con los excedentes de la huerta ecológica y nos ayudan a abonar la finca con el estiércol que generan”.

cajas ecológicas y solidarias

Apoyo. A veces, las producciones de verduras y hortalizas tienen excedentes. A través del Banco de Alimentos de Navarra, la familia Álvarez dona todas las sobras “en perfecto estado”. También, disponen de la opción de las cestas solidarias para personas que carecen de recursos. De esta manera, una persona puede comprar la cesta para ser entregada a una familia con necesidades. “El anonimato está garantizado tanto para el comprador como para la familia receptora”, sostiene. La asignación de familias necesitadas la realizan con la ayuda de Cáritas.