pamplona - A partir de enero, Alfredo Sanzol (Pamplona, 1972) dirigirá el Centro Dramático Nacional (CDN). Preguntado por las principales líneas de su trabajo en esta nueva etapa, indicó que la base del proyecto que presentó al comité que le eligió para el cargo “está en el apoyo y en la generación de nueva dramaturgia”.

Para Sanzol, “el trabajo de los autores teatrales tiene un papel fundamental para la sociedad; se convierte en reveladores de cómo se encuentra una sociedad en un determinado momento. Lo hacen de muchas maneras, con una historia conectada a la actualidad o a través de la fantasía más loca”. En ese sentido, si no se promueve a los dramaturgos españoles “vamos a usar las historias de los autores de otros lugares y a veces los imaginarios pueden llegar a quedarse sin voz”. Para evitarlo, como director del CDN aportará más presupuesto del que se destina actualmente a este asunto, y lo hará por la vía del encargo “de textos de obras que se producirán y se estrenarán”. El autor también se centrará en desarrollar la dirección de escena, trabajando con esos textos nuevos, con textos contemporáneos españoles o de otros países y textos de grandes autores. Y, muy conectado a la puesta en escena, la interpretación. “Es esencial no olvidar que el trabajo del intérprete va renovando el discurso en las artes escénicas”, indicó. Y añadió: “El intérprete sube al escenario su cuerpo y el cuerpo trae memoria del presente, de la calle. Los cuerpos de ahora no son los que tenían nuestros padres y abuelos, cambian al compás de la sociedad; los cuerpos tienen memoria y una manera de transmitir las cosas y atender a esos cuerpos genera discurso”. En opinión de Sanzol, “a veces parece que los actores deben encajar con un ideal y su trabajo se deshumaniza; más en el caso de las mujeres, a las que en ocasiones se les exige que fuercen el cuerpo para que se parezca a los cuerpos que alguien ha decidido en un despacho. El objetivo último del trabajo siempre es lograr la tarea para la que estamos todos aquí haciendo una sociedad, que es enriquecernos como seres humanos. No tenemos otra misión, lo demás son adornos”, afirmó.

20 años juntos El pasado lunes, Sanzol recibió su sexto Premio Max, esta vez por La ternura. Y se fue muy especial, ya que este montaje lo ha realizado “con gran parte del reparto que estuvo conmigo cuando hice Como los griegos, en 1999”. En ese sentido, este premio “ha tenido algo de celebración por estos veinte años que llevamos trabajando juntos”.

Hasta la fecha, Alfredo Sanzol ha recibido seis Max, cuatro de ellos a mejor autoría teatral: Delicadas, 2011; Días estupendos, 2012; En la luna, 2013; La respiración, 2017. Además, En la Luna y La Ternura, ganaron el Max a mejor espectáculo. Esta temporada ha estrenado La valentía, que se vio en el Gayarre y volverá en verano a Olite, y ha dirigido Luces de Bohemia para el CDN y una adaptación de El barberillo de Lavapiés para el Teatro de la Zarzuela. - A.O.L.