Navarra se ha convertido en los últimos años en un territorio atractivo para la producción audiovisual. Sin duda, el incentivo fiscal específico y la inclusión de las industrias digitales y creativas en la estrategia de especialización inteligente de la comunidad tienen mucho que ver. También la madurez de la Navarra Film Commission, que este año cumple diez años y consolida su papel de dar servicios de facilitación y acompañamiento a la industria audiovisual. La evolución de las ayudas directas, con la recuperación de las ayudas a desarrollo y la creación de una nueva línea para fomentar que los profesionales navarros acudan a festivales y mercados, también han contribuido al impulso del sector audiovisual en Navarra.

Seguramente, una de las claves de los buenos resultados que se van obteniendo resida en el alineamiento de los recursos públicos para el cumplimiento de este objetivo: por primera vez, los departamentos de Desarrollo Económico y de Cultura trabajan de forma conjunta con la mirada puesta en una industria cultural, lo mismo que las dos sociedades públicas que dependen de ambos departamentos: SODENA y NICDO. El Servicio Navarro de Empleo y Hacienda Foral de Navarra también dedican esfuerzos y se implican en esta tarea conjunta.

Navarra es un excelente plató natural. Según un estudio cualitativo y de impacto económico realizado por la Navarra Film Commission en diciembre de 2017, y basado en las respuestas de productoras que realizaron rodajes en Navarra entre 2015 y 2017, los rodajes llegan a nuestra comunidad, en un 50% de los casos, por la calidad y variedad de las localizaciones navarras. En algo más de un 20% de los casos, se acercan atraídos por la existencia del incentivo fiscal, mientras que la facilidad administrativa y la cercanía de la Administración de la Comunidad Foral es una de las razones aducidas por el 15% de las productoras consultadas.

Ese estudio arrojó también datos de impacto económico relevantes, como los 37,4 millones de euros de gasto directo generado en Navarra por estos proyectos entre 2015 y 2017.

En cuanto a las ayudas al sector audiovisual, la Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra convoca anualmente “Generazinema”, una convocatoria con varias líneas de ayudas a la producción de largometrajes y cortometrajes, así como al desarrollo de proyectos de producción de largometrajes. Las ayudas a desarrollo se han revelado como una de las líneas más interesantes de apoyo, importante para que las productoras puedan llevar a cabo productos de calidad. En esta línea, sería interesante analizar la posibilidad de dar ayudas también al desarrollo de guiones, tanto para largometrajes como para series de ficción.

Otra de las líneas es “Generazinema Exporta”, ayudas para acudir a festivales y mercados, nacionales e internacionales, que permiten a nuestros profesionales afrontar con más holgura los viajes fuera de nuestra comunidad, algo fundamental para el arranque de los proyectos, y también para la última fase de la exhibición.

Las ayudas indirectas se canalizan a través del incentivo fiscal navarro, regulado por la Ley Foral del Impuesto de Sociedades. En pleno funcionamiento desde su refrendo por Europa en 2016, es una herramienta viva, que está siendo continuamente evaluada por los equipos de Cultura, Desarrollo Económico y Hacienda del Gobierno de Navarra, para introducir pequeños cambios que lo vayan mejorando. A diferencia de otros incentivos, obliga a direccionar parte del gasto en territorio navarro, con la idea de permitir el desarrollo y el fomento del empleo en varios sectores económicos, pero muy fundamentalmente en el de los profesionales de la industria audiovisual.

En comparación con los regímenes fiscales aplicables en el resto de España, puede destacarse respecto del régimen foral navarro que establece unos porcentajes de deducción superiores (35%) a los vigentes en territorio común y País Vasco, aunque inferiores a los reconocidos por Canarias. Recoge la figura del financiador de producciones cinematográficas (factor diferencial al resto del Estado). Además, en el caso de Navarra la ejecución puede referirse a una producción tanto nacional como internacional, ofreciendo un ámbito de aplicación de la deducción más amplio, al no limitar su aplicación a la ejecución de producciones extranjeras.

Todos estos caminos están trazados desde diferentes instancias del Gobierno de Navarra. El sector audiovisual, por su parte, está bien organizado a través del CLAVNA y de NAPAR, de modo que se va dando forma a la apuesta clara por el sector audiovisual como uno de los sectores estratégicos en nuestra comunidad. El marco de cooperación fluida entre agentes de Navarra, públicos y privados, está dando sus frutos. Los datos, no sólo sobre rodajes en estos últimos años, sino también sobre la atracción de tejido industrial y de ayuda a la implantación de empresas en Navarra, nos permiten sin duda ser optimistas.

La autora es consejera en funciones de Cultura, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra