madrid - La actriz Encarna Paso, que participó en la película ganadora de un Oscar Volver a empezar, falleció ayer a los 88 años. Paso consolidó su carrera en el teatro, pero también participó en títulos emblemáticos de la cinematografía española como la citada Volver a empezar con José Luis Garci, en la que daba vida a la novia de juventud del escritor protagonista (interpretado por Antonio Ferrandis). En ese filme fue Elena, la protagonista de la primera película en español en conseguir un Oscar, pero en su dilatada carrera, Encarna Paso también encarnó a Livia de Yo, Claudio o Doña Encarna en Demonios en el jardín, por el que consiguió la medalla a la mejor actriz del Círculo de Escritores Cinematográficos.

Nieta del dramaturgo Antonio Paso y sobrina de los autores Alfonso y Manuel Paso, nació el 25 de marzo de 1931 en Madrid, ciudad donde también falleció tras pisar muchos de sus escenarios como del resto de España. A su vez fue madre de Juan Calot, con quien ha trabajado en diversas ocasiones, como en el montaje Próxima parada, Felicidad.

Comenzó muy joven, a los 14 años en la película Botón de Ancla (1948), de Ramón Torrado, aunque fue el teatro el que le brindó su debut profesional, de la mano de la compañía de Milagros Leal y Salvador Soler Mari, pasando después a la de Catalina Barcena, con la que interpretó obras de Bernard Shaw, Martínez Sierra, Julio Alejandro y Carlos Arniches. Al teatro dedicó buena parte de su actividad profesional, desde las comedias del repertorio español con Ismael Merlo a Las moscas y Los secuestradores de Altona, de Sarte; de La casa de Bernarda Alba y Doña Rosita, la soltera, de Lorca, a “Oye patria, mi aflicción”, de Arrabal; de “Muerte de un viajante”, de Miller a “El cementerio de los pájaros”, de Gala. Ningún registro se le resistió.

Ni el clásico, ya que en 2004 fue una malévola y sobria Livia en “Yo, Claudio”, bajo la dirección de José Carlos Plaza y con Héctor Alterio como emperador, en el montaje que se estrenó en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, basado en la obra homónima de Robert Graves.

La obra, que inauguró la programación de la 50 edición de dicho festival tuvo una gran aceptación de público, con llenos absolutos, y la crítica destacó las magistrales interpretaciones de sus protagonistas, que volverían después a esos papeles girando por distintos festivales de verano y teatros del país.

El gran público la conoció más por sus trabajos en cine y televisión. En la gran pantalla trabajó con algunos de los mejores cineastas del país, dejando títulos para la memoria c y en televisión, en series como Ramón y Cajal, Hermanos de leche o Compuesta y sin novio, y en el espacio dedicado al teatro Estudio 1 con las obras de Arthur Miller. - Efe