Pamplona. Pasa de dirigir Global Servicios Culturales y presidir Kuna, Asociación de Profesionales del Gestor Cultural, a ser la máxima responsable de la cultura en Navarra.

¿Qué le llevó a aceptar el puesto?

Cuando me ofrecieron el cargo sentí sorpresa, emoción y agradecimiento. Entonces, reflexioné sobre qué podía aportar y creí que mi bagaje y mi experiencia desde el sector privado y la gestión, al mismo tiempo que mi conocimiento del sector y sus agentes, podían aportar puntos de vista diferentes de cara a pensar en una planificación estratégica de políticas culturales que favorecieran a la ciudadanía pero también al sector.

¿Qué es la cultura para Rebeca Esnaola y, por ende, para el Gobierno de Navarra teniendo en cuenta que el acuerdo programático incluye destinar, como mínimo, el 1% de los Presupuestos Generales a garantizar una suficiente financiación pública de la cultura?

La cultura, y también el deporte, son tanto para mí como para este gobierno elementos vertebradores indiscutibles que favorecen la cohesión territorial, social y comunitaria. Son espacios de encuentro donde las diferencias pueden entrar en diálogo, donde podemos construir una sociedad mejor, plural y respetuosa con la diferencia. Son elementos que trabajaremos de manera transversal con otras consejerías y entidades para que estén presentes en el ADN de nuestra comunidad y en el de cada persona. El acuerdo programático, en el terreno cultural, incluye un total de 21 puntos referenciales.

¿Cuáles serán sus prioridades?

Entre los primeros pasos que daremos será el desarrollo de la Ley de Derechos Culturales, que ya marca una hoja de ruta en cuestiones fundamentales como el acceso universal a la cultura, el derecho a la participación en la vida cultural y el respeto a la diversidad, así como en una serie de acciones más concretas. Otra cuestión que abordaremos será la evaluación del Plan Estratégico de Cultura y, a partir de ahí, estableceremos si hay que reformular, avanzar o reconducir en alguna otra dirección. En cuanto a cuestiones más concretas, revisaremos las convocatorias. Nos gustaría, de cara al año que viene, plantear unas convocatorias ajustadas al calendario real que demandan las entidades, que no siempre va demasiado bien acompasado, y queremos recoger sus inquietudes para dar respuesta a sus necesidades. De hecho, con el aumento presupuestario se prevé una mayor dotación para el sistema de subvenciones.

¿Cómo se va a llevar a cabo? ¿De dónde saldrá ese dinero?

Lo primero que hay que hacer es evaluar estas convocatorias para darnos cuenta de dónde hay que poner el foco, cuáles son las necesidades económicas y las no económicas y valorar si se mantiene el sistema actual o no y, a partir de ahí, estudiaremos el presupuesto. Todavía es prematuro poder decir de dónde saldrá el dinero y cómo lo llevaremos a cabo.

Durante su toma de posesión hizo hincapié en el apoyo a la iniciativa de agentes culturales que ayuden en la construcción de una sociedad cultural.

El apoyo a la profesionalización del sector y al emprendimiento cultural es uno de los pilares que ha de llevarse a cabo en estos cuatro años. Debemos plantearnos qué podemos ofrecer al sector para ayudar en la profesionalización y el emprendimiento y hacerlo corresponsable en este camino. Pero, al mismo tiempo, me parece fundamental establecer contactos y sinergias con otras entidades que tienen que estar en este trabajo, como Desarrollo Económico, el Servicio Navarro de Empleo o el CEIN, por ejemplo. Tenemos que trabajar de manera colaborativa para poder dar una buena atención y tejer una red sólida de empresas culturales.

Asume el puesto con una Ley de Derechos Culturales recién salida del horno que pretende situar a Navarra entre las políticas culturales europeas de vanguardia. ¿Lo logrará?

Vamos a trabajar con ese horizonte. Tenemos por delante cuatro años y espero que, después de este tiempo, pueda echar la vista atrás y ver que hemos sido capaces de impulsar y generar un desarrollo extraordinario en cultura, siendo más vanguardistas, estando mejor posicionados y teniendo una mayor visibilidad.

Ha apostado por Ignacio Apezteguía como director general de Cultura, una figura que viene, al igual que usted, de la gestión privada. ¿Qué le llevó a confiarle este puesto?

Coincidí con él trabajando ambos en el ámbito privado y la sintonía en la forma de acometer proyecto y entender la gestión fue mutua, con una mirada eficaz y eficiente al mismo tiempo que de escucha a las necesidades de las personas. En lo personal, también nos compenetramos bien, hay confianza y eso es fundamental para liderar un equipo.

En una entrevista a este mismo periódico, cuando aún era la presidenta de Kuna, usted misma decía que "es fundamental que las instituciones consideren que la cultura es un eje vertebrador de la política en mayúsculas y de todos los ámbitos". Ahora, usted es la institución. ¿Cómo va a cuidar ese bien que denominó como "personal y, al mismo tiempo, común"?

Trabajando desde el convencimiento de que esto es así y compartir esta creencia con el resto de agentes, empezando por la propia institución. Las diferentes secciones del departamento y el personal técnico deben ser el referente y el altavoz de todo nuestro trabajo hacia el sector. Y, también, trabajando con el resto de compañeras y compañeros del Gobierno. Es fundamental llevar a cabo proyectos en común entre las diferentes consejerías y, al mismo tiempo, transmitir a las entidades locales un acercamiento para que sientan que participan con voz y opinión en este plan.

Es decir, va a cumplir lo que pedía en la misma entrevista, que era ampliar el camino de participación que se ha tomado.

Hay que ampliarlo y resituarlo. La participación a veces tiene un doble filo porque genera expectativas que luego se pueden frustrar. Pero sabiendo resolver bien esta cuestión, creo que la participación de todas estas entidades va a ser fundamental para impulsar al sector y hacerlo crecer.

Como gestora, ¿considera que esta figura debe estar presente en instituciones clave como, por ejemplo, el Consejo Navarro de la Cultura y las Artes?

Sí, desde luego que sí. De hecho, la propia ley lo recoge. Los gestores culturales tienen un papel fundamental en cuanto a la mediación entre la creación, los creadores y el público. Sin esta figura, la cultura no estaría bien entendida.

Ha mencionado antes el Plan Estratégico de Cultura, cuya elaboración inició unos procesos de participación muy interesantes. ¿De qué manera se va a gestionar todo eso?

El Plan Estratégico necesita ahora una evaluación que ya se está haciendo. A partir de ahí, habrá que ver qué puntos hay que retomar, cuáles han quedado bien fundamentados y cuáles hay que reconducir. En esos grupos de trabajo surgieron planes de impulso al teatro, a la danza.... que hay que retomar.

El Observatorio de la Cultura ¿es un recurso fundamental que hay que impulsar?

Tanto el Observatorio como el Portal Digital de la Cultura en Navarra son dos recursos estratégicos que debemos conseguir implementar de manera completa. Facilitan la accesibilidad a una información que serviría para los gestores y los creadores y resultan realmente útiles para un trabajo conjunto y común.

Una apuesta por la creación y la investigación artística fue dotar de herramientas para ello al Centro Huarte de Arte Contemporáneo. ¿Qué va a suceder con él? ¿Se va a mantener la codirección del centro?

Es verdad que las cuatro personas que codirigen el Centro Huarte lo están haciendo fenomenal y han centrado su objetivo en la investigación, la formación y la creación a través de residencias artísticas. Creo que la fórmula está dando buenos resultados. En breve finaliza el plazo que se había dado inicialmente y hay que evaluar y revisar. Hasta no haber visto estos resultados, no me atrevo a decir qué línea ha de seguir el centro, si será continuista o no.

La polémica está servida en lo que se refiere a las oposiciones celebradas en el Conservatorio Superior. A pesar de ser esta una cuestión dependiente del departamento de Educación, afecta a la comunidad artística. ¿Se pondrá en contacto con Carlos Gimeno, el nuevo consejero de dicho departamento, para abordar esta problemática?

Es el departamento de Educación quien debe abordar este asunto. Pero, como he dicho antes, queremos trabajar de manera conjunta y en el momento en el que Gimeno y yo consideremos oportuno podremos tratar el tema de las enseñanzas artísticas y musicales porque desde Cultura siempre podemos aportar una reflexión.

¿Tiene pensado desplegar líneas de trabajo como el fomento de la participación en ferias, festivales y giras fuera de la Comunidad Foral?

En el Servicio de Acción Cultural tenemos ideas y ya veremos de qué manera estructuramos diferentes cuestiones para ello. Por un lado, los programas culturales que ya se vienen desarrollando, como Olite o la Semana de Música Antigua de Estella, para darles el mayor recorrido y la mayor expansión en el tiempo y en cuanto al tipo de actividad. Por otro lado, está la atención al sector en vías de profesionalización, donde vamos a introducir también la idea de trabajar de cara a una visibilidad hacia el exterior. Y luego está el desarrollo de otro sector fundamental, que será el audiovisual y los nuevos sectores emergentes. Iremos viendo en qué se concretan las acciones, que podrán ser en ferias, encuentros o trabajo en común. Todavía no lo sé, pero ahí se alojará la proyección al exterior.

Respecto al área audiovisual, ¿seguirá siendo una prioridad dentro de la Estrategia de Especialización Inteligente, también conocida como S3?

Entendemos que así ha de serlo. Ahora mismo, el área audiovisual está en manos de diferentes agentes, como la Navarra Film Commission, el Punto de Vista, la Filmoteca... Pero una de las principales tareas será establecer una coordinación para que el sector audiovisual siga creciendo.

¿Y qué me dice del teatro y la danza? Dos de los sectores, quizás, más vulnerables.

Me atrevería a decir que más la danza que el teatro, pero en cualquier caso son dos sectores que siempre han necesitado una atención especial. Porque son, especialmente la danza, sectores más minoritarios en los que hay que hacer mucho trabajo para animar al público a acudir a sus espectáculos y que los valoren. Existen ya planes de impulso que se hicieron en la pasada legislatura que habrá que valorar para terminar de definir la hoja de ruta. Pero desde el departamento nos gustaría transmitir la confianza de que estaremos ahí también y que son sectores que siempre estarán presentes cuando hablemos de innovación, de apertura.

El estatuto de la Orquesta Sinfónica de Navarra obliga a la institución, entre otros aspectos, a garantizar los derechos de accesibilidad a la cultura y a facilitar la diversidad cultural de esta Comunidad, llegando a todos los estratos de la sociedad. ¿De qué manera afecta esto al ciudadano de a pie?

En los últimos años el trabajo con la Orquesta Sinfónica está saliendo de los auditorios. Ha participado en el programa de la Semana de Música Antigua de Estella, estuvo también en la plaza del Castillo con motivo del Privilegio de la Unión, ha estado en Roncal... Es decir, desde la Fundación Baluarte hay una intención de proximidad y cercanía con el ciudadano, y el ciudadano también lo entiende así. Y la recién incorporada nueva gerente de Baluarte tiene una idea que sigue esta línea de encuentro.

El Navarra Arena está dando sus frutos y despunta como recinto estratégico tanto en lo cultural como en lo deportivo. ¿Qué intenciones se tienen con este espacio?

Ha cumplido un año desde su apertura y ha resultado ser una infraestructura idónea para eventos culturales y deportivos de gran formato pero también para los de pequeño y mediano formato. Y, sobre todo, un aspecto muy interesante es que el público está respondiendo muy bien, tanto el local como el de comunidades próximas. Ahora toca reflexionar en cuanto a la estrategia a seguir para que esta infraestructura sea realmente un verdadero motor de desarrollo económico y de cohesión territorial.

Las bibliotecas, los archivos y los museos están haciendo un importante esfuerzo por acercarse más a la ciudadanía. ¿Se pondrán en marcha algunas iniciativas que les sirvan de impulso?

En los tres servicios está establecida ya la idea de la visibilidad, difusión, divulgación y comunicación con el ciudadano. Estamos trabajando para que la interrelación entre los servicios sea una cuestión real, que los directores y directoras puedan aportarse unos a otros. Está siendo muy interesante el trabajo del Museo de Navarra con el programa de mediación Somos vecinos/as, el programa expositivo del Archivo que acerca a la ciudadanía y la labor de las bibliotecas como verdaderos lugares de encuentro. Este es el camino a seguir, el del acercamiento, para sentirnos de alguna manera parte de ese patrimonio del que disfrutamos y vivimos.

Da la sensación de que este departamento será bastante continuista con el anterior. ¿Hay algún punto claramente diferencial?

La diferenciación va a venir, fundamentalmente, por un aspecto, que es la transversalidad en cuanto a proyectos compartidos, tanto desde la concepción como en la ejecución y en su divulgación. Desconozco si esto no se realizó porque no fuera prioritario o porque los tiempos no dieron para ello, y es cierto que a veces es complicado. Y también vamos a trabajar con las entidades locales muy presentes, lo que permitirá impulsar de alguna manera el sector. Aunque es cierto que para ver todo esto antes tenemos que valorar todo lo que se ha venido haciendo hasta ahora.