pamplona - Nació en Ecuador y apenas lleva dos años en Pamplona, pero ya ha establecido vínculos artísticos, en gran medida gracias a sus estudios en la Escuela de Arte, a su inquietud por compartir y la herencia familiar, no en vano es hija del pintor Juan Manuel Fernández Cuichán. En K/LE fusionará su trabajo con la danza contemporánea que le ha propuesto Wessel, bailarín holandés formado en La Faktoría que los sábados acostumbra a acudir a la plaza del Castillo cargado con tizas de colores para atraer a los más pequeños y, a partir de ahí, animarles a bailar. Entre los dos, y con la colaboración del público, tratarán de lanzar un mensaje a favor de la convivencia el sábado, a partir de las 12.00 horas, por la mañana en la calle Tudela.

¿Cómo se introdujo en el ámbito artístico de Pamplona?

-Vine de Ecuador hace dos años y me matriculé en la Escuela de Arte, concretamente en Grabado y Técnicas de estampación, lo que me permitió ampliar lo que ya hacía en Ecuador.

Donde ya practicaba el arte urbano.

-Sí, desde niña me ha llamado la atención y siempre que puedo voy buscando y estudiando y mejorar. La creatividad es una forma que uso para expresar lo que siento o me preocupa en cada momento.

¿Qué le interesa en particular del grafiti y de la pintura mural?

-Me parece que son prácticas que me permiten compartir, que es lo que quiero hacer a través del arte. La pintura tiene que ver con eso, aunque a veces está un poco lejos de la gente. Yo intento generar emociones y sensaciones en las personas que van por la calle y de pronto ven algo pintado en una pared. Hay personas que por miedo o timidez no se acercan a los artistas, pero yo creo que somos nosotros los que nos tenemos que acercar a la gente.

¿Esa es la idea que subyace en la performance que ha preparado con Wessel para el sábado?

-Así es. Recuerdo que Mikel (Artxanko) contactó conmigo a través de mi profesora de Grabado y primero me propuso exponer en una de las taquillas. Me pareció bien porque ya había expuesto en la UPNA y tenía obras para mostrar. Luego, cuando hablamos de que este festival trataba de establecer contacto con la gente, conocí a Wessel, que hace danza contemporánea, y se nos ocurrió la colaboración. Yo voy a empezar realizando una pintura efímera con tizas y espero que la gente participe aportando sus puntos de vista, expresando sus emociones o sus mensajes... Quiero que las personas lleguen a ese punto de empezar a expresar sus propias ideas.

La temática central del trabajo que mostrará estos días y de sus obras en general es la convivencia.

-Sí. Quiero resaltar este tema. Yo llevo dos años en Pamplona y me ha costado un poco convivir aquí porque por un lado te cuesta que te acepten porque eres migrante y por otro a ti te cuesta aceptar algunas cosas también por eso. Adaptarse no es fácil, pero tenemos que convivir y aceptar las diferencias que existen entre las personas e incluirlas en lo que queremos hacer, y para eso no hay mejor manera que el arte, que lo abarca todo.