pamplona - La obra de Koldo Chamorro se rescatará del olvido y el silencio en la primera gran exposición temporal del Museo de Navarra en este recién estrenado 2020. El 20 de febrero se inaugurará El Santo Christo Ibérico, una muestra con 103 fotografías dedicada al proyecto homónimo del fotógrafo navarro -uno de sus grandes monográficos- en el que el creador invirtió casi más de veinte años de trabajo recorriendo el país en busca de las huellas de la cruz en un momento histórico decisivo, como fueron los últimos años del franquismo y los primeros de la Transición.

Clemente Bernad comisaria esta exposición, que se podrá visitar en Pamplona hasta el 18 de mayo y que contará con un audiovisual sobre la figura y obra de Koldo Chamorro, así como la edición, de manera conjunta entre el centro cultural contemporáneo La Fábrica y el Gobierno de Navarra, de un completo libro sobre El Santo Christo Ibérico. La muestra viajará además en verano a PHotoEspaña: en el marco del festival se verá en junio en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid (se están negociando otras itinerancias desde el Museo de Navarra, pero aún no hay nada concreto).

Clemente Bernad celebra que El Santo Christo Ibérico vea la luz. "Desde que murió Koldo, en 2009, no se había hecho prácticamente nada sobre su obra. Estaba muy olvidada, silenciada. Hubo una exposición colectiva que se hizo entre Barcelona, Madrid y San Sebastián, pero nada más", apunta. La idea del proyecto expositivo que se inaugura el mes que viene se remonta a hace casi tres años. "El Museo de Navarra ya se planteó entonces programar una exposición sobre Koldo, y de forma acertada, entre su hija que es la heredera de la obra y el museo, contando con opiniones de gente de alrededor, se decidió dedicar esa muestra a uno de los grandes temas de este fotógrafo tan poco conocido por la gente, porque no tiene aún ni un solo libro monográfico...", dice Bernad. Así, se optó por esta idea en vez de por una exposición antológica porque, añade el comisario, "creímos mucho más conveniente mostrar completo uno de sus principales ensayos fotográficos y dar la oportunidad al público de ver sus trabajos al completo, comprender cuáles eran sus propuestas y sus planteamientos, que quedarnos en la superficie de su obra a través de unas pocas imágenes de distintos trabajos", afirma Clemente Bernad, quien opina que "aún habría otras dos monografías importantes por abordar" sobre Chamorro: Sanfermines y España Mágica.

El Santo Christo Ibérico es, en palabras del comisario de la exposición, "el ensayo en el que más esfuerzos invirtió, en el que más dio de sí mismo Koldo". Un trabajo de más de veinte años a lo largo del país con la cruz en todas sus variantes como motivo principal. "Recorrió esa España vacía, rural, que ahora está tan de moda, inmortalizando tradiciones que iban a desaparecer; todo tipo de romerías, rituales, pero también, y esto es muy importante, incorpora en este monográfico la presencia de la cruz en aquellos lugares donde no la esperas, yendo mucho más allá de la evidencia de esa cruz en la procesión y descubriéndonos huellas patentes en muchos otros sitios inesperados", destaca Bernad.

El fotógrafo y comisario de la muestra ha buceado en el archivo de Koldo Chamorro para plantear este proyecto expositivo. "Y como murió muy joven, lo dejó todo sin organizar. No había grandes líneas que seguir... Aun así, El Santo Christo Ibérico era uno de los temas que más organizado tenía. Él ya pensó en su día en hacer en torno a este monográfico una exposición, que nunca se pudo hacer; sabía qué tipo de muestra le interesaba, así que como comisario he trabajado sobre una selección de obra que es del propio fotógrafo", cuenta Clemente Bernad, quien apunta que este hecho le "interesa mucho" porque "de alguna manera no queda tergiversado el trabajo del autor".

Un total de 103 fotografías que datan desde mediados de los 70 hasta el 2000 -Chamorro quiso cerrar el trabajo en ese año del Jubileo- compondrán la exposición que habitará desde el 20 de febrero la sala de exposiciones temporales del Museo de Navarra, con un "bonito trabajo museográfico que dividirá el espacio a modo de capillas". Así, las imágenes se exhibirán en una estructura narrativa de Vía crucis con 15 estaciones.

libro y audiovisual El libro que acaba de imprimirse estos días, coeditado entre La Fábrica -organizadora de PHotoEspaña- y el Gobierno de Navarra, reproducirá cinco fotos más que la exposición, un total de 108, y será una publicación muy completa con tres textos de grandes conocedores de Koldo Chamorro y su obra: el propio Clemente Bernad, fotógrafo y comisario de la muestra; Margarita Ledo, catedrática de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Santiago de Compostela; y el crítico, comisario de fotografía y fotógrafo francés-occitano Christian Caujolle.

Por otro lado, la exposición El Santo Christo Ibérico se enriquecerá con la proyección en sala de un audiovisual que Clemente Bernad y Carolina Martínez están realizando y que recoge entrevistas a 75 personas que conocieron a Koldo "del ámbito de trabajo y de amistad" a lo largo de toda su vida profesional (desde los años 70 hasta los 2000) y que hablan de él y de su obra, desde fotógrafos como Ramón Masats, Cristina García Rodero, Joan Fontcuberta, Cristóbal Hara, Manel Esclusa, Carlos Cánovas, Carlos Pérez Siquier o Gervasio Sánchez, editores como Juan Carlos Luna (Editorial Lunwerg) o Alberto Anaut (La Fábrica), gestores culturales como Rafael Doctor, Yolanda Romero u Oliva María Rubio, y alumnos que ahora son fotógrafos reconocidos como David Jiménez u Óscar Molina.

En torno a la exposición del Museo de Navarra se organizarán también actividades complementarias que aún no se han cerrado pero dentro de las que se prevén mesas redondas para hablar, partiendo de la figura de Koldo Chamorro, de fotografía documental y de la época en la que trabajó el fotógrafo navarro. "La idea es traer a gente de su generación", adelanta el comisario.

Para Bernad, la experiencia de trabajo en la concepción y realización de esta nutrida muestra está siendo "enormemente gratificante e intensa. Supone para mí una alegría inenarrable, por una parte porque conocí a Koldo a principios de los 80 y trabajé con él durante varios años de forma continua, conviviendo, viajando y compartiendo proyectos, ideas y sueños; pero sobre todo aprendiendo de él, así que ha sido como devolverle una pequeña parte de todo lo que él me dio, buceando en su enorme archivo para mostrar con dignidad y rigor uno de sus ensayos fotográficos más queridos, en el que invirtió un enorme esfuerzo".

Y por otra parte, continúa el comisario, "porque creo que la pobre difusión de su obra y el escasísimo conocimiento que hay sobre ella no hacen justicia al que personalmente considero como nuestro fotógrafo decisivo; alguien que con su pasión y su creatividad hizo posible una forma diferente de abordar la práctica y el lenguaje de la fotografía".