pamplona - Cada vez son más los escritores que se suman al género negro y en Navarra, también. Son muchos, y son muy buenos. Y por eso -su calidad- y también por ser los de casa, fueron ayer los encargados de inaugurar de esta sexta endición del Festival Pamplona Negra. Un acto que tuvo lugar en la Sala de Cámara de Baluarte y que fue presidido por su directora, Susana Rodríguez.

Fue ella, también escritora de novela negra -su último libro, Una bala con mi nombre, se publicó hace pocos meses- la encargada de destacar los objetivos principales de esta nueva edición del festival y que, en líneas generales, se podrían resumir afirmando que su intención es crecer y superarse cada año un poco más. Sin perder ni un segundo, dio rápidamente paso a los 16 escritores y escritoras de novela negra y de sangre foral: Juan Carlos Berrio, Jon Alonso Fourcade, Carlos Ollo, Jon Arretxe, Tadea Lizarbe, Yolanda Almeida, Javier Corpas, Estela Chocarro, Maribel Medina, Maite Sota, Nuria Viedma, Miguel Izu, Aitor Iragi, Carlos Bassas del Rey, Luis Martínez Vallés y Carlos Erice (listado en orden, de izquierda a derecha, según la foto que acompaña a estas líneas, exceptuando a Susana Rodríguez, a la izquierda del todo).

Rodríguez repasó la trayectoria de todos y todas los allí presentes y consiguió mediante un pequeño interrogatorio a cada uno buenas declaraciones, como que Carlos Bassas se autodefiniera como un obsesivo por pulir hasta la última línea, que Luis Martínez Vallés dijera que si él se basa siempre en la realidad es porque esta supera la ficción, que Tadea Lizarbe afirmara que, en el fondo, todos somos criminales, o que Maribel Medina dijera que sí, que “de verdad”, su trilogía no tiene continuidad.

Y así, con lo más cercano, dio ayer el pistoletazo de salida el nuevo Pamplona Negra, que en estos próximos días mostrará el lado más oscuro de la literatura.