donostia ? La Fiscalía mantuvo ayer la pena de cinco años y medio de cárcel que solicitaba para el exdirector del yacimiento arqueológico alavés de Iruña-Veleia, Eliseo Gil, por la supuesta falsificación de grafitos.

El Ministerio Público elevó a definitivo su escrito de acusación en la sesión del juicio que tuvo lugar ayer y que se sigue en el Juzgado de lo Penal 1 de Vitoria por esta causa. La Fiscalía introdujo algunas modificaciones que no implican sin embargo cambios en la reclamación de cárcel para Gil.

Tampoco modificó la solicitud de prisión para el otro acusado en este proceso, Rubén Cerdán, para quien mantiene una reclamación de dos años y seis meses de cárcel por un delito continuado de estafa en concurso con otro de falsedad en documento privado.

La Fiscalía considera que Gil es autor de un delito continuado sobre el patrimonio histórico y otro de estafa en concurso con el delito de falsedad en documento privado, pero al elevar a definitivo su escrito de acusación introdujo que el exdirector del yacimiento pueda ser considerado de manera alternativa autor por omisión de esos delitos.

Ello abre la posibilidad de condenar a Gil aunque no se pueda probar que él fue el autor material de esos grafitos considerados falsos para la Fiscalía y que cuando se presentaron en público, en junio de 2006, fueron calificados de históricos porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición escrita del euskera y la entrada del cristianismo.

Además, y vinculado al delito continuado sobre el patrimonio, el fiscal reclamó que se contemple en concurso con un delito de falsedad en documento oficial o privado (el Ministerio Público reclama una multa de 7.200 euros por este delito).

La Fiscalía considera también que el número de piezas dañadas por los grafitos supuestamente falsos ascienden a 291 (de las cuales 171 son cerámicas) frente las 476 piezas que se recogían inicialmente como dañadas.

En concepto de responsabilidad civil pide que Gil abone al Gobierno Vasco un total de 102.6000 euros (antes reclamaba 285.000 euros) por las 171 piezas cerámicas dañadas y que en ejecución sentencia se determine el cómputo por el resto de piezas no cerámicas que se considera sufrieron daños.

La Diputación de Álava, propietaria del yacimiento y que ejerce la acusación particular en este caso, se adhirió al escrito definitivo de la Fiscalía, mientras que las defensas de Gil y Cerdán reclamaron su absolución.

En un inicio, el abogado de la institución foral pidió para Gil siete años y seis meses de cárcel y para Cerdán tres años y nueve meses de prisión.

En el banquillo de los acusados estaba, asimismo, Oscar Escribano, un colaborador de Gil, que en el inicio del juicio aceptó un año de cárcel tras reconocer que hizo con un punzón una inscripción sobre una pieza a modo de "broma".

Está previsto que las partes presenten hoy sus informes finales y se otorgue a los acusados su derecho a la última palabra antes de que el juicio quede visto para sentencia.