- En 2012, cuando durante todo el año proliferaron eventos, encuentros, charlas y publicaciones varias en torno al 500 aniversario de la conquista de Navarra, solo un libro se centró en reflejar la situación de las mujeres en este territorio durante esa época. Se titulaba ¿Vírgenes o putas? y su autora era Amaia Nausia Pimoulier. Ahora, la editorial Txalaparta, que de unos años a esta parte tiene en marcha la colección Historia de las mujeres en Euskal Herria, retoma este volumen y lo reedita con nuevos contenidos trabajados por la autora en estos años, casos, entre otros, del apartado dedicado a la maternidad y de las conclusiones.

“Presentar este libro días después del 8-M viene como anillo al dedo. Txalaparta quería poner su granito de arena y qué mejor libro que el de Amaia Nausia, historiadora y responsable de proyectos de Eusko Ikaskuntza que lleva años sacando a la luz historias de las mujeres de los siglos XVI y XVII”, comentó Jon Jiménez, editor del sello tafallés. No en vano, la investigadora dedicó cuatro años a su tesis doctoral, titulada Entre el luto y la supervivencia: viudas y viudedad en la Navarra Moderna, durante la cual consultó abundante documentación en la que descubrió muchos aspectos de la vida de las navarras en ese tiempo. Información que plasma en ¿Vírgenes o putas? Más de 500 años de adoctrinamiento femenino, que arranca en 1512, por lo que supuso esa fecha para Navarra en el ámbito institucional, “y porque el XVI fue un siglo de transición -de la Edad Media a la Edad Moderna- y de enormes pérdidas de derechos para las mujeres”, indica Nausia. Fue entonces cuando comenzaron a aparecer los primeros Estados europeos y el capitalismo, “que hizo muy buenas migas con el patriarcado”, acostumbrado a “explotar la capacidad reproductora de las mujeres”. Algo que continuará a lo largo del siglo XVI, ya que después de que la población de muchos lugares quedara diezmada por enfermedades y guerras, “la cuestión de la natalidad se convirtió en una cuestión de Estado”.

Nausia ha querido profundizar en esta reedición en el tema de la maternidad, “por mi propia evolución personal, ya que durante estos ocho años he sido madre de dos chicas, y por mi conciencia y militancia feminista”, que también se ha intensificado en este período, de modo que “la mirada de género y de la historiografía feminista” han cogido “más peso” en este volumen. En el ámbito de la maternidad, la experta destaca cómo con motivo de la Reforma protestante y del Concilio de Trento se trato de imponer como ejemplo de buena mujer a la Virgen María, imagen “a la que se vuelve cada vez que hay un nuevo régimen que se quiere imponen”. Y hace referencia a los discursos de Pilar Primo de Rivera en 1940, cuando quería “echar para atrás todo lo que ella consideraba retrocesos”, como era el voto femenino, la educación para las mujeres, etcétera. “Con un castellano diferente, pero venía a decir lo mismo que los tratados del siglo XVI”, afirma la autora. Y sobre los planteamientos retrógrados que se escuchan también hoy en algunos partidos políticos con representatividad, opina que pasa lo mismo. “La historia de la mujer no es lineal, está marcada por las subidas y las bajadas y lo que está sucediendo ahora es un contraataque de quienes han sentido cuestionados sus privilegios debido a lo que se ha movido el feminismo en los últimos años”, agrega.

El libro recoge “el intento que hubo de adoctrinar y disciplinar a las mujeres a partir de ese nuevo ideal”, pero también muestra “la resistencia de algunas mujeres”, con nombres y apellidos, ante esos planteamientos, “y los castigos a los que fueron sometidas”. Fue el momento de las cazas de brujas, que “por supuesto no hacían hechizos ni nada de eso, simplemente no se sometían y ponían en peligro el status quo”. También de las parteras, que “no solo traían al mundo a los niños, sino que también ayudaban a abortar y a no concebir a las que no querían”. Por eso, “por chocar con el ideal de castas, sumisas y madres” muchas fueron perseguidas y “enjuiciadas”. De hecho, gran parte de la información que la autora encontró lo hizo gracias a la investigación para su tesis, donde consultó numerosos procesos judiciales de viudas que pugnaban por la tutela de sus hijos, juicios por brujería, por injurias, por segundas nupcias... “Lo más difícil de escribir sobre la historia de las mujeres es dar con datos reales”, y en esta documentación pudo detectarlas porque aparecían reflejadas siempre como hija de, mujer de o viuda de...

En Navarra, en el siglo XVI imperan el “Fuero y las tradiciones, donde la casa es el elementos central, y a ese lugar se relega a las mujeres”. Mujeres navarras que entonces “perdieron su derecho a la formación y a ejercer oficios que en siglos anteriores ejercían, y que por la legislación habían adquirido derechos de administración -a través de la dote y del usufructo-, y que durante la conquista, como los hombres estaban en la guerra, habían jugado papeles que luego les fueron retirados”. Nausia aprovecha en este punto -y en el libro- para hablar a las claras sobre “el mito del matriarcado” en Euskal Herria. “Es hora de romper de él, hemos tenido una sociedad tan patriarcal como otras sociedades vecinas y flaco favor le hace al feminismo esa idealización de nuestro pasado”.

El libro. ¿Vírgenes o putas? Más de 500 años de adoctrinamiento femenino.

Prólogo. “Desde Aristóteles hasta la ilustración, el pensamiento occidental dio por buena la teoría del filósofo griego de que la mujer era un varón fallido”. Así arranca el prólogo que firma Lola Valverde.

Epílogo. “Este libro de Amaia Nausia es un eslabón en esta complicada tarea, que debe incluir a estas rebeldes que desafiaron de frente y desde su cotidianidad a un sistema tan desigual y letal como el patriarcal”, indica la historiadora María Castejón en el epílogo.

Conclusiones. Como indica la autora en sus conclusiones, todavía hoy quedan muchos asuntos pendientes. Por ejemplo, “hoy no se va a someter a ninguna mujer a la vergüenza pública de pasearla desnuda sobre un asno por haber sido adúltera, pero estamos viendo casos de violación en los que la víctima tiene que justificarse y comportarse como se espera de ella antes, durante y después del juicio, igual que pasaba en la Edad Media”. Y hoy también “el peso de los cuidados recae mayoritariamente en las mujeres”, añade.

“En pleno boom de libros de la conquista, el único libro que se dedicó a las mujeres navarras fue este”

Editor de Txalaparta

“Tenemos que romper con el mito del matriarcado; le hace un flaco favor al feminismo”

Doctora en Historia