Selección. Se han presentado un 193 jóvenes, de los cuales 24 han sido elegidos como titulares y 43 han quedado como suplentes. Musikene es el centro que más músicos presentados y seleccionados ha aportado al proceso, junto con el Conservatorio Superior de Música de Navarra y el de Aragón.

Navarros. Del total de aspirantes, 27 candidatos procedían de Navarra; 3 de ellos han conseguido la plaza de titular y 6 han quedado como suplentes.

Género. El 53% de los candidatos presentados han sido hombres y el 47% mujeres, siendo la media de edad de 21 años.

a música es su pasión y objeto de práctica y estudio; el ámbito en que trabajan para abrirse camino, y ahora, también, el motivo de una ilusión hecha realidad. Casi doscientos jóvenes músicos de entre 16 y 27 años optaban a una de las 24 plazas de titulares de la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO), y tres navarros lo han conseguido.

Ibai Olagüe, Fermín García Menendez y Anai Telletxea Aguilera forman ya parte del proyecto cultural y estratégico impulsado, desde su inicio en 1997, por el departamento de Cultura del Gobierno Vasco -y apoyado por las Fundaciones BBK, Kutxa y Vital-. Intérpretes de la trompeta, el violoncello y el oboe, respectivamente, estos tres jóvenes navarros han sido seleccionados de los 193 músicos que inscribieron en el proceso -una cifra que es "todo un hito", resaltan desde la EGO-, que esta vez, como consecuencia de la covid-19, ha tenido que realizarse en audiciones telemáticas en lugar de presenciales.

Las y los jóvenes candidatos tuvieron que preparar el repertorio exigido, grabarlo en vídeo y enviarlo -hasta el 21 de abril- a través de diversas plataformas on line, demostrando flexibilidad y gran capacidad de adaptación a la situación actual.

En esta nueva etapa de la EGO, se ha contado como miembros de los respectivos tribunales con varios solistas de las dos formaciones sinfónicas vascas (BOS y OSE), junto con miembros de destacadas orquestas e instituciones a nivel estatal e internacional (London Symphony Orchestra, Filarmónica de Viena, Suisse Romande, Orquesta Nacional de España, Escuela de Música Reina Sofia, Orquesta del Gran Teatre del Liceu...).

Tal y como subrayan desde la Joven Orquesta de Euskal Herria, "todos los miembros del Tribunal han coincidido en hacer una valoración positiva de las audiciones llevadas a cabo, tanto por el nivel demostrado como por contar con la posibilidad de revisión de los respectivos videos (a diferencia de una audición presencial) si bien, a veces, con la dificultad de apreciar aspectos ligados, principalmente, a la calidad del sonido proyectado".

La plaza lograda por los tres jóvenes navarros les da la oportunidad de disfrutar de un año de trabajo con la EGO, condición fácil y habitualmente prorrogable por dos años más.

Tras quedar el año pasado en lista de espera y ser suplente de la orquesta aquel verano, Fermín García Menendez (Pamplona, 2000) ha logrado esta vez ser titular de la EGO. "Me gustó mucho la experiencia y repetí aspirando a sacar plaza. No conocía a mucha gente de mi instrumento que se presentase; no sabía cuántos optábamos en el proceso, iba un poco a ciegas, sin saber si sería fácil o no. Estoy muy contento", asegura este joven violoncellista que estudió en el Colegio Público Vázquez de Mella de Pamplona, que tiene la música integrada hasta los 11 años, luego en el Conservatorio Profesional Pablo Sarasate, hasta el año pasado, y ahora estudia primer curso de Superior en Musikene en San Sebastián. "Llevábamos unos tres meses en casa sin poder dar clases presenciales con el profesor y te entran dudas de si estás yendo en una buena dirección... Haber logrado plaza de titular en la EGO me ha motivado mucho", reconoce. En su audición tocó el concierto número 1 de violoncello de Haydn y, en cuanto a los pasajes de obras orquestales que se les pedía, fragmentos de la Quinta Sinfonía de Beethoven y de la Sexta de Tchaikovsky.

El joven violoncellista cuenta que la audición virtual "ha tenido sus ventajas y sus inconvenientes". "El sonido mediante las grabaciones se deteriora bastante, es muy distinto a escucharlo en directo. Y los medios caseros de cada uno no son los mejores, tuve que grabarme con el móvil. Pero es verdad que en una audición presencial vas y tienes una oportunidad, solo esa; y nosotros podíamos repetir la grabación".

Intérprete del oboe desde los 7 años -se decantó por este instrumento en la Escuela de Música Hilarión Eslava de su barrio-, Anai Telletxea Aguilera (Burlada, 2000) se presentaba a las audiciones por primera vez, y ha entrado. "No me lo esperaba, no es lo habitual... En esta cuarentena he aprovechado bastante para ensayar y ha salido bien", dice, "muy contento" con el resultado. Su repertorio incluía el primer movimiento del concierto para oboe de Mozart y solos orquestales de La Scala di Seta de Rossini y de la Sinfonía número 4 de Tchaikovsky. "El hecho de que fuese una audición virtual por un lado ha sido una ventaja, pero también un inconveniente, porque es muy difícil quedarte plenamente a gusto con una grabación, y entonces la repites tantas y tantas veces que el nivel de exigencia se multiplica...", cuenta este joven músico que con 12 años entró en el Grado Medio del Pablo Sarasate y actualmente cursa segundo año en el Conservatorio Superior de Música de Aragón. El futuro en la música lo ve complicado, y posiblemente ligado a la enseñanza. "En este momento hay un montón de gente estudiando, mucha gente y buena, el nivel de competitividad es muy alto. Y tampoco hay tantas orquestas para dedicarse a ello profesional y remuneradamente. En Navarra tenemos la OSN, que cuenta con cantidad de músicos navarros y de fuera... Este es un mundo muy competitivo y muchísima gente se tendrá que dedicar a la enseñanza. A mí no me importaría, me gusta también la idea", apunta.

Una vez finalizadas las audiciones, y de cara al encuentro y el plan de actividades para este verano, el equipo gestor de la EGO con Germán Ormazabal al frente de la dirección general, y atendiendo a la situación de excepcionalidad actual, está inmerso en explorar fórmulas que puedan ser viables para llevar a cabo la misión de la orquesta. No podrán convivir todos los jóvenes músicos en un mismo espacio este verano, pero sí juntarse en clases y ensayos. Como anunció en una entrevista reciente Ormazabal, "la EGO sonará, de una forma u otra, no solo en Navidad o verano, sino también involucrada en actividades de Musikene, la ABAO o el festival Música Musika de Bilbao". Y todavía no se descarta la participación de la orquesta en la Quincena Musical.

"Entrar a la primera no es lo normal, estoy contento; en esta cuarentena he ensayado mucho y ha salido bien"

Oboísta

"El año pasado quedé suplente, me gustó la experiencia y repetí. Haber logrado plaza me motiva mucho"

Violoncellista