- Los dos principales museos de Bilbao, el Guggenheim y el Bellas Artes, reabrieron ayer sus puertas nuevamente al público tras permanecer cerrados durante dos meses y medio por las medidas para combatir el coronavirus. Y lo hicieron "con mucha ilusión y emoción" por volver a reencontrarse con el público, aunque con estimaciones "modestas" de visitantes al estar todavía muy limitada la movilidad de las personas.

Los dos responsables de ambas instituciones expositivas, Juan Ignacio Vidarte, del Guggenheim Bilbao, y Miguel Zugaza, del Bellas Artes, reconocieron que la restricción que todavía se mantiene al movimiento internacional de personas y turistas y la de viajes entre territorios vascos, lastran las expectativas de visitas que podrían recibir ambos museos en una situación de cotidianeidad social.

En concreto, Miguel Zugaza señaló que la exposición dedicada al artista guipuzcoano Vicente Ameztoy atraía mucho público de Gipuzkoa que ahora todavía no puede desplazarse a Bizkaia al permanecer aún restringida la movilidad entre los distintos territorios vascos.

El responsable del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, por su parte, comentó que las estimaciones de visitantes con las que trabajan para este verano es que recibirán en torno a un 5-10% de todos los que recibían en una temporada estival, salvo que el turismo internacional registre un fuerte repunte cuando se reabran las fronteras nacionales.

El primero que reabrió sus puertas fue el Museo de Bellas Artes, que lo hizo de 11 a 14 horas y que por la tarde lo hará de 16 a 19 horas, todos los días de la semana, horario que ampliará en los meses de julio y agosto.

La respuesta del público a la reapertura de ambos museos fue tímida. Poco antes de las 11 ya esperaba a las puertas del Museo una pareja de visitantes que fueron recibidos con "mucha ilusión y mucha emoción" por los responsables del Museo, con su director Miguel Zugaza a la cabeza que quería comprobar cómo iban a funcionar las medidas de seguridad adoptadas para hacer la visita de los aficionados lo más segura posible. Poco a poco, un goteo de personas, en su mayoría jubilados, profesores y amigos del museo se acercaron hasta la centenaria pinacoteca de arte antiguo y contemporáneo hasta alcanzar la cifra de 9 personas sus primeros 15 minutos de apertura. Los escasos visitantes disfrturaon de una visita tranquila, relajada e intimista de la exposición.

En el Guggenhiem, poco antes de la apertura al público a las 14 horas, y pese a lo inusual de la hora, se agrupaban ya casi una veintena de personas, que fueron recibidos por el director del centro, Juan Ignacio Vidarte y numerosos responsables y empleados, que confesaron su emoción e ilusión por volver a reanudar su actividad ordinaria.