- El director mexicano David Gaitán, que abrió ayer el Festival de Mérida con una Antígona que habla de derechos civiles, considera que el covid-19 “ha sacado a la superficie las desigualdades sociales” y ha convertido en “villanos” a quienes, pese al confinamiento, necesitan salir a la calle para poder subsistir día a día.

“Para la gente que vive al día, especialmente en muchos países de América Latina, las órdenes de los gobiernos -como el mexicano- para que se queden en casa se ha convertido en un mensaje brutal”, añadió Gaitán (Ciudad de México, 1984) en una entrevista.

El mensaje de que “si no te quedas en casa, pones en riesgo tu salud y la de los demás” colisiona, a juicio de Gaitán, con el hecho de que “si se quedan encerrados, no tienen la oportunidad de vivir al no poder acceder al sustento más básico”.

En su opinión, “a la precariedad cotidiana” se suma el hecho de que hayan convertido en “villanos de la historia” a quienes optan por no quedarse en casa ante la necesidad de sobrevivir.

Este binomio, esta colisión de posiciones y, muy especialmente, el analizar todas las facetas que supone cualquier directriz, donde “hay grises entre blanco y negro”, también está presente en su particular Antígona, que interpreta la actriz Irene Arcos, y el actor Fernando Cayo como Creonte, entre otros personajes.

A Gaitán, las conversaciones que hablan de ética le producen “magnetismo”, tanto esta Antígona como otras dos obras suyas, Edipo, nadie es ateo y Enemigo del pueblo. La primera sitúa al espectador alrededor de la justicia y del “análisis complejo frente a los fenómenos humanos”, las otras dos hablan de “la verdad, de su construcción y su corrupción”.

En todas ellas, el director mexicano busca que el espectador “se descubra en una posición complicada, que se le requiera cierta posición frente a lo que está ocurriendo en el escenario y adopte una postura”.

“Busco desafiar al espectador. Uno de mis motores creativos es activar al espectador” a que, una vez concluya la obra, “inicie conversaciones” en su entorno sobre lo visto y tratado.

El montaje de Antígona, una coproducción del propio Festival emeritense, El Desván Producciones y Teatro Español, es “ambicioso y muy complejo”, y es “una aventura emocional profunda y transgresora” en un tiempo marcado por la pandemia del covid-19.

Esta difícil circunstancia colisiona con otras que deberían ser agradables, como el inaugurar el Festival, que a su obra asistan los Reyes de España y también por ser su cumpleaños.

“No he tenido tiempo para pararme, analizar y disfrutar” de esto último, dijo Gaitán, quien, no obstante, se corrige a sí mismo al confesar que en el primer ensayo de Antígona en el Teatro romano tuvo “un momento para respirar un poco” y “tomar la dimensión” de lo que están haciendo.

“Me acosté en las gradas del teatro. A un lado vi la iluminación sobre el escenario y arriba un cielo estrellado, y todo ello en silencio”, detalló.