unque es "hijo de un alavés y una navarra", según indicó él mismo el pasado viernes en la presentación de la exposición Secuencias, y como demuestran también su nombre y apellidos, Ignacio Uriarte es oriundo de Krefeld (Alemania). Y aunque haya sido galardonado con el IV Premio de Adquisición Universidad Nebrija en Reconocimiento a la Creación Artística 2020 con su obra Two Light Beams (Green and Blue), el artista no siempre ha sido tal. De hecho, Uriarte, además de al genio, debe a su trabajo como empleado de oficina las obras de la exposición Secuencias, que cuelgan en las paredes del Polvorín de la Ciudadela hasta el 20 de septiembre.

"Como empleado de oficina no era muy feliz, por eso busqué una salida, y la encontré a través de las artes visuales", explicó el artista, que estudió Administración y Dirección de Empresas en Madrid y en Mannheim y que inició su carrera en empresas como Siemens, Canon, Interlub y Agilent Technologies. Si bien, de forma paralela al trabajo de oficina, se matriculó en el Centro de Artes Visuales de Guadalajara (México), donde se graduó en 2001.

Desde entonces ha recibido becas, premios y ha participado en exposiciones colectivas e individuales, entre las que destacan Existencias, en 2007, en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y Leo?n; X, Y, Z, en el Museo ABC de Madrid en 2018 o Between Them: An Installation Composed Of Drawings, en la Hosfelt Gallery de San Francisco, el año pasado.

Un estilo propio

El 'arte de oficina'

Ignacio Uriarte trabaja con materiales que cualquiera puede encontrar en un espacio de trabajo de oficina: folios en blanco, reglas o rotuladores. La mayor parte de su obra la construye a partir de la repetición de patrones, con los que obtiene unos cuadros en los que reinan las formas geométricas. En el caso de Secuencias, el director del área de Cultura e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona, Jorge Urdánoz, comentó que los dibujos del artista recuerdan al estilo del "minimalismo y el arte conceptual de los años sesenta y setenta del siglo pasado".

El artista navarro-alemán comentó que, en sus creaciones, "hay siempre reglas estrictas" que se plantea "antes de comenzar la obra". "Veréis secuencias, reflejos, divisiones en el espacio que pueden leerse desde diferentes puntos de vista", comentó mientras explicaba algunas de las piezas que se actualmente se muestran en el Polvorín.

Uriarte, en la presentación Secuencias, no describió ninguna de las obras que la componen en sentido interpretativo sino puramente formal, técnico. "Creo que es importante que cada uno haga sus propias asociaciones, que dependerán de las inquietudes que tenga en ese momento", afirmó, pues "al ser una exposición de obras abstractas" estas dejan "muchas puertas abiertas" para que los espectadores las interpreten según su temperamento y por donde les haya llevado la vida.

Así pues, Amorphous Pairs, tres parejas de dibujos que muestran formas espejadas, pueden identificarse con "un pulmón, una piedra, un dolmen, una patata o mil formas que puedan existir en la naturaleza".

Esta misma obra la tomó el artista como ejemplo para explicar su modo de trabajar: Si el espectador contempla las parejas de dibujos "desde lejos", no se advierte ninguna diferencia entre ellas, pero si se acerca ve que un cuadro está construido a base de líneas rectas y otro a base de garabatos. Estas son "las dos formas de dibujar que yo utilizo. El garabato viene, evidentemente, de ese momento improductivo que uno tiene en la oficina, en el que estás sin hacer nada o haciendo lo que no deberías, ese momento donde sale un poco el subconsciente y haces una especie de dibujo abstracto en una hoja. Yo esa improductividad de la oficina es la que elevo a un altar: la ordeno, la multiplico, la convierto en monumental".

Los cuadros hechos con garabatos muestran como Ignacio Uriarte también "se permite que suceda un poco el azar". Sin embargo, aunque suene paradójico, "el azar" que "se permite" Uriarte es sus cuadros, nunca es caótico. Por el contrario, sus garabatos siempre están subordinados a alguna secuencia o simetría.

El artista ha tenido que practicar la virtud de la paciencia. El trabajo de Secuencias es fruto de una labor extremadamente meticulosa, que lo ha tenido realizando cuadros durante seis años. Ignacio Uriarte comenzó con estos dibujos en 2014 -algunos ya han sido expuesto en otros lugares- y terminó en 2019.

"Que cada uno haga sus propias asociaciones, que dependerán de las inquietudes que tenga en ese momento"

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