l igual que otras nuevas novelas, la de Txani Rodríguez titulada Los últimos románticos ofrece al lector la posibilidad de solidarizarse con la trabajadora que todavía no ha tirado la toalla en lo que a las relaciones sociales se refiere pero la periodista y guionista de Llodio utiliza en este libro de la Biblioteca Breve de Seix Barral un lenguaje tan fresco que su historia, la de Irune, resulta especialmente creíble. Lean, si no las tienen todas consigo, lo que a continuación se les ofrece: "La línea de información de la Renfe me resulta mucho más cálida que los portales para encontrar pareja que proliferan por internet. Yo me abrí un perfil, nadie lo miraba y lo cerré. Durante una época, para combatir la soledad, o quién sabe, me enviaba correos a mí misma. A veces para recordarme cosas; otras veces, incluso vacíos; y luego, en la pantalla del móvil, al ver que me habían entrado mensajes nuevos, me hacía la ilusión de que no era yo la remitente".

Txani Rodríguez cree necesario no silenciar en esta narración ni sus pensamientos, ni sus sentimientos ni los de sus personajes. Los de Irune: "Yo no puedo conciliar el sueño si pienso que cerca de donde estoy hay fosas comunes o personas enterradas en las cunetas". Por todos ello, Los últimos románticos se lee con una pizca de inquietud, la que nos permite adelantar a los disgustos del día a día, destacando, como hace la autora, la importancia de salir adelante. Sea como fuere: "Yo no iría nunca a hacer turismo a un cementerio porque los cementerios ni me gustan ni me disgustan. Para mí los cementerios son como los bloques de viviendas: caros, pero necesarios. Los nichos son casas minúsculas en las que recogerse cuando se hace de noche".

¡Toma ya!

Autora: Txani Rodríguez. Editorial: Seix Barral, 2020. Páginas: 192.