uando descubrimos cuánto nos necesitamos, nuestras vidas, que parecen independientes, cobran sentido". Con esta certeza, e impulsados por la búsqueda de autenticidad y de sentido crítico, los artistas que habitan con sus obras desde ayer la planta baja del Pabellón de Mixtos de la Ciudadela -activistas comunitarios de artes plásticas, tal y como ellos se definen- nos interpelan sobre una cuestión esencial en estos tiempos. ¿Cómo podemos crear una comunidad en un entorno acelerado, con tantos factores estresantes alrededor? ¿Por qué preferimos llevar cada vez más una vida independiente?

Ellos se lo preguntan, y en la complejidad de semejante interrogante deciden actuar. Hacer algo. Unirse para explotar la energía del arte y embellecer nuestro entorno. Salir de su zona de confort, de sus respectivos agujeros individuales en que cada uno crea sus obras, y abrirse, compartir, interactuar en espacios públicos como éste de la Ciudadela.

Hasta el 15 de noviembre puede disfrutarse la exposición 26 = 26, en la que, como su propio título indica, 26 creadores exponen "un pequeño fragmento" de sus profundos universos artísticos. Javier Poveda, Juan Gabriel Vich, Alfredo Murillo, Patxi Aldunate, Txema Goldaratz, José Luis Mayor, Blas Campos, Patxi Txiki, Izaskun Álvarez, María Jiménez, Ángela Moreno, Jokin Manzanos, Txaro Fontalba, Alfonso Ascunce, Félix Ortega, Sukru Karakus, José Antonio Azpilicueta, Ángel Arbe, José Miguel Corral, Julio Pardo, Juan Belzunegui, Joxan Iza, Gorka Salmerón, Aitor Etxeberria, Celia Eslava y, a título póstumo, Jabier Villarreal están presentes en esta reunión que surge de una necesidad auténtica de crear comunidad, sin rivalidades. También, de "ahorrar un esfuerzo individual", reconoce Félix Ortega, quien comisaría el proyecto junto con Ángel Arbe y José Luis Mayor. "Yo estoy cansado, no sé vosotros...", dice Ortega aludiendo al esfuerzo muchas veces sin recompensa que supone una exposición individual. "De esta manera, exponiendo juntos, además de enseñar un pequeño fragmento de ese agujero individual en que vivimos cada uno, nos vemos, nos tomamos un vino y desdramatizamos, aliviamos un poco esta situación penosa que vivimos", apunta Félix Ortega. Define a este colectivo artístico itinerante como "un grupo de barraca que va de feria en feria"; el colectivo expuso por primera vez en la Galería ArteA2 de Zizur Mayor en 2018, y desde entonces, con entradas y salidas de varios y varias artistas (María Cueto y Xabi Idoate también forman parte de él aunque no exponen en Ciudadela), ha llevado su arte a Donostia, Barasoain, Tafalla, Eibar y, ahora, Pamplona, donde la exposición incluye además la realización de una pieza documental en vídeo que dirigirá Blanca Oria sobre la muestra y el recorrido del colectivo itinerante. Un proyecto "elástico" que sorprende en cada cita expositiva con un "disparate de estilos", tendencias y disciplinas unidas por la libertad -la de cada artista, que muestra lo que quiere- y las ganas de compartir. "Al juntarnos, nos damos cuenta de que lo que hacemos cada uno individualmente no es tan importante. Y de que no estamos solos", afirma Ortega.

Ninguna obra se parece a ninguna otra en este recorrido en el que el acertado montaje en sala posibilita que cada creador tenga entidad propia, en un diálogo, eso sí, con el resto y abierto a todas las interpretaciones posibles por parte de los visitantes. No hay hilo conductor premeditado y sin embargo el mundo en toda su complejidad, y el tiempo actual con toda su incertidumbre, laten en el fondo de este conjunto de obras que nos reflejan con nuestras luces y sombras.

En esta línea, la creación Todo está en el aire, concebida expresamente para la pared en la que luce por Patxi Aldunate y Alfredo Murillo -embarcados juntos en el proyecto Cabeza de artista-, nos coloca ante este "mundo al revés" que nos está tocando vivir y ante "la sensación de estar a la deriva", cuentan sus autores. También expresamente para esta sala ha creado su obra Ángel Arbe, muy vinculado a la sala en la que ahora expone al haber "trabajado un cuarto de siglo aquí", dice aludiendo a la Ciudadela.

Sugerentes obras de Ángela Moreno creadas en confinamiento con hilo tejido y dibujo se miran de frente, en un diálogo limpio y amoroso, con el arte del que fue su compañero de vida y uno de los artistas más activos de este colectivo itinerante, Jabier Villarreal.

El guipuzcoano aunque afincado desde hace cuarenta años en Navarra José Luis Mayor, por su parte, presenta una escultura que clava flechas a su ciudad natal, Donostia, que, reconoce, no le cae bien.

Y así, cada uno, cada una, desde su propio universo artístico, único y singular, comparte su visión del mundo a través de obras críticas, evocadoras, bellas, poéticas; que sorprenden, interpelan, sugieren, y, sobre todo, nos invitan a crear vínculos -hoy más necesarios que nunca-. Con el arte. Con los demás.

"Necesitamos redescubrir lo esenciales que somos los unos para los otros"

Artista plástico

"Exponer juntos nos permite vernos y aliviar un poco la situación penosa que vivimos"

Artista plástico