Autor: Woody Allen. Editorial: Alianza, 2020. Páginas: 440.

n 2019, el mundo angloparlante conocería la decisión del director de cine y dramaturgo Woody Allen: había escrito un libro de memorias. Al parecer, el autor de Manhattan había descubierto su invento a una serie de editores pero, uno tras otro, rechazaron el proyecto y, sin embargo, el 2 de marzo de 2020 ya existía un acuerdo entre el autor y Grand Central Publishing, poco antes de conocerse el lanzamiento definitivo del libro titulado A propos of Nothing. La noticia fue recibida de manera dispar e incluso violenta por diversas celebridades, caso de los hermanos Ronan y Dylan Farrow, algunos de los responsables del tortuoso camino que dicha edición iniciaría, pese a contar con apoyos como los del novelista Stephen King o la directora ejecutiva de PEN America, Suzanne Nossel.

El 23 de marzo de 2020, Arcade publicaría dichas memorias en inglés y otras editoras harían lo propio en otros idiomas, como el italiano y, sí, el castellano, lengua en la cual puede leerse ahora A propósito de nada, nombre de la autobiografía que hace unos meses presentó Alianza. El libro vuelve a poner de manifiesto el interés de Woody Allen como autor teatral, pues, si bien es conocido en el mundo entero por sus películas, había iniciado su carrera teatral ya en 1960, cuando escribe diferentes trabajos para la revista De la A a la Z y perfecciona sus creaciones hasta lograr su primer éxito con Don't Drink the Water, de 1968.

Por su parte, Cuentos sin plumas (Círculo de Lectores, 1991) y Perfiles (Tusquets Editores, 2001) son tan solo dos de las publicaciones de Allen menos cercanas al mundo del teatro propiamente dicho pero A propósito de nada es€ su historia, la de alguien considerado esencialmente como un cineasta, nada extraño en alguien que ha dirigido Annie Hall (1977) o Zelig (1983), algunas de sus películas más populares y consistentes. La primera de ellas, además, ganó cuatro premios de la Academia, pero en el bolsillo de Allan Stewart Konigsberg puede el espectador encontrar todo tipo de artilugios la mar de creativos.

Nombrado miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias en 2001, cuenta en su haber como autor teatral con piezas inolvidables, como? la de 1969 Tócala otra vez, Sam, de la cual también fue intérprete; o la de 1981 La bombilla flotante. Comediante, monologuista, guionista, músico de jazz, productor de cine o compositor, Woody Allen ha experimentado, sin embargo, el rechazo de gran parte del universo teatral, cinematográfico y mediático tras ser acusado de distintos delitos por su entorno familiar y más cercano, lo cual no le ha impedido empecinarse en las labores propias de un libro autobiográfico como el que ahora nos ocupa.

Se trata del entretenido testamento A propósito de nada, en cuyo arranque Allen asegura, que "no me da la gana de meterme en todas esas gilipolleces al estilo David Copperfiled, aunque, en mi caso, algunos pocos datos sobre mis padres tal vez os resulten más interesantes que leer sobre mí". ¿El resto? Las aventuras y desventuras de quien muy pronto dejó la escritura pura y dura en beneficio del mundo del espectáculo en el sentido físico del término, esto es: en locales nocturnos o al frente de filmes que, muchas décadas después, le han convertido en controvertido genio del celuloide. Un mundo revisitado, también este año, por Edu Galán (co-fundador de la revista satírica Mongolia) en El síndrome de Woody Allen, libro del sello Debate que cuenta con un subtítulo muy significativo: Por qué Woody Allen ha pasado de ser inocente a culpable en diez años.

A propósito de nada: Allan Stewart Konigsberg presenta a Woody Allen, quien considera que, si bien algunas de sus películas "son entretenidas, ninguna de mis ideas bastaría para establecer una nueva religión".

Recoge las aventuras y desventuras de quien pronto dejó la escritura pura y dura por el mundo del espectáculo en el sentido físico del término

Si bien es conocido por sus películas, 'A propósito de nada' pone de manifiesto el interés de Woody Allen como autor teatral