- Como viene siendo habitual desde hace tiempo, los cazadores han vuelto a demostrar que son los que más trabajan por mantener el correcto equilibrio en el medio ambiente y mejorar los hábitats que los rodean. Buena prueba de ello es el proyecto emprendido por la Sociedad de Cazadores de Tafalla, en el que sus 203 miembros llevan inmersos desde el pasado 2019, poniendo en marcha una iniciativa que se ha marcado como meta desbrozar selectivamente una buena parte del Monte Plano, en un proyecto que se alargará durante unos cinco años y en el que invierten unos 7.000 euros anuales.

Su labor en este paraje no solo favorece directamente a la naturaleza, sino que las actuaciones realizadas y las que están por venir en los próximos años comportan asimismo el establecimiento de cortafuegos y el acondicionamiento de caminos, en una iniciativa que no nace solamente para beneficiar al colectivo cinegético,sino,más bien, a todo el pueblo de Tafalla.

Así lo asegura el presidente de la sociedad de cazadores, Javier Baztán, que afirma que la idea surgió al comprobar que ningún organismo público ni colectivo ecologista se hacía cargo de la limpieza del monte. “Al no entrar el ganado que había años atrás y como tampoco se conceden lotes de leña como antaño, el lugar estaba muy descuidado. Y es una pena, porque es el pulmón de la Zona Media, con 330 hectáreas de encino y chaparro, y que acoge a poblaciones de conejos, corzos, jabalíes, jinetas, tajudos… Además, es un enclave en el que cada vez más se ve a paseantes y a ciclistas. Por eso, creo que se trata de un proyecto de recuperación de ese monte para todo el pueblo de Tafalla”, remarca.

En palabras de Aitor Merino, ingeniero forestal encargado de elaborar la memoria del proyecto, “las actuaciones están destinadas a la recuperación de un hábitat que ha perdido potencialidad de acogida para especies como la perdiz roja o el conejo, principalmente por el abandono de la actividad agrícola y ganadera”. Esta coyuntura ha propiciado, según describe el también asesor de la Federación Navarra de Caza, la expansión de matorral y monte bajo, en detrimento de los hábitats abiertos y el ecotono.

Merino argumenta que el progresivo abandono del bosque en la zona ha provocado “un embastecimiento del medio, con sucesiones de comunidades vegetales que no siempre suponen mejoras en la calidad del hábitat”. Por tanto, la función que han emprendido los cazadores de la ciudad del Cidacos es “fomentar la heterogeneidad del hábitat a través de intervenciones silvícolas, como los desbroces, con el fin de favorecer la apertura de claros y la aparición de pastos naturales”. Lo que se pretende es “recuperar una estructura de vegetación más favorable para el hábitat de especies como el conejo, la perdiz y también otras no cinegéticas pero asociadas a estos ecosistemas, intentando reducir la densidad de los matorrales para crear mosaicos pasto-arbustivos”, se explica en la memoria.

Baztán presentó la iniciativa tanto al Ayuntamiento de Tafalla como al Gobierno de Navarra. Además de los permisos para llevarla a cabo, consiguió que ambas administraciones colaboraran con el proyecto, aportando financiación. A cambio, los cazadores se comprometen a realizar todas las primaveras los trabajos de mantenimiento correspondientes para evitar que los sectores ya tratados (unas 15 hectáreas por año) vuelvan a repoblarse con matorrales y se llegue a una situación similar a la que había antes de esta actuación en el Monte Plano, una masa boscosa mediterránea formada por una extensa meseta de aluvión en la que destacan encinas, coscojas, enebros y, como se ha expuesto, una variada fauna.

Este cometido de controlar los nuevos rebrotes lo ejecutan los cazadores directamente, mientras que de los desbroces se hace cargo una empresa, que corta el matorral con la ayuda de motodesbrozadoras. “Con esta intervención, se reducirá la cubierta vegetal de las áreas seleccionadas, actuando únicamente sobre el monte bajo de coscoja y encina durante el período de parada vegetativa (otoño e invierno)”, aclara Merino.

De hecho, ese era uno de los aspectos que más querían cuidar los cazadores tafalleses, ya que, tal y como sostiene Baztán, se quiere recuperar una estructura de vegetación más saneada del Monte Plano, respetando los árboles de entidad y bien conformados, sin afectar a ningún otro tipo de especie que existe en la zona.

Para el presidente de la Sociedad de Cazadores de Tafalla, se trata de un beneficio para todo el conjunto de la sociedad y en favor del medio ambiente y la naturaleza de la región. De hecho, no es el único proyecto en el que está inmerso este colectivo, ya que sus socios también están dedicando esfuerzos para emprender diversos planes de mejora y recuperación de hábitats en la Zona Media.