- El director de orquesta y director general del Teatro Mariinski de San Petersburgo, Valery Gergiev, ha asegurado que en el escenario “el miedo no puede ser tu amigo”, en referencia al temor y la incertidumbre provocadas por la cancelación de eventos o al límite de espectadores en los recintos por el coronavirus.

El verdadero miedo es “por la gente cercana que sufre la covid”, afirmó el artista ruso en una rueda de prensa celebrada ayer martes en el Palau de la Música de Valencia, tras celebrar este lunes el primer concierto de la programación, en el Palau de Les Arts, y que le llevará, junto a la orquesta sinfónica del Mariinski, a Madrid, donde tendrán lugar dos conciertos con estreno este martes; además de a Barcelona, donde tiene programadas otras dos representaciones, y a Girona.

Acompañado por el director del Palau de la Música, Vicent Ros, y el presidente de Agencia Camera, Josep Maria Prat, Gergiev destacó que en los próximos años se centrará en tratar de conducir entre cuatro y cinco composiciones que aún no ha podido dirigir y ha bromeado con que, pese a que alguien llegara a la edad de 150 años, “le sería imposible tocar todas las grandes composiciones de la música clásica”.

En su intervención indicó que, además de tratar de dirigir estas nuevas composiciones para él, volverá a obras que le han causado “gran satisfacción” y que presentó cuando, dijo, era “demasiado joven”, por lo que tratará de tocarlas otra vez y de manera completa.

Puso de ejemplo que no había dirigido la Sinfonía número 8 de Bruckner hasta hace dos años, pese a su admiración hacia el compositor austríaco, y también habló de piezas de Rossini o Chaikovski con profundo entusiasmo y como modelo de autores de quienes quiere “seguir aprendiendo”.

Preguntado por las palabras de su maestro Iliá Musin de que a partir de los 70 años el trabajo del director de orquesta es mucho más fácil, Gergiev respondió que “le entiende”, comentó que “dirigir es la parte fácil” y explicó que estar en el día a día con las personas es lo más difícil: “No puedo estar por encima del bien y del mal”.

Asimismo, el músico aseveró que las composiciones que ha tocado durante los dos últimos años le han cambiado la vida y que es cierto que, a partir de cierta edad, “parece que hay directores que son mucho mejores porque entienden mejor aún lo que tocan”, para concluir que “son los sentimientos que produce el dirigir, no el entretenimiento”.

“Cuando los directores de ópera llegan a la edad dorada, a partir de los 65 o 70 años, parece que dirigen mejor que cuando tienen una edad en la que es más fácil, a través de la energía, dirigir, como son los 40 o 45 años, por lo que tengo que tomar buenas decisiones y no perder el tiempo”, reconoció ayer el “maestro”, como también le llamó el director del Palau de la Música de Valencia.

Valery Gergiev agradeció en este sentido el hecho de que el proyecto siguiera adelante, puesto que es la primera gira en España de una orquesta internacional tras muchos meses.

Sobre el boicot que el opositor al Kremlin Alexéi Navalni ha promovido en los últimos meses a los artistas rusos cercanos al presidente del país, Vladímir Putin, Gergiev prefirió no responder y se limitó a señalar cuando fue preguntado por el tema: “Al dirigir 200 conciertos al año, no puedo estar sino mentalizado y con todas las fuerzas de cara a los conciertos”.

Lamentó que en el Teatro Mariinski, por ejemplo, se hayan tenido que suspender representaciones como la de El cascanueces, que estaban enfocadas a público infantil, y reconoció que se tienen que preparar, en la programación, muy buenas obras, porque “la gente duda hasta el último momento de si venir o no, debido a los límites y las restricciones por el coronavirus”.