a narrativa puede alcanzar, en ocasiones, la categoría de superlativa y, sin echar mano de un lenguaje florido, Roberto Calasso logra hacerse entender a las mil maravillas acerca de la mente y las culturas más antiguas en El Cazador Celeste, libro que presentó Anagrama a finales de 2020 y en el que se indaga en las razones que movieron a los primeros homínidos a preguntarse por el origen y el sentido de las creencias y las actividades del Homo.

De aquel hombre: "Después de la caza, siente la obligación de descargarse de una culpa. Acoge en su cabaña al animal muerto como un noble huésped. Frente al Oso apenas troceado, el cazador susurra una plegaria muy dulce, que causa vértigo: permíteme también matarte en el futuro", nos ilumina. Y ese es el lío en que el autor mete al lector desprevenido, el que abre los ojos cuando se deja llevar por los caminos diseñados para Il Cacciatore Celeste: "Con la ganadería y la agricultura, el animal pasa a ser solo animal, separado para siempre del hombre. Para el cazador, en cambio, el cazador era todavía otro ser. Ni animal ni hombre, cazado por seres que no eran ni animales ni hombres".

El lío, en cualquier caso, merece la pena. Merece la pena seguir la senda trazada por Calasso, acostumbrado a lidiar con labores tan delicadas como la de director literario. Y son, desde luego, razones de peso para conducirse sin sobresaltos por terrenos desconocidos, a través de un texto lleno de imágenes sorprendentes: "Un día, un día que duró no menos de veinticinco mil años, los hombres del Paleolítico superior empezaron a dibujar. ¿Qué dibujaban? No había otra posibilidad: el único objeto posible eran los animales".

Es, pues, interesante dejarse liar por Roberto Calasso y El Cazador Celeste es la prueba. La principal prueba del delito, aunque no la única, pues la colección Nuevos Cuadernos Anagrama acaba de enriquecerse con otro Calasso: Cómo ordenar una biblioteca.

Autor: Roberto Calasso. Editorial: Anagrama, 2020. Páginas: 424.