- El Gobierno de Navarra ha editado el libro La biblioteca pública en primer plano: conversaciones con bibliotecarias y bibliotecarios, que contiene cuatro sesiones de conversaciones en las que siete bibliotecarias y un bibliotecario repasan sus trayectorias profesionales, desde sus comienzos a finales de los setenta o principios de los ochenta hasta su jubilación.

Las entrevistas han sido elaboradas y transcritas por los técnicos del Servicio de Bibliotecas, Jesús Arana y Clara Flamarique, entre el 23 de junio y el 2 de julio de 2020, y los protagonistas de las mismas son Sagrario Leoz, Juana Mª Fernández de Manzanos, José Luis Huarte, Juana Iturralde, Carmen Ros, Delia Zúñiga, María Ángeles Colomo y Menchu García Escribano.

La Biblioteca de Navarra acogió ayer la presentación de la publicación en la que participaron el director general de Cultura - Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apezteguía; la directora del Servicio de Bibliotecas, Asun Maestro y los dos realizadores de las entrevistas que dan sustento al libro. La publicación ha sido editada con motivo de la conmemoración de los 150 años de la Biblioteca de Navarra y los 70 de la Red de Bibliotecas Públicas, y recoge recuerdos profesionales, así como vivencias y experiencias personales.

Al comienzo del acto, Ignacio Apezteguía declaró que “en el texto muchos de las personas que aparecen aseguran que sienten satifacción por haber sido útiles, pero yo les diría que más que eso han sido polea, impulso y sobre todo referentes en este campo profesional”.

En el turno de palabra de los autores, Jesús Arana señaló que el libro cuenta el pasado de las bibliotecas navarras desde un punto de vista que no es el habitual, porque según explicó, las tesis y los artículos que cuentan su historia lo hacen desde el punto de vista de la dirección, de la gestión. “Aquí los protagonistas explican cuál es el día a día en la vida cotidiana de los responsables de estos centros, sus aspiraciones y sus problemas desde que comenzaron a trabajar en los años 80”.

El libro, apuntó Arana, puede servirles a las nuevas generaciones de futuros bibliotecarios a entender los orígenes de estas instituciones. “Como dice un proverbio africano, cuando no se sabe muy bien a dónde se va, es bueno saber de dónde se viene. Es por ello que aunque ahora tengamos bibliotecas comparables a las de los países nórdicos en muchos aspectos, es bueno saber que todo esto es consecuencia de un proceso muy largo que tiene sus inicios en los 70”, declaró.

Clara Flamarique detalló que la labor que han realizado es para rendir un homenaje a estos profesionales del libro, hoy jubilados. “Algunos empezaron trabajando tres horas, a veces sin contrato, en condiciones muy precarias y fueron alcanzando cambios en positivo, también para sus centros”, manifestó. También aseguró que varias de las expresiones recogidas en el libro “son pensamientos o experiencias con las que quienes llevamos años trabajando en esta profesión nos podemos sentir perfectamente identificados”.

Por otro lado, subrayó que la obra cuenta con un anexo de imágenes, ordenadas cronologicamente, en las que se puede ver a los protagonistas de estas historias y sus bibliotecas.

Por su parte, Arana valoró el futuro de estas instituciones, explicando que las bibliotecas van a tener que seguir siendo un elemento imprescindible para amortiguar y reducir las brechas digitales, sociales económicas y culturales. “Además, cada vez más pasarán a ser generadoras de contenido, de libros, revistas, podcasts o blogs, para contar la historia y costumbres de sus comunidades”.

“Las bibliotecas siempre recogen lo que otros crean, pero pasarán a ser generadoras de contenido”

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“Los principios de estos centros eran precarios, y durante estos años ha habido muchos logros ”

Autora

“Estos profesionales que aparecen en la obra han sido polea, impulso y referente para el resto”

Director general de Cultura