stas líneas, quede claro, están supeditadas a la evolución y legislación de la crisis sanitaria que se padece. El coronavirus vino con saña. Lo sigue haciendo a pesar de la cartelería creciente de vacunas. Desde la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial vivimos el momento más complicado de la Humanidad. Hastío y cansancio. Pero no debiéramos dudar de que detrás de la borrasca y tanta oscuridad, la esperanza y el esfuerzo darán paso a la luz del sol. Nuestro terno verde de esperanza embarrada mudará a un terno azul celeste y oro, de nítido horizonte. Vamos a renacer y recuperar el tiempo perdido. Ahora somos un año mayores, pero con la ventaja de ser más sabios y con ilusiones rejuvenecidas. Tangible es la realidad de la pérdida de muchos enseres en cada personal esportón, pero nos hemos hecho fuertes como los cipreses, esos que siempre dan vida a catafalcos y dormitorios eternos. O como juncos de vegas y marismas, que parecen débiles ante los rigores de Eolo, mas no lo son, porque se estiran y doblan sin quebrase; su quejido es solo coraje. En esta época las personas hemos aprendido a agitarnos, a movernos€ a torear con empaque a la fiera corrupia. Es hora de impulsarnos con la fuerza del toro, cuya casta le hace crecer ante el castigo. Aunque agotados, tenemos que estar ilusionados con un tiempo nuevo. Empecemos a volar hacia ese cielo añil; para verlo mejor y disfrutarlo. Construyamos, como lo fueron el siglo pasado, unos felices años 20. Hemos puesto título a los desarreglos musicales de este tiempo. El reinicio musical para descerrajar el portón de una nueva época podría ser el pasodoble La Entrada, de Esquembre, e inmortalizado en el celuloide en Blancanieves, de Berger. La tauromaquia es un importante sector económico y cultural. Es parte de nuestras más hondas raíces, que necesitan ser nutridas aunque haya escasez. En 2020 se dieron toros, entre otros sitios, en Logroño. Organización y comportamiento ejemplar. Pamplona tuvo toros en 1918, año de la gripe. Y en 1978, los hubo en septiembre. Se puede intentarlo, al menos. Un vamos, un aurrera al Ayuntamiento de Pamplona y a la Meca. ¡El 7 de julio y el 25 de septiembre: son San Fermín!

El autor es historiador y crítico