ispersos por el territorio, los pequeños museos y espacios patrimoniales navarros atraviesan una complicada situación. Si ya lo tenían difícil antes de la pandemia, si ya entonces tenían que vérselas para sobrevivir con pocos recursos y muy poca o ninguna atención y ayuda institucional, reduciendo actividad y contando con personal voluntario para poder dar servicio, esta crisis de la covid les ha golpeado duro.

Abiertos muchos de ellos de manera intermitente, otros directamente cerrados, estos lugares conservadores de nuestra memoria y nuestro patrimonio ven esperanza en activar una relación estable con el público escolar. En ello trabajan desde Ondarezain, Asociación de gestores de museos, colecciones museográficas permanentes y otros centros de exhibición pública de Navarra. Su presidenta, la también responsable del Museo Etnográfico de Arteta, Elur Ulibarrena, lo explica así: "Ahora mismo no podemos incidir en otro público, ni el turista está en condiciones de venir ni nosotros en condiciones de recibir hordas de gente. Es una buena oportunidad para que el público escolar se conecte con el patrimonio, porque ya desde hace tiempo vemos la desconexión que hay entre el mundo escolar y la cultura cercana, el patrimonio local, lo que nos habla de nuestras raíces. Sabemos cómo es el Partenón, cómo es el Coliseo romano, quién ganó tal guerra, y en cambio no sabemos de cosas muy básicas que están muy cercanas. Apostamos por la Educación kilómetro 0, y desde los museos podemos aportar mucho", asegura.

Aunque cada pequeño museo tiene su particular situación, Elur Ulibarrena define el momento, en general, como "dramático". "Ya estábamos en una situación complicada, por ser pequeños, por estar dispersos por el territorio, por no tener una atención museológica por parte de la Administración, por el hecho de no tener muchos de nosotros ayudas, por ser complicados de llevar y de gestionar... Y a todo eso se ha sumado la pandemia, que ha hecho que no vengan turistas ni escolares. Sobrevivir así es muy complicado", reconoce.

Un reto y una urgencia

Sobre el trabajo para garantizar un público escolar estable, Elur cuenta que se "ha hablado con la Administración, y nos hemos encontrado con que la Dirección General de Cultura ve el problema pero no sabe cómo abordarlo, porque para ellos es como invadir las competencias del Departamento de Educación. Nosotros planteamos que siempre hemos estado conectados con la Educación, los museos pequeños y los grandes, la mayoría tiene un área de Educación. Siempre ha habido un contacto con el público escolar, mayor o menor, y siempre también con el Departamento de Cultura. Da pereza trabajarlo, es complicado, nadie ha dicho que sea sencillo, pero en algún momento habrá que abordarlo. Y cuando ves cómo poco a poco se está abriendo tu tumba, cuanto más abajo vas cayendo más necesitas darte impulso para salir de esta situación", dice.

Apunta que "hay muchos profesores que nos visitan en los pequeños museos y nos dicen que están hartos de cómo se enseña, que les gustaría dar un vuelco a eso pero la burocracia del día a día se lo impide, y a nosotros nos gustaría crear ese puente, que los profesores nos pidan aquello que necesitan, y podamos hacer por un lado desde los museos cosas para el público escolar y por otro lado, desde los profesores, que obtengan recursos para sus clases para acercar el patrimonio local a la escuela. Es una vía de trabajo de doble sentido".

El jueves que viene, 15 de abril, aprovechando la celebración (el día 18) del Día Internacional de los Monumentos y Sitios Patrimoniales, Ondarezain, que reúne a 32 profesionales de una quincena de museos, pondrá sobre la mesa sus necesidades en una rueda de prensa que ofrecerá en la Catedral de Pamplona.

Uno de los problemas que sufren muchos pequeños museos es la falta de reconocimiento por parte de la Ley Foral de Museos, lo que les impide optar a ayudas de la Administración. "No tenemos una ley inclusiva, sino una ley que crea mucha desigualdad entre profesionales. De hecho, de las 32 personas que estamos en Ondarezain, más o menos los dos tercios trabajan en espacios que no están reconocidos en la Ley de Museos. Eso crea mucha desigualdad. Estamos trabajando en el mismo sector, haciendo el mismo trabajo, pero unos cuentan con más recursos que otros debido a que trabajan en un centro y no en otro", lamenta Elur Ulibarrena. Su museo de Arteta, ahora con el aforo al 50%, se ve en la obligación de hacer grupos más pequeños para visitas, "lo cual nos implica destinar muchos más recursos, por no hablar de que aumentan los gastos de limpieza... Y tenemos que hacerlo con voluntarios, como podemos, buscándonos la vida. La calidad de la visita lógicamente no puede ser la misma", dice.

Esta falta de recursos obliga a muchos museos a reducir horarios, a funcionar al mínimo, concentrando la actividad. A cerrar en invierno, cuando son más difícilmente sostenibles. En definitiva, a ser intermitentes. "Es un horror, porque somos profesionales sin una continuidad laboral, y eso genera unas dinámicas que luego son difícilmente superables", remarca Ulibarrena.

Sin recursos para garantizar la seguridad

Uno de los más afectados en esta pandemia es el Museo de la Almadía de Burgui, cerrado desde el inicio del Estado de Alarma. "Nuestra situación ya era delicada, y ahora, más. No tenemos recursos para poder cumplir las recomendaciones sanitarias, y hemos tenido que cerrar", afirma Koldo Cilveti, presidente de la Asociación Cultural de Almadieros Navarros. "Nos gustaría mucho que nuestro pequeño museo pudiera entrar en la Red de Museos de Navarra, dado que no recibimos ningún tipo de subvención que nos ayude a mantenerlo abierto o a promocionarlo mejor. Seguimos vivos en gran parte gracias al voluntariado de la Asociación y a pequeñas ayudas", cuenta Cilveti, a quien le encantaría "poder abrir de nuevo contando con un apoyo más estable y dar a este museo un nuevo impulso, ligado a proyectos que buscan luchar contra la despoblación".

La Casa de la Memoria de Isaba, por su parte, se abrió para la campaña escolar de esquí de este año, y desde entonces se mantiene "cerrado temporalmente", como puede leerse en su web.

Conocer para valorar

El Museo Arqueológico de la Ciudad Romana de Andelos tampoco está actualmente entre los reconocidos de la Ley de Museos. "Pero más allá de este reconocimiento, por lo que trabajamos los profesionales de Ondarezain es por una clasificación de todos los Centros de Exhibición Pública de Navarra (más de 65) que también forman parte del paisaje cultural de Navarra y que a nuestro criterio, deberíamos contar con cobertura legal y formar parte de esa red", defiende Katrin Setuain, socia fundadora de Guiarte, organización especializada en la gestión y dinamización de patrimonio cultural en Navarra.

En el caso de los yacimientos, reclamo turístico al aire libre en el medio rural, hay este año un incremento de visitantes respecto a épocas anteriores. Sin embargo, están sufriendo "el problema común en todos los espacios patrimoniales: la falta de público escolar. Algo que no nos cansamos de decir que debería ser posible tomando las medidas oportunas. Las visitas a espacios patrimoniales son seguras y no hemos de olvidar que el patrimonio cultural también es un espacio donde vivir experiencias educativas", afirma Setuain, y remarca que "el público escolar es fundamental en la transmisión de los valores del patrimonio, porque aquello que no se conoce, no se valora".

En Zugarramurdi, el Museo de las Brujas se está viendo muy afectado por el cierre perimetral. "Es lo que más daño nos hace, además de la incertidumbre con la que trabajamos", dice Ainhoa Aguirre Lasa. Mientras dure el cierre perimetral, este museo, tampoco reconocido por la Ley Foral, abre solo fines de semana y festivos. Su responsable también ve clave el refuerzo de las visitas escolares. "Los pequeños museos estamos haciendo un esfuerzo por seguir activos, por adaptarnos a esta difícil situación, y no está habiendo respuesta por parte de los centros escolares", añade Ainhoa Aguirre, quien pide a la Administración que haya "una apuesta inclusiva en el sector de los museos, seamos pequeños o grandes, respetando la realidad de la diversidad que hay en Navarra".

Desde la Casa-Museo Julián Gayarre, en Roncal, Marta Zazu apunta otro reto de los pequeños museos navarros: "ponernos al día en el tema digital, porque a día de hoy hay que comunicarse de otra manera". Por la experiencia vivida en su museo, el tipo de público "ha cambiado" con la pandemia: "Antes había bastante más público de mayor edad, y ahora son más familias con niños", cuenta Zazu, quien reconoce que "lo más complicado en estos momentos es poder organizar actividades, con la incertidumbre que hay...".

El Museo de las Eretas, que es municipal -depende en su integridad del Ayuntamiento de Berbinzana-, está "sobrellevando" esta crisis de pandemia. "Estuvimos cerrados marzo, abril y mayo. Luego se abrió con implementación de las medidas de seguridad. Se hizo el enorme esfuerzo de abrir pese a saber que era una época muy complicada, y ahí es donde más se notó que este museo tiene el soporte del Ayuntamiento, pues éste asumió las pérdidas derivadas de la reapertura y además dejó la entrada gratuita con la finalidad de favorecer el acceso a la cultura en estos momentos ", cuenta Maite Zúñiga. La pandemia, añade, "ha afectado mucho, sobre todo en el descenso del número de visitas y actividades culturales. Respecto de las visitas, se ha notado la ausencia de grupos de escolares, institutos y universidad. Aunque las aulas tienen la condición de burbuja no es fácil que se anime una única aula a venir hasta Berbinzana. Ahí es donde hemos tenido un perjuicio irreparable". De cara a potenciar este tema, señala, "el impulso que se debe dar a las visitas escolares para que se hagan de manera organizada tiene que hacerse con la Administración. Hay que garantizar ese público y ese contacto de los escolares con su patrimonio, es justamente en este punto donde estamos notando una ausencia de otro tipo de respaldo institucional que favorezca a las escuelas a programar salidas. En nuestro caso, el Museo y el Ayuntamiento dejan la entrada gratuita, pero poco más podemos hacer", dice resignada.

Las Eretas está reconocido legalmente como museo y puede optar a las ayudas que anualmente convoca el Departamento de Cultura. "Pero a pesar de las ayudas de funcionamiento, se tiene un déficit económico estructural importante", afirma Maite Zúñiga. El dato favorable es que "desde octubre 2021 se ha incrementado el turismo interior a nivel provincial. El cierre perimetral ha hecho que muchas familias busquen destinos alternativos y estamos aumentando las visitas en este rango. No obstante, el descenso de visitas se está acusando mucho", reconoce.

El gran problema

Al frente de la secretaría y tesorería de la Fundación Lenaerts, cuyo museo se levanta en Irurre, Ana Aliende cuenta que el centro está abierto con normalidad, domingos y festivos y con visitas puntuales entre semana. "Somos un museo joven ligado a la UPNA y que se lleva desde la comunidad universitaria, pero tenemos las dificultades de los museos pequeños que en este momento se amplifican, y que tienen que ver con sostenibilidad, públicos, proyectos, actividades... todo esto ahora se complica", reconoce. En cuanto a público, asegura que sí tienen demanda: "De hecho, tenemos lista de espera. Pero sí acusamos un problema de sostenibilidad. A día de hoy no somos sostenibles los pequeños museos. Y aunque nosotros sí tenemos el reconocimiento legal, las convocatorias a las que optamos no hacen que el museo sea sostenible. Esas ayudas no cubren los gastos que generan los museos. Ahí viene la dificultad". La salida y la esperanza, dice, "es que por una parte la Administración Pública equipare a los pequeños museos con los grandes, que se nos valore y atienda igual, en cuanto a la gestión y económicamente, y también mejorar en el tema de la financiación privada. Todavía no estamos mentalizados en esta sociedad como para contribuir a una iniciativa privada, y hablo de iniciativa privada sin ánimo de lucro", concluye Ana Aliende.

"Sabemos cómo es el Partenón, pero desconocemos lo que tenemos más cerca"

Responsable del Museo de Arteta

"Nos encantaría abrir de nuevo y dar un impulso al museo ligado a la lucha contra la despoblación"

Presidente de Asociación de Almadieros

"El público escolar es clave en la transmisión del patrimonio; lo que no se conoce, no se valora"

Socia fundadora de Guiarte

"El cierre perimetral es lo que más daño nos está haciendo en estos momentos"

Responsable del Museo de las Brujas

"El descenso de visitas se está acusando mucho, a pesar de que crezca el turismo en la provincia"

Responsable del Museo de las Eretas

"La salida y la esperanza es que la Administración nos equipare con los grandes museos"

Secretaria de la Fundación Lenaerts