La Feria del Libro de Navarra ha cerrado su primera edición muy satisfactoriamente tras diez días repletos de literatura en la Plaza del Castillo de Pamplona. Este nuevo formato de feria, conocida anteriormente como la Feria del Libro de Pamplona, se tranformó aglutinando a librerías de toda la Comunidad Foral. La oferta cultural se vio triplicada, ya que en los días que duraba la feria no faltó una sola actividad para todos los públicos. La presentación de autores fue diversa, tanto escritores locales como de fuera de las fronteras navarras. “Este año ha sido estupendo, ya que hemos contado con autores locales, pero también autores de renombre a nivel estatal”, señalaron desde la Librería Arista.

En el corazón de Pamplona se encontraban las 12 librerías en sus respectivos puestos, y a pesar de las medidas covid y la diversidad climática notaron el incremento en sus ventas. “A pesar de tanta lluvia y tormenta, hacemos un balance muy positivo de la feria”, expresaron desde la librería Muga. “Las ventas han ido muy bien, hemos notado el incremento notablemente”, declararon. “Estamos muy contentos siempre de venir a la feria, ya que la respuesta del público es siempre muy buena”, explicaron desde Muga. Para otros, como la librería Arcos, era su primer año y su experiencia “ha sido mucho más que satisfactoria”. “Es mi primer año y no tengo mucho que comparar, pero a nivel personal ha ido muy bien”, destacó. “Repetiría el año que viene sin dudarlo, una vez que lo pruebas es como una droga. A pesar del cansancio, el trabajo y las horas invertidas, es muy gratificante el contacto directo con la gente”, expresó. “Ver un mostrador repleto de libros es muy atractivo para el público”, detalló.

Otros establecimientos, como la librería La Valeta, del barrio de Ripagaina, vivieron la feria como una gran oportunidad. “Somos una librería de barrio y subir al centro de la ciudad a que nos conozca la gente es una gran oportunidad para poder crecer como negocio”, apuntaron. “Nos llevamos una muy buena sensación, es un placer volver a tener este contacto directo con la gente y poder salir de nuestras tiendas”, explicaron.

Un nuevo formato de feria

Respecto al cambio de la feria al pasar de Pamplona a Navarrra, la presencia del librerías aumentó en la Plaza del Castrillo“Me gusta mucho más este formato de feria porque vienen más librerías, hay una mayor igualdad de oportunidades comerciales y mucho más cercano”, apuntaron desde Katakrak. Aunque a los libreros de toda la vida de Pamplona les da un poco de nostalgia que deje de ser la feria de la capital. “Es un salto importante, pero a los que formamos parte de la feria desde hace años nos da un poco de pena que deje de denominarse la Feria del Libro de Pamplona”, lamentaron desde la librería Elkar. “Aunque hay que entender que si queremos crecer y diversificarnos es necesario que nos transformemos”, expresaron. “Es bonito ver nuevas librerías que vienen de diferentes zonas de Navarra para estar con nosotros y darse a conocer entre la gente de Pamplona”, destacaron. Desde la Ribera, Letras a la Taza supo darle el toque diferente a esta feria. ”Ha sido una experiencia muy buena y positiva, repetiríamos sin dudarlo”, señaló su dueño. “En términos económicos hemos vendido muchísimos libros, este tipo de eventos te hace aprender bastante y estás mucho más activo que en la tienda”, explicó. “Este nuevo formato de feria ha hecho que mucha gente se interese por nuestra tienda y eso ha creado un turismo de librerías por parte del público”, detalló.

Retomar buenos hábitos

El año 2020 ha sid bueno para la lectura. Después del confinamiento, varios son los que recuperaron la buena costumbre de refugiarse en la lectura. “Al estar tanto tiempo encerrados, la gente se ha cansado de tanta serie y películas para retomar esos hábitos de lectura tan olvidados”, explicaron desde la librería Ménades, de Pamplona. “Algo que nos han pedido mucho durante estos diez días han sido libros para evadirse, lecturas para sonreír tan necesarias ahora mismo”, señalaban desde Letras a la Taza, “Se ha vuelto al hábito de comprar libros a esos libreros de toda la vida y seguir sus recomendaciones”, destacó. “Los lectores fieles siguen leyendo, pero es cierto que tenemos una competencia fuerte. Es mucho más cómodo ponerse una serie de Netflix mientras descansas en el sofá, pero el viaje que proporciona un libro es insuperable”, agregó un librero de Elkar.

Los más vendidos

Los títulos ganadores de la feria son títulos que ya se avecinaba su éxito, como en el caso de Jerusalén, santa y cautiva, de Mikel Ayestarán, las aventuras del Arsen Lupin, caballero y ladrón, de Maurice Leblanc, tan popularizado por su serie en Netflix. Otro de los más reclamados Hamnet Hamnetde Maggie O’Farrell o la esperada Sira, de María Dueñas.

“A pesar de tanta lluvia y tormenta, sacamos un balance muy positivo de la feria”