Rodada principalmente en Pamplona, Ana Tramel: el juego es la gran apuesta de RTVE para esta temporada. Se trata de un thriller en el que nos acercamos al mundo del juego de una forma diferente a la habitual: más real y mucho, mucho más dura de la imagen que la pantalla siempre quiere ofrecer sobre lujosos casinos y personas sin ninguna adicción que perturbe sus vidas. La serie se estrena en primicia en Pamplona este martes (21.45 horas, Baluarte), en una cita enmarcada en el Conecta FICTION para la que ya están todas las entradas agotadas. Basada en la novela de Roberto Santiago, Maribel Verdú y Natalia Verbeke -con quien ha hablado DIARIO DE NOTICIAS- protagonizan esta historia que llegará a la televisión a finales de este mes.

Ya era hora de que se tratase el mundo del juego desde otra perspectiva completamente alejada a lo que acostumbramos...

-Esta es de las pocas series que se han hecho en España que sean thrillers de investigación policial y, además, sobre el mundo del juego. Y no desde el punto de vista de ese glamour que comentas, sino desde ese lado oscuro que toca la ludopatía. Pero la serie no solo habla de la ludopatía, sino de las adicciones tanto al juego como al trabajo, a las pastillas, al alcohol... Pero sí, nos enseñará ese mundo del juego como nunca antes lo habíamos visto.

La ludopatía es una adicción que todas las personas conocen y saben qué es. ¿Va más allá esta serie? ¿Nos muestra algo que, quizás, desconocemos?

-Claro, yo también sabía qué era la ludopatía, como todo el mundo. Pero no era consciente de los datos: de la edad media de los jugadores, de la cantidad de dinero que se gasta y que, en realidad, gastamos todos porque todos jugamos a la lotería... Para que te hagas una idea, la edad media en la que los jugadores se inician en este mundo es de 17 años, porque ahora, con Internet, podemos estar jugando desde casa y mintiéndole a la máquina sobre nuestra edad. Vamos a ver cómo esta adicción destroza la vida de quien la padece y de todas las personas que están a su lado. Sí, todos sabemos qué es la ludopatía, pero no la habíamos visto como se retrata en esta serie, tan de cerca y que te puede tocar tanto.

¿Se procura realizar una labor de concienciación?

-No creo que el objetivo de la serie sea concienciar a nadie, pero inevitablemente lo hace. Es una serie entretenida, que va a captar la atención del espectador y que le va a mantener en vilo, porque por algo es un thriller. Y en él, aunque aparezcan sus subtramas, la industria del juego está presente constantemente. Es increíble todo lo que yo he aprendido con esta serie, sobre timbas, legales e ilegales, lo que ocurre en estos lugares... Realmente es un mundo aparte.

No sé yo si a las casas de apuestas les hará alguna gracia que se saque esta cara oculta del juego en la televisión pública...

-No, no creo que les haga mucha gracia, la verdad. Pero es que es así, el juego está en todos lados. A cada paso que das, vayas donde vayas, hay un anuncio para que juegues. Uno no es consciente de ello, pero a cada paso que das hay una posible llamada para entrar en el juego.

¿Cómo es Concha, el personaje al que da usted vida?

-Concha Andújar es una mujer muy familiar, una gran amiga de sus amigos, la mejor amiga de Ana Tramel, a quien conoce desde pequeñas. Las dos estudiaron Derecho en la universidad, solo que Ana ha sido una abogada valiente, de éxito y a la que todo el mundo teme, mientras que Concha se ha dedicado a recurrir multas de tráfico por la seguridad económica que le proporcionaba este trabajo. Es una mujer valiente, capaz de crear una empresa y de ir adelante con un negocio, pero al mismo tiempo está muerta de miedo. Tiene miedo a no ser la mejor amiga, no ser la mejor esposa, no ser la mejor madre... Es una mujer muy perfeccionista que de cara a la galería intenta siempre estar bien y perfecta, pero no es la realidad de cómo se siente ella por dentro.

Con esta descripción, parece que más de una persona se sentirá identificada con ella...

-Yo creo que sí. Con este y con los otros, ¿eh? Los personajes femeninos son muy potentes en la serie. Son los que llevan la trama en esta historia. No por eso son menos importante los personajes masculinos, pero es verdad que hay una sororidad entre ellas, y el mundo femenino se muestra de una manera muy real. Y los personajes, cosa que a mí me sorprendió al leer el guion, tienen sus luces y sombras, reflejando a mujeres reales, no lo que se espera ver. Y digo me sorprende porque es curioso que un hombre haya retratado tan bien este mundo femenino.

¿Cómo es la relación de Concha con Ana Tramel?

-Se comporta como una madre para Ana. Date cuenta de que esta está siempre en un abismo y a punto de saltar. Y Concha está siempre ahí para salvarla, para procurar que sea la abogada que fue un día y para intentar que su vida no se pierda. Lo que no quiere es que su amiga caiga en un pozo del que luego será imposible salir. Es una relación muy especial, porque más que de amigas es de hermanas. Y, en ocasiones, de madre e hija, por cómo actúa Concha con Ana.

¿Y cómo es su relación con Maribel Verdú, quien encarna a Ana?

-Trabajar con Maribel es una gozada, la verdad, porque es una actriz muy generosa y de la cual se aprende muchísimo. Iba a decir que para eso es una actriz de las más viejas, pero creo que no suena muy bien, sobre todo porque tiene prácticamente mi edad (ríe). Me refiero a que es una de las que más años lleva trabajando, porque le llevamos viendo desde que tiene 13 años. Entonces es vieja en trayectoria, no en edad. Es un gusto y un placer trabajar con ella. Es súper generosa y, además, muy divertida, con lo que el trabajo se hace muy fácil.

Ya habían coincidido en el teatro así que ya solo les queda el cine.

-Así es, hacer algo de cine juntas es nuestra asignatura pendiente.

¿Conocía el libro de Roberto Santiago en el que se basa la serie?

-Yo leí los tres primeros guiones cuando me ofrecieron el personaje, y me quedé tan enganchada que inmediatamente me compré la novela para ver qué ocurría luego. Porque era fascinante. Y ahí la conocí, y me pareció maravillosa. Me enamoré absolutamente de los personajes y de la historia.

He leído que está escribiendo una segunda parte, lo que puede suponer que haya una segunda temporada...

-Bueno, lo de las temporadas depende de cómo funcione la primera. Pero probablemente lo tengan en mente, y si la serie va bien es posible que haya una nueva temporada, porque Ana Tramel da para mucho.

No puedo finalizar la entrevista sin preguntarle por el rodaje en Pamplona. ¿Cómo ha ido?

-Mira, tenéis una tierra tan bonita... Yo disfruté tantísimo... No la conocía, y no solo me llevé una alegría enorme por conocer esa ciudad, sino que me he llevado una amiga de allí. Y, bueno, gastronómicamente hablando ¡es una maravilla! Vamos, que estoy deseando ya volver.