na llamada durante el confinamiento fue la primera pieza del dominó que dio origen a la trilogía A puerta cerrada, del coreógrafo Jon Maya. “Tenemos que hacer algo”, le dijo el bailarín a José Manuel Garrido, el director de los cuadernos de colección. Así que mientras todos estábamos encerrados en casa durante el confinamiento, Jon y su compañía ideaba dos piezas de danza que se grabaron en mayo, en plena desescalada. “Era una forma de expresar artísticamente qué estaba pasando”, detallaba Garrido.

A esas dos piezas, que se estrenaron online y se pueden disfrutar en el canal de Youtube del Museo Universidad de Navarra, les siguió el estreno de Gauekoak: crónica de un confinamiento, que estaba programado para representarse antes de la pandemia y tuvo que reprogramarse con medidas anti-covid.

Fue ayer viernes cuando cayó la última pieza de este dominó, durante la presentación, en el MUN, del cuaderno de creación de esta trilogía de danza que habla del confinamiento y pandemia que nos ha tocado vivir. La inspiración para estas obras le llegó a Jon Maya de mano de las fotografías de José Ortiz Echagüe, quien retrató a las mujeres roncalesas entre los años 1918 y 1920, durante la conocida como ‘gripe española’. A través de esa idea comenzó a establecer una relación entre las dos pandemias.

la creación del cuaderno

Este cuaderno de creación recrea el proceso creativo de A puerta cerrada. La publicación tiene algo de cuaderno de bitácora, de diario de artista o de archivo, aunque Ibis Albizu, su editora, prefiera matizar que se trata de “una obra de ficción”, porque los coreógrafos no trabajan con este tipo de creaciones. “Nos parecía importante hacerlo, para publicar toda esa informacion que queda oculta para la gente que va a ver la obra”.

El protagonista, Jon Maya, apuntaba que aunque llevase su nombre, era un cuaderno de “nosotros”, porque el equipo de Kukai Dantza ha estado involucrado en el proceso, por ejemplo David Bernués en lo audiovisual. Además, Luis Miguel Cobo ha participado en la parte musical.

Ha sido también, decía la editora, una obra de documentación, porque existen muy pocos libros que hablen de danza, y menos de procesos de creación, “así que su lanzamiento este ya es algo importante”, matizaba Ibis. la encargada de “escuchar” al coreógrafo para plasmar en el cuaderno todo este proceso. La obra, dice, es “una ventana a su univeso creativo”. Para crear este cuaderno, Albizu, tuvo que “meterse” en la cabeza de Jon Maya, y llegó a aprenderse de memoria algunas de las coreografías, después de tanto repasarlas.

El libro recoge notas del coreógrafo, imágenes de los ensayos, del proceso de creación de ambas obras, además de fotogramas de la grabación de las obras audiovisuales. Hay apuntes de Jon Maya, dibujos, partituras, e ideas dispares y espontáneas, por ejemplo: “Saludar al público. Capear. Los dos dedos. Cristiano Ronaldo”. Todo ello con una cuidada estética e impecable edición.

Se trata de la cuarta edición de estos Cuadernos de creación, después de los de Javier Martín, Itsaso Cano y Dani Pannullo. Se pueden adquirir en la web del museo.