En estos tiempos raros, de incertidumbre y privación de contacto físico, la danza contemporánea nos invita a algo tan vital como sentir y, desde ahí, conectar con el mundo. Y lo hace desde una apuesta por el movimiento intenso, sensual y, a la vez, flexible. Lleno de matices. De preguntas muchas veces sin respuesta, pero igualmente o quizá por eso mismo muy necesarias.

Este viernes 10 de diciembre, dos de los principales espacios escénicos de Navarra ofrecen sendas oportunidades de oro para disfrutar de la danza más actual. Para sentir y dejarse llevar por el poder del movimiento corporal. En Baluarte actúa el Ballet cubano Acosta Danza, y en el Teatro Gayarre la compañía cercana a nuestra tierra Dantzaz con bailarines navarros entre sus filas. Evolution y Bat son, respectivamente, sus propuestas; dos programas de diversas piezas coreográficas cada uno pensados para conectar a todo tipo de públicos con la danza contemporánea, que no dejarán indiferente a nadie y, seguro, harán salir a muchos de la sala con ganas de repetir experiencia.

'Evolution', fusión de clásico y contemporáneo

La compañía del bailarín cubano Carlos Acosta, que con su extraordinaria capacidad atlética, su alegría al bailar y su tremenda habilidad para transmitir emociones ha inspirado a una generación de bailarines de todo el mundo, se subirá al escenario principal de Baluarte este viernes a partir de las 20.00 horas, en la que es la primera cita con la danza de la Temporada 21-22 de Fundación Baluarte.

Será un acontecimiento ver bailar, por primera vez, a Carlos Acosta -retirado de los escenarios desde 2016- en el escenario de Baluarte en la obra Two. Además, el programa Evolution que presenta la compañía descubrirá el misterio del espectáculo Satori; la fiesta en el atardecer de Paysage, soudain la nuit; o el baile y las matemáticas en Twelve. "Una velada para disfrutar de la vibrante combinación de danza clásica y contemporánea, fusionada con elementos de la danza cubana y con Carlos Acosta como cabeza de cartel", destacan desde Fundación Baluarte sobre este espectáculo.

Carlos Acosta compatibiliza la dirección artística del Royal Ballet de Birmingham con su, cada vez más esporádica, presencia en los escenarios y la tutela y administración de su compañía cubana, Acosta Danza. Acosta salió de La Habana a inicios de los años 90 como Yuli, el chico problemático que no quería bailar y regresó en 2015 como Carlos Acosta, venerada estrella del ballet mundial. Su vida fue llevada al cine por Icíar Bollaín en la película biográfica Yuli (2018), por el que el bailarín cubano, nacido en La Habana en 1973, consiguió una nominación al Goya a actor revelación por hacer de sí mismo. Carlos Acosta fue primera estrella del Royal Ballet británico, donde brilló con intensidad de 1998 a 2015, siendo el primer Romeo negro de la historia de esa institución.

Su compañía, Acosta Danza, fue fundada el 28 de septiembre del 2015 por Carlos Acosta, y presentada al público por primera vez el 8 de abril de 2016. Se inserta en el panorama escénico cubano persiguiendo una línea contemporánea, sin dejar de lado el desarrollo técnico del ballet clásico y responde a la necesidad de su creador de concretar en una obra la visión artística de renovación y experimentación que ha ido conformando en sus años de carrera profesional.

'Bat', tres visiones del mundo de hoy

Bat (uno en euskera), de la compañía Dantzaz y cuyo título remite a un punto de partida o fase germinal de cualquier idea, desplegará en el escenario del Teatro Gayarre, también este viernes a partir de las ocho de la tarde, dos coreografías creadas por el vasco-francés Martin Harriague (Los esclavos felices y Walls) y una tercera de la eslovena Vita Osojnik (Thirty). En conjunto, componen un relato sobre las migraciones, la identidad o el lugar que ocupa el ser humano en un mundo globalizado, encadenado al ritmo de la agenda y la tecnología.

"Como en casa". Así se sienten Fernando Sáenz de Ugarte, director general de Dantzaz, y el bailarín navarro Óscar Pascual, ante la actuación en el Gayarre, con la que la compañía de Renteria aspira a acercar a todo tipo de públicos "un abanico de posibilidades de lo que se está haciendo ahora mismo en danza contemporánea en Europa".

Y lo hace con tres propuestas coreográficas que nos interpelan directamente. En Los esclavos felices, dos creadores vascos unidos por un planteamiento artístico común aunque distanciados por 200 años, el vasco-francés Martin Harriague y el bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga -cuya primera ópera pone música a este montaje-, coinciden en una obra de estética vistosa y cómplice, frenética en el ritmo y cargada de sutiles dosis de humor e ironía, que nos invita a reflexionar sobre el tiempo que nos toca vivir, en el que somos esclavos y... ¿felices? de lo frenético, "de las redes sociales, de la tecnología y de esta obligación de tener este jueves en la presentación Fernando Sáenz de Ugarte.

La segunda pieza de Bat, que firma la creadora eslovena Vita Osojnik, es Thirty, una reflexión sobre las migraciones humanas con música realizada especialmente para la ocasión por el compositor brasileño Mateo Lugo.

Y tras un pequeño descanso técnico necesario para montar toda una nueva coreografía, llegará la pieza más larga: Walls (Muros), en la que de nuevo Martin Harriague reflexiona sobre la relevancia que cobran en este mundo que nos toca vivir los muros, y ciertos dirigentes políticos que los levantan, en especial en Estados Unidos y México. Con un personaje en escena que recuerda a Donald Trump se cerrará este programa con el que Dantzaz lleva ya tiempo girando con gran éxito por el Estado, Francia y Alemania, terminando siempre con grandes ovaciones o el público de pie.

"Empezando de cero": de bailarín clásico a contemporáneo

El bailarín navarro Óscar Pascual, que lleva trabajando desde agosto en la compañía de Renteria, asegura que Bat "se disfruta desde dentro tanto como desde fuera", y anima al público de su tierra a "relajarse y dejarse llevar" por esta propuesta de danza contemporánea que describe como "muy física y muy intensa".

Pascual, que empezó a formarse con 9 años en la Escuela de Danza del Gobierno de Navarra y se graduó como bailarín clásico en el Conservatorio Profesional Mariemma de Madrid, decidió sumergirse en la danza contemporánea, "desaprender" lo integrado y "empezar de cero" en este nuevo lenguaje a raíz su experiencia de tres años en el Real Conservatorio de Amberes (Bélgica), que, asegura, le ha hecho "ser otro" como bailarín y como artista.

Su entrada en Dantzaz le ha permitido acercarse de nuevo a casa, a su tierra, adonde quiere traer todo lo aprendido fuera en el terreno de la danza contemporánea. "Soy muy optimista con la escena de danza que va a venir en un futuro cercano", dice el bailarín navarro, "muy contento" de poder dedicarse a un arte que le "gratifica" y le hace redescubrirse cada día a base de trabajo "duro y también placentero".

LAS CITAS DE ESTE VIERNES

DANTZAZ

Lugar: Teatro Gayarre.

Hora: 20.00 horas.

Entradas: De 5 a 16 euros.

Programa: Bat, compuesto por las piezas coreográficas Los esclavos felices (10') de Martin Harriague, Thirty (15') de Vita Osojnik y Walls (35') de Martin Harriague.

Intérpretes: Andrea Aguado, Raúl Abentin, Óscar Pascual, Lara Ivancic, Beñat Urrutia, Laura G. Latasa, Marina Eskisabel, Maddi Gaztelumendi, Noel Quintela, Iker Sanz. Dirigidos por Adriana Pous.

ACOSTA DANZA

Lugar: Baluarte.

Hora: 20.00 horas.

Entradas: 17, 26 y 36 euros.

Programa: Evolution, con las piezas Satori (25') de Raúl Reinoso; Two (7') de Russell Maliphant; Paysage, soudain, la nuit (17') de P. Lidberg; y Twelve (15') de Jorge Crecis.

Bailarines: Carlos Acosta (Two); Zeleidy Crespo, Laura Rodríguez, Patricia Torres, Arelys Hernández, Penélope Morejón, Liliana Menéndez, Marco A. Palomino, Mario Sergio Elías, Enrique Corrales, Alejandro Miñoso, Yasser Domínguez, Maikel Pons, Raúl Reinoso.