Tras su éxito en la Bienal de São Paulo en 1957 y una vez instalado en Irun, Jorge Oteiza transformó sus procesos de trabajo y buscó configurar redes de trabajo. Esa filosofía latía en la fundación del Cine Club Irun, cuyas experiencias educativas, que arrancaron en 1958, protagonizan ahora la muestra Un ojo transitivo. El proyecto del Cine Club Irun, que puede visitarse hasta el 24 de abril en el Museo Oteiza.

La exposición es parte del proyecto Un sitio para pensar. Escuelas y prácticas educativas experimentales en el País Vasco, 1957-1979, producido por el centro de Alzuza junto al Museo Artium. Piezas de pintura y escultura, junto a una selección de programas, cartelería y películas conforman la muestra, que se completa con una serie de actividades de mediación abiertas al público.

Como comentaron ayer en rueda de prensa, esta exposición en Alzuza, comisariada por Mikel Onandia, Rocío Robles Tardío y Sergio Rubira, completa el desarrollo expositivo general del proyecto Un sitio para pensar, que se puede contemplar en el Museo Artium y que analiza 19 proyectos desarrollados entre los años 50 y 70 caracterizados por su vocación educativa y su voluntad de crear espacios para la investigación y el encuentro en el contexto de las prácticas artísticas de la época.

Precisamente las palabras “construir comunidad” fueron las elegidas por Beatriz Herráez, directora de Artium, para presentar la exposición, que se articula en torno a dos ideas principales: por un lado, una aproximación crítica al Cine Club Irun, espacio colectivo que tenía al propio público como objetivo y que buscaba aproximarse al medio cinematográfico y audiovisual como un arte: “Se buscaba crear un espacio donde aprender a mirar, educar a la población y poder construir desde el debate, dando ciertas claves”, expuso Rocío Robles, una de las comisarias de la exposición.

El otro eje de la exposición es la I Semana de arte de 1961, que quizá en el tiempo haya pasado desapercibida pero que, racalcaron ayer, es uno de los episodios de mayor alcance en la trayectoria del Cine Club Irun y “un momento clave que evidenció numerosos aspectos del contexto artístico vasco”, expuso Robles. Precisamente los debates sobre arte abstracto y figurativo, un conflicto artístico latente en aquella época, animaron la exposición de pintura y escultura, con obras de autores como Néstor Basterretxea, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Remigio Mendiburu o Rafael Ruiz Balerdi. Piezas de todos ellos pueden visitarse en la exposición, que ha sido posible gracias a la colaboración de instituciones y particulares vascas.

La exposición del museo de Alzuza muestra también una selección de documentación inédita vinculada a los dos proyectos mencionados, que procede tanto del Archivo del Museo Oteiza como del Archivo Municipal de Irun. Entre el material expuesto, se puede escuchar la conferencia que Oteiza ofreció con motivo de la clausura de la I semana de arte, una serie de interpretacions musicales que se desarollaron con motivo de este episodio artístico, o a nivel general y en relación al propio cine club, también se exhiben libros relacionados con el cine y el arte, una serie programas de las actividades realizadas o cartelería de las sesiones programadas.

Además, se ha habilitado un espacio donde se proyectan dos piezas audiovisuales que en su momento se proyectaron en el Cine Club Irun: A ras de río (1964), de Javier Aguirre y Txapeldun (1968), de Javier Zuazu.

La exposición en Alzuza se completa con un programa de mediación abierto al público que cuenta con diferentes actividades. Por un lado, este domingo 30 de enero se ofrecerá una visita guiada a cargo del comisario de la muestra Mikel Onandia. Además, también se ha programado un taller de experimentación fotográfica con el periodista y fotógrafo Daniel Burgui. Esta actividad toma como punto de partida el interés de Oteiza por un acercamiento al cine y a la fotografía desde una mirada empírica y sin cuestionamientos técnicos. Así, Tránstios de la mirada por Pamplona invita a una exploración de la capital navarra en base a diferentes sesiones y actividades.

El 16 de marzo se celebrará un encuentro con diferenes invitados en el que se analizará las investigaciones artísticas realizadas por Oteiza una vez decide abandonar la escultura a finales de los años 50 y comienza una lucha para proyectar su propósito de transformar el arte. Completa el programa un campamento infantil en qel que se creará un proyecto audiovisual siguiendo las directrices de Oteiza en torno a la escritura del guion del largometraje experimental Acteón.

Por último, según avanzaron ayer, el proyecto expositivo Un sitio para pensar además de contar con las exposiciones en Museo Oteiza y Artium, se completará con la edición de un libro, del que próximamente anunciarán más detalles y sus autores participantes.

Visita guiada con Mikel Onandia, comisario de la muestra. 30 de enero a las 12.00 horas, gratuita con la entrada al museo.

Taller de experimentación fotográfica con Daniel Burgui. Sábado 19 de marzo, de 10.00 a 14.00 horas: visita a la exposición Un ojo transitivo. El Cine Club Irún y sesión de trabajo en el museo. Domingo 20 de marzo, de 10.00 a 14.00 horas: sesión de trabajo en Museo Oteiza. Semana del 21 al 31 de marzo: espacio de exploración personal para fotografiar la capital navarra desde los parámetros establecidos previamente. Sábado 2 de abril, de 10.00 a 14.00 horas: puesta en común de las muestras fotográficas y/o audiovisuales recogidas por cada participante, debate y análisis de los resultados. Precio 50 euros, interesados enviar CV a didactiva@museooteiza.org.

Encuentro ‘on line’ con Mikel Onandia, Rocío Robles Tardío y Sergio Rubira. 16 de marzo, a las 18.00 horas. Reflexiones en torno a las prácticas educativas experimentales de Jorge Oteiza. Acceso libre previa inscripción en didactica@museooteiza.org.

Campamento infantil. Acteón. Un guión de cine. Del 18 al 22 de abril. Dirigido a niños de entre 6 y 12 años, 60 euros. Partiendo de los textos de Oteiza, se creará un proyecto audiovisual.