Por su experiencia como trabajadoras culturales y artistas, tenían claro que había que dar un impulso en Navarra, y en concreto en Pamplona, al arte fuera del circuito institucional. Para dar cabida a otras voces, otras miradas, otras maneras de hacer, diferentes a las que estamos acostumbrados. Esa certeza fue el motor que llevó a las actualmente 9 socias de La Zurda a impulsar este espacio de arte colaborativo donde bullen la creación contemporánea y el pensamiento crítico.

En un amplio local distribuido en dos plantas que se ubica en el número 16 de Río Urrobi, en el barrio de la Milagrosa, se levanta este proyecto que el próximo febrero cumplirá un año de actividad. Un espacio de encuentro y de trabajo, con talleres de artistas, abierto a la incorporación –puntual o permanente– de nuevas socias o nuevos socios que quieran desarrollar proyectos y difundirlos fuera de los ámbitos convencionales. “Echábamos de menos espacios fuera de lo institucional para exponer y presentar el trabajo artístico. Esa fue la motivación para impulsar La Zurda”, asegura Lara Molina, una de sus integrantes y además comisaria del programa @erraiak_tentativas para generar otras formas de estar que está acogiendo este mes La Zurda.

EN EL LADO DE LA DIVERSIDAD

Junto a Lara Molina, forman la asociación actualmente Maddi Barber, Mirari Echavarri, Ana Laura Duarte, Andrea Ganuza, Maider Garayo, Maite Redondo, Ghislaine Verano e Idoia Zalguizuri. Ocho de Pamplona y una natural de Uruguay. “Somos todas mujeres, y esto no es una cosa fundacional. Ha coincidido así”, cuenta Molina de este proyecto en el que la parte colectiva siempre está presente. La idea de La Zurda –cuyo nombre viene del poema El mundo zurdo de Gloria Anzaldúa, “una escritora chicana, lesbiana, que siempre ha creado desde los márgenes y que habla de un mundo en que las cosas suceden desde el lado zurdo, en el que las personas hacen para sentirse libres”– es “posibilitar un intercambio entre prácticas o procesos artísticos y ciudadanía, o personas que no están tan familiarizadas con los circuitos del arte; eso es algo que nos preocupa. Y por eso también hemos venido a la Milagrosa, un barrio en el que se echa en falta infraestructura cultural y que es muy rico, con personas de nacionalidades muy diversas, donde pasan cosas, pero lo institucional igual no lo recoge tanto. En ese sentido, queremos generar nuevas dinámicas y lugares de encuentro a través y mediante este espacio”, apunta Lara Molina.

Vista del local de La Zurda, con instalaciones de suelo de la exposición que acoge el programa '@erraiak'. Iban Aguinaga

Como el programa @erraiak_tentativas para generar otras formas de estar, que se está desarrollando este mes de diciembre en La Zurda. Desde el día 2 y hasta el próximo 26, esta propuesta despliega acciones, sesiones de trabajo, conversaciones y acoge una exposición colectiva que puede visitarse previa cita en espaciolazurda@gmail.com, y en la que seis artistas comparten proyectos en torno a una reflexión: ¿Qué me sujeta a este hacer que amo?, en referencia a la práctica artística y el trabajo cultural. Desde un poema sobre la cristalera del local de La Zurda en el que Patricia Katana dice que “según trabajamos comemos”, hasta instalaciones de suelo como la de Irati Inoriza, que nos acercan al concepto de k.o. en la lucha libre y resignifican posiciones, pasando por obras como la de Marina G. Guerreiro que refleja tensiones entre lo frágil, lo pequeño y el relato propio sobre vivencias y recuerdos, o, como la voz de Panda Dramatic, que recita para evidenciar que estar deprimida no es un problema individual, la muestra propone reflexiones muy necesarias en esta era en la que el trabajo, cada vez mayor dios aunque más precario, nos ata y nos impide ser nosotras mismas. Libres.

“En Pamplona faltan espacios para el arte fuera de lo institucional, y de esos vacíos nace La Zurda”

Lara Molina - Integrante de La Zurda y comisaria del programa '@erraiak'

La exposición cuenta también con un fanzine de Power Makes Us Sick que presta herramientas para abordar nuestra salud mental, física y social como un problema a tratar en colectivo, y con propuestas de Idoia Leache –una instalación de señales de tráfico que la artista altera y transforma–; y de Javier Ozcoidi –fotografías y un vídeo que, a través de imágenes de la mano/guante de cuero de Miley Cyrus en un concierto, exponen la propia identidad del artista, de una generación y sus formas de hacer–.

UN PROCESO QUE ARRANCÓ HACE TRES AÑOS

El programa @erraiak –cuyo nombre significa entraña en euskera–, impulsado y comisariado por Lara Molina, arrancó en 2019 en una convocatoria de Mapeo de Agentes Artísticos de Navarra del Centro Huarte, y en aquel entonces se materializó en distintos encuentros en torno a la comunidad y el tejido artístico. “Luego llegó la pandemia, por entonces yo estaba trabajando en una institución cultural, y el proyecto acabó ahí. Pero este año he tenido un cambio bastante existencial, de trabajo y de procesos vitales, y me apetecía retomar esa idea de encontrarnos”, cuenta Molina.

De ahí surgió Tentativas para generar otras formas de estar, que ha contado con apoyo en la financiación del Centro Huarte, el programa Innova Cultural y el Ayuntamiento de Pamplona.

Cuencos de barro, el proceso de una acción del programa ‘@erraiak’ que finalizará el día 26 con un paseo hasta un parque. Iban Aguinaga

EL RETO: EXPANDIR EL ARTE

Para La Zurda, la creación y el pensamiento crítico son necesarios de cara a abordar “preocupaciones, desigualdades y discriminaciones de esta realidad que vivimos y que, a nada que una persona sea un poco sensible, las ve”, dice, matizando que “también nos importa pasárnoslo bien. Creemos en un activismo ocioso y que no siempre tiene que llevarnos a la seriedad ni a la fijeza”, dice.

Hasta ahora, La Zurda ha impulsado exposiciones, conciertos, la grabación de un podcast, talleres y el programa de acciones públicas @erraiak. Además, por sus instalaciones han pasado artistas residentes que han tenido allí su taller por unos meses. “Nos gustaría seguir recibiendo a gente nueva. Esto no es algo cerrado”, remarca Lara Molina.

En cuanto a cómo ve el momento actual para el trabajo cultural y artístico en Navarra, cree que “faltan espacios que acompañen la creación y posibiliten un intercambio de las producciones artísticas, contribuyendo a otros ámbitos que no tienen por qué ser el artístico. Entendemos que el arte está o debería estar en cualquier ámbito, no tiene que reducirse al espacio expositivo o al museístico”, afirma.

De momento, La Zurda es un espacio autogestionado, aunque aspira a obtener financiación –mediante el programa de mecenazgo MECNA del Gobierno de Navarra pueden contribuir con donaciones particulares y empresas con reducciones fiscales– para poder ser sostenible económicamente y expandir sus redes.

PRÓXIMAS CITAS EN LA ZURDA

22 diciembre, Trabajo cultural y precariedad. De 19 a 21 horas, en La Zurda, habrá una ‘long table’ (performance colectiva y conversación pública) en torno a la precariedad y el cansancio que atraviesan el trabajo cultural.

26 diciembre, paseo-acción. A las 12 del mediodía, acción de cierre del programa @erraiak con Garazi Peio, en la que se devolverán los cuencos de barrio y los objetos recolectados al parque de donde se recogieron.

30 diciembre, música y más. Concierto y visuales con Edurne Arizu.