La tramitación del polémico Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los animales promovido por Unidas Podemos está demostrando no solo lo grotesco, absurdo y alejado de la realidad de esta norma, sino el desconocimiento y el descontrol de gran parte de los diputados en un tema tan importante como este y que tanta trascendencia va a tener en la ciudadanía.

Después de haber sido desconvocada en intentos anteriores por discrepancias entre Unidas Podemos y el PSOE en relacion con la exclusión de los perros de caza y de trabajo, la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad, por fin se ha reunido en cuyo orden del día estaba “la exposición y emisión de los dictámenes de ponencia sobre el citado proyecto de Ley de Bienestar de los animales”, y el “Proyecto de Ley Orgánica de modificación de la Ley 10/1995 del Código Penal en materia de Maltrato Animal”.

Desde la UNAC y Adecana hemos podido ver en directo otro esperpento de los muchos que estamos viviendo de la caza durante estos últimos meses, que se ha traducido en una comparecencia de los diputados que en solo 7 minutos que era el tiempo acordado tenían que hablar a favor o en contra de la Ley y la modificación del Código Penal, si bien es verdad que algunos diputados les sobro tiempo para defender y dejar clara las posturas de sus grupos parlamentarios. Pero lo más preocupante fué a la hora de votar las enmiendas presentadas donde la mesa y muchos diputados no sabían ni cómo y que votar, pareciendo una parodia humorística, unos a mano alzada y otros por medios electrónicos, ofreciendo una lamentable imagen.

Los perros de caza quedan fuera de la Ley

Finalmente se votó y salió adelante la enmienda transaccional propuesta por el PSOE, la cual fue apoyada por PNV, PP, Ciudadanos Y Vox, a través de la cual “quedarán fuera de la norma los animales utilizados en actividades específicas (las deportivas, las aves de cetrería, los perros pastores, así como los utilizados en actividades profesionales. Igualmente quedarán excluidos los perros de caza, de rehalas y animales auxiliares de caza. Todos ellos se regulan y quedarán protegidos por la normativa vigentes europea, estatal y autonómica correspondiente, y que les sea de aplicación al margen de esta Ley”.

Destacar que en una primera instancia el PSOE, a instancias del ámbito deportivo de la caza, barajó únicamente la primera parte del articulado, en un intento de que únicamente estuviera excluida la actividad cinegética federativa, para posteriormente incluir a través de un punto y seguido los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza, dejando fuera a todo el ámbito cinegetico.

Sigue adelante la reforma del Código Penal de Maltrato animal

Pero lo lamentable es que la reforma del Código Penal de maltrato animal se aprobó tal como fue presentada, y desde la UNAC y Adecana adelantamos que ello, si no se remedia en el Pleno, va a afectar muy seriamente a la caza al partir de una errónea concepción al humanizar a los animales, ya que estos no pueden ser sujetos de derechos ya que no tienen obligaciones. Si a ello le sumamos que se incluyen a todos los vertebrados en la Ley, nuestra afición cinegética y todo lo que se mueve en nuestro entorno puede estar al borde del precipicio al crearnos una gran indefensión. Esto no lo decimos los cazadores, sino que ha sido objeto de un crítico informe por parte del Consejo General del Poder Judicial que ha afirmado que la práctica de la actividad cinegética entrará en conflicto con la protección de la integridad física de los animales vertebrados.

A entender de la UNAC y Adecana la modificación del Código Penal es un cambio legislativo muy peligroso para los cazadores, ya que erróneamente copia la estructura de los tipos penales de las lesiones y del homicidio del Código Penal, evocando como bien jurídico protegido la integridad corporal y la vida de los seres sintientes, y a éstos como reales sujetos pasivos de los nuevos delitos que se proponen, siendo esto una aberración jurídica.

La modificación del Código Penal introduce la novedad de considerar como objeto de protección “a todo animal vertebrado”, y esto va a causar muchos problemas al mundo de la caza, ni conviene al “Principio de intervención mínima” que incumbe y obliga al legislador, ni resulta útil.

Además de todo ello, el texto del tipo penal propuesto vulnera los límites impuestos al legislador por la doctrina del Tribunal Constitucional relativa a la prohibición como puede ocurrir en este caso si se implementaría una técnica legislativa de la “norma penal en blanco”, porque el tipo no permite conocer qué acción puede ser delito, así como que debería de adecuarse al principio de legalidad y de intervención mínima.

Una necesaria retirada del proyecto y dimisiones de sus proponentes

Su impulsor, Sergio García Torres, Director de Derechos de los Animales declaró en varias ocasiones que “decir que una ley estatal que excluya a los animales de actividad cinegética no va a salir de nuestro departamento. Antes de eso, yo lo digo públicamente, la ley se tumbaría y yo dimito. De mi departamento no va a salir una ley que dé un paso atrás en la protección de los animales”.

Incluso el partido animalista PACMA, rival de Equo, que es el partido del que proviene el proponente del proyecto e integrado en Unidas Podemos, ha exigido a este grupo que retire la proposición de ley, antes del acuerdo de la toma en consideración, así como la dimisión del citado Director General.

Ante ello desde la UNAC y Adecana afirman, “los representantes de la caza social ya estamos esperando las dimisiones y la retirada del proyecto. Si ello no ocurre, que en la práctica están demostrando que el verdadero fin de este proyecto de ley no es la protección de los animales, sino el fin de la caza, y esto es muy serio ya que la caza es un derecho que no se puede prohibir.”