En su segunda edición, el festival Purple Music / Musika Morea que promueve un grupo de docentes, graduados y estudiantes del Conservatorio Superior de Música de Navarra (CSMN) está adquiriendo gran relevancia y resonancia. Con el objetivo de reivindicar el trabajo de las mujeres en el ámbito musical y sus derechos de igualdad, el programa, que se extenderá hasta el viernes 10 de marzo, ha celebrado el miércoles 8 de marzo su día central con la lectura de un manifiesto que incidió en la importancia de la educación, el activismo y la unión en un espacio que, como ha sucedido en otros, las mujeres han estado invisibilizadas. 

“Creemos que desde nuestro ámbito también se puede cambiar la sociedad. Es más, es en la educación donde se produce el cambio”, compartió Carolina Queipo, profesora de Etnomusicología del CSMN y directora del festival con la ayuda de alrededor de un centenar de personas, entre profesorado y alumnado. “La historia hegemónica de la música habla solo de los logros de los hombres, pero ahí había muchas mujeres. Siempre digo que si Beethoven no hubiera tenido el respaldo de mujeres mecenas, nunca habría conseguido lo que consiguió”, dijo la docente. Y añadió: “Nuestro propósito con esta programación es ir descubriendo a las mujeres olvidadas, no solo a las compositoras, sino también a las intérpretes, a las musicólogas, a las escritoras... Y poner en el foco a las referentes, porque aquí formamos a personas para el ámbito profesional, y deben tener una referencia de todo”. Y más, “si esas mujeres han ido más allá del techo de cristal”. Así, si el año pasado se contó con la presencia de la compositora Teresa Catalán y de la investigadora Teresa Cascudo, este año, concretamente ayer, Belén Otxotorena, actriz, narradora y creadora de proyectos educativos y culturales, impartió una charla sobre Teatro y música: ¡Qué buena pareja!

Queipo habló con este periódico poco después de leer el manifiesto del festival, en una mañana que arrancó con aurresku organizado de la mano de la profesora Garaina Jorajuria, del Aula de Txistu y Música de Cámara, e interpretado por la propia Jorajuria, Ane Telletxea, Yaiza González y Uxue Ardanaz (txistu); Ainhoa Quintana (acordeón); Itziar Irisarri (guitarra); Lucía Arias e Inés Carlos (percusión), y Maider Zubizarreta y Ainara Franchez (dantzaris). 

Carolina Queipo, durante la lectura del manifiesto. Javier Bergasa

Manifiesto

“Para la industria de la música, la igualdad de condiciones y oportunidades sigue siendo una tarea pendiente”, leyó Carolina Queipo. Y destacó que aun somos “herederos y herederas” de estructuras que durante siglos han ocultado el trabajo de las mujeres en la música. Por eso, para lograr la “igualdad efectiva y real”, desde Purple Fest se trabaja en cinco líneas. La primera, la educación. “Creemos en la necesidad de un cambio de metodología en los estudios musicales hacia un enfoque que saque a la luz a referentes que han sido apartadas”. Así, este año se han dedicado actividades a la pianista Alicia de Larrocha; la txistulari Mari Paz Ciganda, primera mujer en presidir la delegación navarra de la Asociación de Txistularis de Euskal Herria, y la arpista Lola Higueras. 

Otra de los pilares del proyecto es el activismo, con hechos, no solo palabras, como la presentación, el pasado lunes, del primer cuarteto profesional de mujeres contrabajistas del Estado. En tercer lugar, la visibilidad histórica y actual, con distintas actividades como el estudio de la pianista y compositora navarra Emiliana de Zubeldía, entre otras. La cuarta premisa es la transformación del entorno para acabar con las barreras impuestas. Y, por último, la asociación y la unión. “Trabajamos también por generar un sujeto político colectivo-asociativo fuerte que pueda poner sobre la palestra el debate de la importancia de las mujeres en la música”, concluyó Queipo.

Toda la programación de Purple Fest / Musika Morea, que ofrecerá actos el jueves 9 de marzo por la mañana y por la tarde y el viernes 10 por la tarde, se puede consultar en la web del Conservatorio Superior de Música de Navarra.

Profesorado y alumnado asistente a los actos del 8 de marzo del Purple Fest. Javier Bergasa